No había muerto, pero tampoco había sido un sueño, me había tocado, había entrado en mi, sentía dolor en mi cuerpo, apenas podía levantarme, estaba desnuda, me sentía humillada, mis manos aún temblaban.
- Vete de aquí, prepara el desayuno y en la noche vienes, me la he pasado de maravilla, usa ropa más pegada, tu cuerpo hace ponerme caliente, sabes a lo que me refiero -dijo acariciando su cadera- maquilla tu rostro, si alguien se entera le diré a todos que tu te metiste a mi habitación, siempre le creen al hombre, estas son las reglas, cada vez que te llame, vendrás, te follare y si te portas bien, tal vez seas mi futura amante, vete -dijo mientras el se levantaba- deja de lloriquear -se acercó a ella- harás que me enoje y no quiero adelantar lo que voy a hacerte esta noche.
Ni conteste, solo busqué mi ropa y me cambie, antes de irme me vi al espejo, ahora entendía por que le urgía que me fuera y me pudiera maquillar, mi labio estaba con sangre seca, el golpe de Christian había dejado un moretón en mi mejilla y mi cuello tenía varias marcas, salí de ahí y llegué a mi habitación, entre y me escondí en mis sábanas, tenía tanto dolor en mi cuerpo, quería a Timothée, necesitaba decirle lo que pasaba, odiaba haberme quedado callada, sentía dolor en mi entrepierna, decido quedarme un momento ahí.
Quite mi ropa frente al espejo, no solo estaba mal mi cara, mis pechos tenían marcas, mis brazos tenían moretones, marcas de sus manos, me metí a bañar, no soportaba esto.
Nunca usaba el maquillaje, pero mamá tenía guardado algunos en su cajón, intenté recordar como se lo ponía mamá y lo hice, oculte las marcas y el golpe, pero mi labio no, recordé las pastillas que me dio Timothée, según el decía que si algún día olvidaba ponerse protección debía tomarme esto, el siempre se cuidaba y me cuidaba a mi, no podía llorar, no debía arruinar el maquillaje que había logrado, leí las instrucciones y tomé una, las dejé a un lado y tache el día, solo unos días, terminaría todo y Timothée regresaría, estaba ansiosa por abrazarlo y le diría la verdad, me sentía aún sucia pero debía esperar, un poco más.
....
Los días pasaron, Christian no había dejado de tocarme y no podía decirle a nadie, si les decía el podría hacerme algo peor, los moretones eran cada vez más, debía aguantar cada tortura, cada comentario asqueroso que hacía, estaba comenzando a sentirme cansada, apenas y se me estaba quitando el color de espalda, Juliet me preguntaba si pasaba algo, no podía contarle, me encontraba en la biblioteca escombrando todo, tratando de intentar quitarme de la mente todo lo que hacía Christian cada vez que estábamos solos, recordé a mi madre, lo diferente que hubiera sido si ella siguiera viva, mis manos temblaron cuando recordé lo que pasó hace dos días, la imagen de Christian tocándose su miembro, aquella vez no entro en mi, pero fue asqueroso verlo tocarse y tocarme a mi, el era el único que tenía su satisfacción.
- ¿Por qué no fuiste ayer? -dijo Christian azotando la puerta- Te estuve esperando
- No quiero que me Toques -dijo alejándose de el-
- No me importa lo que quieres, te enseñaré lo que pasará cada vez que no te presentes en mi habitación CADA VEZ QUE TE LO ORDENO -dijo mientras quitaba su cinturón-
- ¿Que harás? -se alejó de el-
- Idiota -dijo empujándola para que cayera-
- No, espera, mi espalda no, apenas me estoy recuperando -suplico mientras volvía a llorar- haré lo que quieras pero ya no quiero que me hagas daño
Comenzó a golpearme, no pude evitar gritar, el dolor era insoportable, dio cinco golpes en total, mis manos temblaban, me levanté apenas y pude, pero el me empujo a la pared, el dolor se hizo más fuerte, haciendo que un grito saliera de mi.
- Te dije que te arrepentirás si llegabas a desobedecer mis órdenes -su mano bajo y agarro su pecho- no sabes lo caliente que me has puesto, quiero follarte justo en esta biblioteca, marcar lo que es mío
- No soy tuya -dijo Gisselle mientras sentía el dolor en su espalda- el que me metas tu pene en mi no significa que sea tuya, yo solo soy de un hombre y ese hombre no eres tu.
- Maldita perra, como te gusta joderme, pero tu serás mía cada vez que—
Fue interrumpido por un grito.- EL REY A LLEGADO -se oyó desde afuera-
- ¿A dónde vas?, todavía no terminamos -dijo agarrando su cintura-
Mis uñas fueron directo a su cara y lo rasguño, el se quejó y me soltó, mi espalda dolía pero no importaba, Timothée había llegado, salí de la habitación, Christian se había levantado.
- TIMOTHÉE -grito mientras corría por el pasillo- TIMOTHÉE
- Estúpida -dijo alcanzando a Gisselle y tapando su boca-
Me jale, quería ver a Timothée, decirle toda la verdad, me agarre del barandal, no estaban en el comedor, pero la puerta principal estaba abierta, el me empujó contra el barandal lastimando mi abdomen.
- Te va a ir peor -dijo intentando llevársela-
Estaba apunto de llevarme, pero me solté de el, todo pasó tan rápido, perdí el equilibrio, caí de las escaleras, pude escuchar algunos gritos, había llegado abajo, no de la mejor manera, pero estaba lejos de él, escuché una voz, era la de Timothée, lo vi, estaba otra vez aquí, el dolor era tan fuerte, sentía que en cualquier momento cerraría los ojos, pero quería esperar, quería ver a Timothée y así fue, me rodeó con los brazos, lo estaba viendo, agarró una de mis manos, me sentía protegida, no iba a aguantar ese golpe, no supe cuánto pasó, quienes estaban viendo, si Christian seguía ahí, mis párpados cada vez estaban más pesados, si esta sería la última vez que estaría viva, entonces sería la última vez que viera a Timothée, a mi príncipe, todo estaba oscureciendo, dejé de agarrar su mano, no me daba miedo, pero sabía perfectamente que estaba muriendo.
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ᴋɪɴɢ ɪ | ᴛɪᴍᴏᴛʜÉᴇ ᴄʜᴀʟᴀᴍᴇᴛ - VERSIÓN NO CORREGIDA
Teen Fiction𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀 - SIN EDITAR ᴋɪɴɢ: ʟᴀ ʀᴇᴀʟɪᴅᴀᴅ ᴅᴇᴛʀÁꜱ ᴅᴇʟ ᴅᴇʙᴇʀ • Esta historia contiene una segunda temporada... Un Príncipe nunca está lo suficientemente preparado hasta que le ponen la Corona y toca defender a su pueblo con su vida. Un Rey no...