Wei Yuan estaba teniendo un conflicto consigo mismo cuando JingYi pronunció esas palabras tan complicadas:
"No necesito que me regales nada"
Cuando dijo aquello, Wei Yuan había decidido que aunque su novio no le dijera qué quería, él le daría algo de todas maneras, por lo que sólo tenía un pequeño problema.
¿Qué regalarle a tu novio cuando literalmente lo llenas de regalos? JingYi jamás le había pedido algo, pero Yuan siempre le compraba lo que sugería era lindo. Peines, juguetes, perfumes, ropajes. Todo lo que JingYi quisiera.
Por eso ahora se odiaba, era realmente un novio consentidor.
En el centro comercial donde estaba, comenzó a pensar detenidamente qué debería darle. Si lo pensaba bien, ya había estado en ese sitio hacia un par de años atrás, pero cuando recién empezaban la relación con JingYi... cuando recién eran novios, pensó.
Lo primero que vio, en su desespero, era una colección de adornos para el cabello, y entonces suspiró. Eran adornos bellísimos, que seguro decorarían agradablemente las hebras de JingYi y resaltarían su pálida piel, sus labios sutiles y a veces groseros; con el color de aquellos adornos lila, tal vez JingYi luciría incluso más angelical de lo que originalmente era, sólo que había un problema persistente y tedioso.
Ya había comprado todos los peines y adornos para el cabello en todas las tiendas de ese centro comercial. Nuevamente suspiró, mientras pasaba por el sitio. Las ornamentas de jade, los tallados en mármol, e incluso los que tenían hilos de oro, todos habían sido comprados por él, ¿y qué le había dicho JingYi?
"Gracias" pero nunca los usó. Quizás porque el precio era exagerado para algo tan pequeño, y realmente JingYi no estaba cómodo cargando cosas vistosas. Era alguien en demasía simple.
A continuación, miró la siguiente tienda. Era una joyería. Siguiendo la línea de pensamiento anterior, Wei Yuan recordó que, al ser JingYi algo sencillo, tal vez debería regalarle algo menos vistoso y más... de su estilo: una pulsera, un colgante, tal vez un anillo. Tragó seco cuando pensó en un anillo decorando esos dedos, pero no le desagradaba mucho la idea. Sin embargo, todavía eran muy novatos en las circunstancias románticas, y no estaba seguro de que pudiera cruzar la línea de proponerle matrimonio a JingYi, quizás eso sería en otra ocasión.
Cuando cayó en cuenta, ya estaba dentro de la joyería, y en sus manos reposaban algunas pulseras talladas, con gemas incrustadas que seguían siendo llamativas. Hizo un gesto de desagrado y las evitó, mirando hacia las cosas más simples.
Había una que tenía un conejo. Un hermoso grabado de conejo que seguramente aceleraría de emoción el corazón de JingYi y le haría envolverlo en un fuerte y dulce abrazo que enamoraría aún más a Wei Yuan, como si acaso aquello fuese posible, pues estaba perdidamente enamorado de su novio. Pero luego suspiró cuando un recuerdo vino a su mente.
La confinación de JingYi fue de cuatro días. No quería volver a ver a su novio encerrado por su culpa. Sí, Yuan había comprado una pulsera cuando aún eran mejores amigos, una de cuerina con una gancho de acero, que JingYi había comprado porque casualmente amaba ese color. Una pulsera demasiado barata, pero al parecer, muy significativa, pues la perdió en una de sus salidas y JingYi decidió que nunca en su vida usaría pulseras.
Yuan suspiró desganado, dejando la pulsera tallada de lado. No, no perdería una vez más a su novio. No se lo permitiría.
Cuando salió de la tienda, pensó que realmente no había algo que JingYi quisiera o necesitara realmente. Tenía los más modernos aparatos electrónicos, los dulces que se le antojaban, las cosas que deseaba... ¿qué podía darle Yuan?
Lo peor es que JingYi realmente amaría lo que fuera que le diese. Pero Yuan no quería tener ese privilegio, quería darle algo verdaderamente inolvidable, pues sentía que esa navidad sería así. Inolvidable, como el brillo en los ojitos de JingYi cada vez que conseguía algo que él realmente amaba.
Sintiéndose miserable, suspiró. Nuevamente, la idea del anillo lucía tentadora, pero al mismo tiempo, se pondría una soga al cuello. JingYi era muy pequeño, y él también. El matrimonio no era opción.
Cuando se dio cuenta, había pasado cinco horas en aquel lugar, y llevó sus manos a su cabello. Ya no podía más con esa sensación. Quedaba tiempo, sí, pero no sentía que mereciera aquello.
Hasta que vio esa tienda, y su mundo se iluminó. Desde la banca a la que había llegado, lucía etérea la cosa que le brindaría alegría a JingYi.
Con energía, se levantó. La mente procesando a mil, la idea personal que de repente se le hizo tan sencilla y afable. Porque JingYi era esas dos palabras, y entonces Yuan se sintió idiota por no notar antes lo simple que era conseguir la felicidad del chico que más amaba en ese vasto universo.
Ahora le tocaba esperar.
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Okay, me atrasé, pero mañana subo los otros dos uwú o tal vez suba hoy, en un rato, el siguiente...?
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[Mo Dao Zu Shi] WinterFest 2019 (ZhuiYi)
FanficReto de 31 drabbles/One-shots inspirados en el universo de MDZS, con temática de invierno/navidad. ©Fanart: @limetea0528