Soldado En Guerra

30 "El reencuentro"

Respiré profundo y tome mi una maleta junto al violín. La libreta de historias como siempre estuvo y va a estar en mi chaleco. Giovanni me esperaba detrás de la puerta cuando la abrí, él me miró y dijo:

_¿Estas listo? Si quieres les pido que solo nos dejen el coche y vamos nosotros por nuestra propia cuenta._

Realmente estaba nervioso, habían pasado meses desde que no veía a Sherlock y Giovanni lo notó. Yo volví a respirar profundo y respondí:

_Estoy nervioso, eso ya lo notaste. Pero descuida vamos con los secuaces de Sherlock._ dije mientras hacia mas presión sobre las agarraderas de la maleta.

En ese momento entró Lara quien ya estaba fuera del tren, con una sonrisa despampanante y dijo:

_Will, salí, anda, tenés que ir._ cada una de estas palabras salían como un atropello de su boca, estaba emocionada y a mi me provocaba mas nervios.

Volví nuevamente *si estaba nervioso, demasiado nervioso* a respirar profundamente, presione aún con mas fuerza la maleta, y me dispuse a salir. Afuera habían dos coches en perfectas condiciones y de uno de ellos se bajo.... Sherlock... Era él... Después de tanto él estaba enfrente mío, corrí hacia donde estaba y lo abrace, no esperaba tenerlo enfrente tan pronto pero fue tan reconfortante ese abrazo que había olvidado a Lara y Giovanni que se reían detrás nuestro.

_pensé que nosotros eramos los pesados, pero estos dos nos van a ganar._ dijo casi susurrando Lara a Giovanni.

_la verdad que si Lara_ dijo respondiéndole el comentario.

Sherlock no tenía las intenciones de soltar el abrazó, pero al escuchar a Lara y Giovanni él me miró y nos soltamos aún así él jamás me soltó la mano.

Nos acercamos a Lara y Giovanni, cuando Sherlock dijo:

_ustedes pueden ir en el coche de adelante, nosotros iremos en el de atrás. Pero vamos a llegar después tengo planes con Will._ dijo mientras sonreía maliciosamente _en la casa los están esperando para que comiencen a preparar lo de la boda o descansen. Allá ya tienen todo lo que necesitan._

Ellos dos se miraron sorprendidos mientras seguían riendo, y asintieron con la cabeza. Giovanni ayudó a Lara ya que a lo largo del viaje su panza había comenzado a crecer y le costaba caminar, se agitaba con facilidad y se agotaba. Una vez que se subieron los ayudamos con su equipaje, nosotros hicimos lo mismo que ellos.

Estábamos sentados con Sherlock uno al lado del otro, sin siquiera hablar. Los nervios volvieron a mi cuerpo y pude apreciar que Sherlock también lo estaba. Respire tranquilamente y mirándolo dije:

_te extrañe Sherlock, y gracias por todo el apoyo que me has hecho desde acá. Perdón por todo, te extrañe demasiado._ dije con las manos temblando y casi en un susurró.

Sherlock me miro y no dijo nada, solo me abrazó no me quiso soltar en ningún momento. En ese momento agradecía que hubiese una división entre los asientos del pasajero y el conductor. Él me miro otra vez y dijo:

_no sabes cuanto te extraño muchacho, te necesitó y no voy a esperar a otra noche. Te necesito ahora, después te diré todo lo que deseas saber pero esta noche dejame sentir y disfrutarte._ comentó mientras se apoyo en mi pecho, pero sintió algo y se levanto un poco diciendo malhumorado _que es lo que llevas allí, que es tan duro._

Yo lo miré y me empecé a reír sacando la libreta que él mismo me había regalado y lo la había denominado la libreta de historias.

_¿La reconoces? Me la dio un idiota una vez cuando apareció de la nada en mi habitación._ comenté sin dejar de sonreír maliciosamente.

_supongo que ese idiota no sabe provocar lo que yo provocó en ese cuerpo, no hace que tus ojos avellanas brillen cada vez que me ven._ dijo Sherlock con su característico egocentrismo.

_ Sherlock sos un idiota..._ dije para abrazarlo esta vez yo.