La presencia de la princesa Wanda hizo que me alejara de Timothée, ella estaba a todas horas con el y si estaba solo, buscaba pretextos para estar con el, me rendí en la primera semana, decidí alejarme y solo obedecer a las ordenes de la princesa.
Me encontraba preparando el desayuno de la princesa, tal como me lo había ordenado, así que salí con la bandeja y justo en el segundo pasillo me encontré a Timothée.
- Hola hermosa -dijo sonriendo-
- ¿Que quieres? -respondió Gisselle- debo ir con la princesa Wanda
- ¿Estas enojada?
- No lo estoy, pero la princesa Wanda es muy exigente con la puntualidad -dijo sin dejar de fruncir el ceño-
- ¿Estas enojada? -volvió a hacer la misma pregunta-
- ¿Enojada?, no claro que no, ¿Como voy a estar enojada?, si solo ha pasado una semana en donde has estado pegado a la princesa de Dinamarca y han estado encerrados en la biblioteca por muchas horas haciendo "cosas", no estoy enojada.
- Gisselle, solo me ha enseñado a hablar Ruso, si a esas "cosas" te refieres, no he podido estar contigo por que mi madre quiere que este al pendiente de Wanda, te prometo que te lo voy a recompensar -acaricio su mejilla-
- Timothée -los dos voltearon separándose a tiempo antes de que los viera- ¿Que haces por aquí?
- Me gusta pasear por los pasillos -ella asintió-
- Yo estaba esperando mi desayuno, por cierto en dos horas estaré lista para nuestra cita -Timothée palidecio ante el comentario-
- ¿Cita? -dijo Gisselle y sonrio- Por eso le he traído su desayuno como usted lo ha pedido
- No es cita -contestó Timothée rápidamente- le enseñaré a jugar golf
- Es una cita su alteza -Gisselle se acercó a la princesa- ¿Donde lo dejó?
- En el tocador, por cierto Gisselle, ¿Me puedes ayudar a ver que me podría poner?, nos vemos Timothée -cerro la puerta-
- Estoy muerto -dijo el principe quedándose solo en el pasillo-
Quinta vez, Sexta vez, MALDITA SEA, ya no quiero, había sacado otro vestido y por séptima vez se lo cambiaría, me esperé a que terminará, pero después de sacar como diez vestidos diferentes me vio...
- ¿Cuál elegirías? -sonrió-
- No lo sé, todos son muy hermosos -dijo viendo cada vestido-
- Dime con confianza, ¿Cual te gusta más?
- El rojo, es muy hermoso -se acercó- ¿Puedo tocarlo?
- Claro que puedes
- Es muy suave, bonito, le quedaría muy bien
- Entonces me lo pondré, confío en ti -dijo y agarro el vestido- voy a bañarme y me lo pondré, mete los demás por favor
Wanda se metió al baño, yo me encargué de acomodar todos los vestidos, uno por uno para no cometer algún error y romperlo, todos eran hermosos, elegantes, había un azul, muy bello, lo observé y sonreí al imaginarme en el.
- GISSELLE -era la princesa, gritaba desde el baño-
- Ahora voy -contesto Gisselle dejando el vestido en el ropero- ¿Que pasa? -dijo en la puerta-
- Ayúdame -se volteó-
- Claro -dijo ayudándola-
Después de otra hora, terminó de peinarse, la ayude en lo que pude, realmente era hermosa, una princesa.
- Usted se ve hermosa -dijo Gisselle-
- ¿Crees que le guste a Timothée?
- No sabría decirle -hizo una mueca-
- Gisselle, eres una gran chica, creo que eres como una amiga para mi
- Es un honor, pero no puedo serlo, mi deber es atenderla y obedecerle
- Quiero llevarte a Dinamarca, estarás conmigo, serás mano derecha, ¿Quieres?
- Es una gran oportunidad, pero le soy fiel al Rey, no podría dejar mi hogar
- Piénsalo, tu solo estarías para mi, pero yo te trataría como una amiga, no como una empleada -ella niega- es muy pronto para la respuesta, no importa, ¿Me veo bien?
- Si, usted es muy Bonita
- Quiero que seas mi amiga, nunca tuve una, las otras se criticaban entre sí, se que tu no lo harás
- Yo no puedo ser su amiga
- Ya lo eres, me das consejos para que me guste a Timothée
- ¿Si?
- Si, ahora debo irme, te contaré todo lo que pase -suspiro- hemos estado tan unidos, creo que le estoy comenzando a simpatizar, incluso el jueves en la biblioteca rozó mi mano con la de el -Gisselle asintió-
-Deberia irse, se le hace tarde, buena suerte -dijo y la princesa salió de la habitación-
No podía dejar de imaginar lo bien que se la estaría pasando Timothée con Wanda, pensar que en cualquier momento podrían besarse, me senté en la cama de la princesa y entonces me fui en mis pensamientos, olvidando que estaba aquí para limpiar la habitación, hasta que una voz hizo que me asustará .
-Estas haciendo muy mal tu trabajo
- Mamá, lo siento -se levantó- ahora hasta yo puedo sentir la decepción que sientes
- Claro que no, la princesa está muy contenta contigo, me lo ha dicho el Rey, así que es buena señal
- Me ha dicho que me llevaría a Dinamarca -sonrió- ni loca dejo el castillo
- Lo sé, tu padre hubiera dicho lo mismo, no dejaría Noruega por que aquí estaba su trabajo -la vio- espero que tu te quedes por tu trabajo y no por Timothée
- ¿Por qué lo haría?
- Glass dice que desde que llegó la princesa, tu has estado triste.
- Obvio, soy su amiga, antes me lo contaba todo, ahora ya no, solo Harry es el que me hace caso
- Cariño, eso iba a pasar, ustedes están creciendo y el destino de Timothée es bastante diferente, ahora debes apurarte
- Si mamá, por cierto dile a Glass que es un chismoso -recogió una charola-
Mi madre se fue de ahí con una sonrisa, mientras arreglaba toda la habitación, pero no había nada que limpiar, ella era muy ordenada, tarde una hora y media en acomodar los vestidos que faltaban, a ella le encantaba tenerlos por comor y eso me estrenaba, después de eso limpie el baño, la cama la acomode y salí, se escuchaban risas, justo cuando estaba apunto de irme, Timothée estaba riendo, mientras Wanda hacía lo mismo, pero su brazo agarraba al de Timothée, nunca me había sentido tal mal como en ese momento, lo peor es que necesitaba salir de ahí o sentía que podía llorar en ese instante.
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ᴋɪɴɢ ɪ | ᴛɪᴍᴏᴛʜÉᴇ ᴄʜᴀʟᴀᴍᴇᴛ - VERSIÓN NO CORREGIDA
Teen Fiction𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀 - SIN EDITAR ᴋɪɴɢ: ʟᴀ ʀᴇᴀʟɪᴅᴀᴅ ᴅᴇᴛʀÁꜱ ᴅᴇʟ ᴅᴇʙᴇʀ • Esta historia contiene una segunda temporada... Un Príncipe nunca está lo suficientemente preparado hasta que le ponen la Corona y toca defender a su pueblo con su vida. Un Rey no...