Capítulo 13

6.5K 654 109
                                    

*Lena*

En cuanto desperté hice el intento de abrir los ojos, pero la maldita luz que entraba en la habitación me tomó por sorpresa. Me quedé unos minutos con los ojos cerrados y cuando estuve más consciente me dispuse abrazar a Kara, sin embargo no la encontré a mi lado.

 Me quedé unos minutos con los ojos cerrados y cuando estuve más consciente me dispuse abrazar a Kara, sin embargo no la encontré a mi lado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Kara?—Pregunté en voz alta—¿Amor? ¿Cielo?

No obtuve respuesta alguna, así que me levanté y fui a darme una ducha para quitarme la resaca que tenía.

(...)

—Hasta que despiertas—Habló Sam con un vaso de agua en la mano.

—¿Dónde está Kara?—Pregunté inmediatamente.

—¡Uy!, Aquí hay una que ya no puede despertar sin su amada porque le da algo.

Rodé los ojos y la miré con seriedad.

—Está en el lago—Contestó—Se veía muy frustrada ¿Qué le hiciste?—Preguntó divertida.

—Nada que ella no quisiera—Dije esto y salí de la casa.

Mi rubia estaba sentada en el pequeño muelle, jugaba con el agua y a la vez lanzaba pequeñas piedras. En silencio me acerqué a ella para que no notara mi presencia.

—¿Qué haces tan solita, cariño?

—¡Puta madre!—Se tocó el pecho—No me asustes así, Lena Luthor.

—¿Quieres agua?—Pregunté.

—¿Para qué?

—Para que se te quite lo seca que estás conmigo.

—Te mereces eso y mucho más.

Fruncí el ceño.

—¿Se puede saber qué rayos te pasa? 

No me hizo caso y siguió mirando el agua.

—Deberías recordarlo. Por cierto, eres muy romántica, esa no te la conocía.

— No sé de que me estás hablando.

—¿Acaso te suena de algo "No te preocupes, tan borracha no estoy".? ¡NO! Mejor esta. "Podré beber de ese hermoso manantial que tienes entre tus piernas".

Un leve recuerdo llegó a mi cabeza y me tape la boca con la mano, avergonzada. Ni yo misma me lo creía.

—No me digas que te dejé con las ganas después del primer orgasmo—Me senté a su lado rápidamente.

—Sí, Lena. Lo hiciste—Hasta en los ojos se le notaba la decepción.

—No puede ser, no me siento digna de ser tu novia—Bromeé.

—Todo se puede arreglar—Sonrió coqueta.

—¿Y cómo, Directora Danvers?—Le seguí el juego.

—Acércate a mi lentamente.

¿Me odias? • (AU Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora