La Pirata Escarlata (One piece x Oc)

Capitulo 9.

Me había subido al mirador, con tal de ver mejor, lo que era la entrada, aunque un extraño sonido, inundaba mis oídos, al igual, que alcanzaba a ver algo extraño, al final de la bajada, y no fui, la única que ha escuchado o visto algo extraño.

—¡Puedo ver una montaña ahí adelante! —señalaba Sanji que estaba al lado de mí.

—Espera —le detuve—. ¡Eso no es una montaña! ¡Es una ballena!

Estábamos un cuanto conmocionados, porque la ballena, era enorme, pelear contra ella, no estaba en nuestras capacidades, algunos estaban intentando que el timón funcione, miraba mi mano, que estaba a muchos días de sanar, y si utilizaba ese movimiento nuevamente, un poco mas incrementado... podría no sanar en un largo tiempo.

¡Bam!

Fueron interrumpidos, pero tiraba justo tiempo a Nami, junto conmigo al suelo, habia lanzado el caño, y la cabeza de Going Merry, casi nos aplastaba a ambas.

—Se han puesto a remar —dije con un poco de alivio, admirando a Luffy parado junto con nosotras.

—¡¿Qué coño le hiciste a mi asiento favorito?! —alzó la voz Luffy, al mismo tiempo que lanzaba un puñetazo a su ojos.

Lágrimas de frustración, salieron de mis ojos, cuando abrazaba a Nami, en busca de confort, Luffy es un completo idiota, había hecho que esa ballena nos mirase, y al mismo tiempo, nos tragaba, en ningún momento deje de abrazar a Nami, y no la solté, por mucho que creyera que estaba muerta o mi vista me estuviese engañando.

Dentro del estómago de aquella ballena, parecía haber una isla y una casa, mire a Nami, quien al parecer estaba viendo lo mismo que yo, aunque saltamos cuando apareció un calamar gigante, pero este fue atravesado.

—Parece que hay alguien allí —hablo Zoro, cuando lagrimas salían de mis ojos por el susto.

—Disparémosle simplemente, volemos la isla con el cañon —ordenaba Usopp alterado.

—Puede que haya alguien adentro —comente parándome.

—Si, hay alguien saliendo —señaló Sanji, efectivamente, habia alguien saliendo de esa casa, pero se trataba de—. Es una flor.

Era un viejo que salía, tal vez y tenía intenciones de pescar, más que salvarnos, pero estábamos en completo silencio, al igual  que nosotros, aunque no le importaba mucho, nuestra presencia, solo se sentó en la isla contigua a la casa, para abrir su periódico.

—¡Di algo, idiota! —alzó la voz Sanji.

—¡Lucharemos si es lo que quieres! —exclamó Usopp—. ¡Tenemos un cañon!

—Paren o alguien morira —replicó, un cuanto amenazante, tomaba el mango de ambas de mis espadas.

—¿Y ese quien será?

—Yo.

—Hey, no se enfaden —pareció ciertamente Zoro algo calmado—. Oye viejo, dinos quién eres y donde estamos. ¿Vale?

—¿No es de malos modales no presentarse a alguien antes de hacerle preguntas? —hablo aquel viejo, en realidad era un cuanto estresante, y la pregunta no se lo tomó tan mal, Zoro, como esperaba—. Me llamo Corcus. Mantengo el faro de las Twin Capes. Tengo 71 años, geminis, grupo sanguíneo AB —rei suavemente.

—¡¿Le puedo matar ya?! —preguntó Zoro.

—Calma —le di suave golpes en la espalda—. Discúlpenos, señor, queremos saber qué es esto, porque si mas no recuerdo, una ballena nos tragó... ¿Qué nos va a pasar?

—Eso ya es otra cosa —responde el sujeto—. La salida está allí.

Efectivamente, había una puerta en el cielo, pero aquel cielo, estaba pintado en verdad, con gran realismo, no puedo creer que, en verdad, me haya engañado.

—No importa, hay que salir de aquí —dije evitando que Usopp saliese del barco.

Las aguas, se empezaron a agitar, la isla, donde descansaba se encontraba encima de un barco de hierro.

—¿Qué es lo que está pasando? —pregunte nuevamente, esta vez, un poco mas alterada—. Explíquelo, por favor.

—Esta ballena ha empezado a golpear su cabeza con red line —explicó el viejo, sumergiéndose en el agua.

—Eso es, la ballena tenía cicatrices en su frente y estaba mirando al cielo —notó Nami, le mire sorprendida—. Está sufriendo dolor.

—No importa lo que este sucediendo, chicos, tenemos que irnos —aclame moviendo a Sanji y Zoro, para buscar remos—. Si seguimos aquí sentados, nuestro barco se disolverá.

Intentamos movernos, pero con lo picado que estaba el mar, nos iba a resultar un cuanto difícil, lograr nuestro objetivo de salir del estómago de la ballena y su jugo gástrico, pero salieron tres personas, una mujer y un hombre extraño, al igual que Luffy, estaba por extenderle mi mano, hasta que recuerdo, lo que ocurrió la última vez.

—Zoro, ve por él —comente para evitar caerme encima suyo o hacerme más daño.

Cuando la ballena se calmó, ya teníamos a aquellos dos tipos extraños, encima del barco, al igual que Luffy, examinaba sus bazucas, mientras le interrogaban, observaba las municiones, al igual que el sistema de disparo.

—Te vas a volar la cabeza —me advierte Zoro.

—Tengo el seguro puesto —comente, viendo por el orificio de apunte a su cabeza, y aprete el gatillo, pero efectivamente no disparo—. Ves.

—¡Mientras siga con vivo no pondrán un dedo encima de Laboon! —gritó el viejo, que entraba nuevamente al estómago de la ballena.

Los dos sujetos, tomaban sus armas e intentaban disparar hacia el cielo, por lo que rápidamente, antes de que salieran de mi distancia, les hice parar, cayendo agua, mirándolos con cara de pocos amigos, pero al mismo tiempo, el sujeto iba a recibir las balas de cañon.

—¡La ballena alimentará a nuestro a pueblo! —declaró el joven que tenia una corona en la cabeza.

Andaba algo enfadada, pero antes de poder reprenderles, por tirar esas balas de cañon, Luffy habia golpeado a ambos sujetos en la cabeza. Dejándolos semi inconscientes, a lo cual, les amarramos con una soga, para colocarlos en aquella isla sobre el barco de hierro.

—Esta es una ballena isla. Proviene del West Blue —explicaba el hombre sentado en su camastro, debajo de la palmera—. Es la especie de ballena mas grande del mundo. Se llama Laboon. Y estos son granujas de una ciudad cercana, quieren la carne de Laboon, y si la cogen, tendrán suficiente comida para su pueblo durante dos o tres años.

Nos explicó la razón, por la que la ballena, Laboon, se anda golpeando contra el Red Line, ya que andaba viajando con un grupo de piratas que bajaron por la Reverse Mountain, y con ellos iba Laboon, y como ese tipo de ballenas, viaja en manada, los veía a aquellos piratas como su manada, pasaron junto con aquel viejo, durante varios meses, reparando su barco, hasta que se tuvieron que ir.

Pidieron que cuide de ella, por ellos, mientras viajaban, al igual que le prometieron regresar.

—¿Te encuentras bien? —me preguntó el hombre, cuando me sacaba las lágrimas del rostro.

—Ha sido una historia conmovedora —respondí—. Pero ¿Por qué continúa golpeándose la cabeza?

—Eso fue hace casi cincuenta años y ella cree que sus amigos están vivos —alce la mirada sorprendida, sintiéndome identificada con la ballena.

He estado en varias tripulaciones de piratas, y en algunas de ellas, pude sentirme en casa, en la última que me había tratado bien, miraba el medallón, que colgaba del bolsillo de mi pantalón, pero... no podría esperar su regreso, ya que ellos fueron asesinados, por mi culpa.

No es así, ¿Lucien?