Capitulo 19. Encontrando a Chopper.

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Mis ojos se abrían, estaba en una cama cálida y lo suficientemente caliente, encima de mí, había un hacha, luego había varias calaveras, pero solo era la cabeza, eso era extraño, al escuchar el sonido de unas pisadas, me levantaba.

—¿Quién eres tú? —pregunte recobrándome, era un extraño reno, llevaba un sombrero con una x en él, andaba en dos patas y tenia la nariz azul, este se sorprendió golpeándose contra una silla, e inmediatamente se iba a ocultar—. Creo que te estas escondiendo mal —intento esconderse un poco mejor, pero, solté una sonrisa y comenzando a reírme de aquel reno—. Eres tan tierno, puedes decirme, ¿Quién eres?

—¡Cá... cállate! ¡Humana! —me grito—. Por cierto, ¿Cómo va tu fiebre?

—Que adorable, inclusive puedes hablar —comente sonriendo.

Luego llegaba una mujer, llamándole Chopper, esta se acercaba con una botella de licor, y un arete en el ombligo, además de una blusa con pétalos de cerezo en ella, tenia un cuerpo joven, mas su rostro tenia unas cuantas arrugar.

—Parece que tu fiebre ha bajado, pequeña, ¡¿Eres feliz?! —preguntaba poniendo su dedo en mi frente.

—Si, gracias... pero ¿Quién es usted?

—Soy una doctora. La Dra. Kureha, pero llámame doctorina —se presentaba riendo, mientras sacaba sus lentos.

—Una doctora, entonces este debe ser...

—¿Quieres saber mi secreto para parecer tan joven?

—Ahora no, ¿Dónde estoy? —preguntaba con educación, mientras esperaba ver a Luffy, ya que el me habia traído hasta aquí—. ¿Dónde está mi nakama? —pregunte un poco mas preocupada.

—Este es el castillo que esta en la cima de la montaña —me explicaba pacientemente—. Si, están durmiendo como bebes en la habitación de al lado —solté un suspiro de alivio, mientras la mujer subia mi blusa, y me señalaba algo extraño, algo rojo en mi vientre—. Mira esto, ésta es la causa.

La mujer me explicó que fui picada por un insecto "Kestia", ese es su nombre. Viven en junglas húmedas y cálidas. Es un insecto venenoso. Cuando te pican, colocan la infección del cuerpo, permanece oculta dentro del cuerpo por cinco días, causando dolor y la fiebre.

—Por el estado de la infección es tu tercer día —comentó—, no es muy común, pero si la dejas continuar y te quedas con ella cinco días, después te sentirás mucho mejor —una rayo de decepción cruzaba mi rostro, pudimos haber ido a Arabasta, pensé momentáneamente—. Porque en dos días más... tu estarías muerta.

El alma se me cayo a los pies.

—¿De donde venías? —pregunta marchándose—. ¿No estarías paseando por la jungla de un isla prehistórica a piel descubierta?

Recorde Little Garden, cuando mi ropa se quemó, eso tenia mucho sentido.

—Duerme. Aun no te has recuperado por completo —me hizo recostarme.

—Muchas gracias. Pero si la fiebre ya esta bajando, yo misma mejoraré, ¿no es verdad? —quise saber, colocando mi mirada en el techo.

—Hasta crees —burlaba la mujer—. Normalmente son necesarios diez días, con mi medicina, todo lo que necesitas es descansar tres días.

—¡Tres días! —me levantaba—. ¡No pue... —la mujer estaba encima de mi cama, con un cuchillo de medicina contra mi garganta.

—La única forma de que un paciente mío sale de aquí, es recuperado o muerto —advirtió la mujer, haciéndome quedar tiesa en la cama.

La Pirata Escarlata (One piece x Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora