Relax

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Era la semana antes de los resultados de las pruebas de admisión universitaria, y SiZhui podía ver a su novio echando humos en todas partes. Estaba aterrado.

JingYi era sumamente capaz de pasar los exámenes con la mayor puntuación sin ningún problema, salvo por su único conflicto, que era precisamente lo que lo tenía tan nervioso: bloqueo de pánico. Cuando estaba bajo presión, olvidaba todo lo aprendido y estudiado.

SiZhui sabía que eso no era culpa de JingYi, sino de su sistema nervioso, era una reacción biológica, ¡pero esas reacciones podían costarle su futuro!

JingYi no había dejado de dar vueltas por la casa, fuera la de él o la de sus padres. Y SiZhui sabía que debía ayudar a su novio pero, ¿cómo?

Como si algún dios escuchara su petición, o tal vez sus padres lo espiaron, repentinamente le dieron algo de dinero con la excusa de que "podía viajar para distraerse antes de ingresar a la universidad".

Debía llevar a JingYi entonces. Pero primero tenía que contarle que saldrían de la ciudad unos días y rayos, ¿los padres de JingYi permitirían al más bajo salir de la ciudad sin tener la certeza de que él ingresaría a estudiar?

Pero al parecer, el estado de JingYi daba tanta lástima, que no tuvo mayores problemas convenciendo a sus suegros.

Aunque todavía no se atrevía a llamarlos así.

-¿Son boletos para salir de la ciudad? –Preguntó JingYi cuando SiZhui llegó con algunos bolsos vacíos a la casa del que cuestionaba, mientras extendía unos cartones impresos y se los enseñaba, como incrédulo de la situación.

-Sí, A-Yi, puedes ver que son boletos y que nos iremos de viaje. –Mencionó despreocupado, ingresando al cuarto de su novio y abriendo los bolsos–, ¿Me ayudas a ordenar la maleta?

JingYi sonrió y asintió ruidosamente, "¡Eres el mejor en el universo!" Le había dicho a SiZhui.

Pero SiZhui sentía que el mejor era JingYi, y esa lucha entre ellos jamás parecía terminar.

Una vez que el bolso estuvo listo, fueron a la terminal de buses, cargaron sus cosas y partieron. Fue un viaje tedioso de tres horas, donde dos de ellas fueron horas de ver a JingYi cabecear y pelear en sueños con una calabaza gigante. SiZhui sólo se reía y acariciaba sus cabellos.

Estaba feliz, ciertamente llevaban un tiempo saliendo, y parecía que sólo podían enamorarse más el uno del otro por cada día que pasaba. Por eso a SiZhui le dolía verlo tan fuera de sí mismo, tan tenso ante una prueba que, claro, definía su futuro, pero solo detectaba su capacidad de retención.

Y ciertamente, lo único que JingYi sabía retener siendo tan volátil, era el corazón de SiZhui. Y eso no era algo que hubiera hecho a propósito, SiZhui podía dar su confirmación.

Como si JingYi pudiera leer sus pensamientos, se despertó ligeramente cuando estaban llegando a su destino. Lo primero que hizo fue besar la mejilla de su novio, e inmediatamente fue a su teléfono celular, para revisar los resultados de la prueba.

SiZhui tuvo que darle un regaño y ocultar su teléfono móvil, porque llevaba toda esa semana recordándole que los resultados se darían la semana siguiente.

-¡Lan JingYi! –Fue lo primero que dijo cuando bajaron del bus, y vio a su novio encogerse en su propio sitio–, no puedes estar así, estamos en diciembre, debería ser el mes más relajante para todos, ¡sin embargo, están todos preocupados por ti! –Exclamó–, cuando el único que debería darte atención soy yo, ¿Sabes? –Agregó, mientras JingYi sólo sonreía.

-Lo siento. No puedo estar relajado hasta ver el resultado de esa jodida prueba. –Maldijo en su interior.

SiZhui sólo pudo tomar sus manos, y acarició su cabello con mucho cariño.

-A-Yi, seguro lo has hecho bien, como siempre. –Comentó, mientras soltaba sus manos y se acercaba para besar su frente.

JingYi olvidó respirar por un momento, como si SiZhui pudiera hacer con algo tan banal como un beso que el tiempo se detuviera.

-No lo sé... –Respondió inseguro, mientras sentía los labios cálidos de SiZhui sobre la piel de su rostro. Besos fugaces y tiernos.

-Siempre lo haces bien. –Aseguró, mientras miraba a sus ojos.

JingYi nunca sintió tantas paz como cuando vio la confianza de SiZhui en sus ojos. Más allá de sentir nervios, le creyó.

Y qué poderoso era el amor, para hacerle creer a alguien que seguramente lo había hecho bien, cuando ni él mismo confiaba en su persona.

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Mientras no me vaya a dormir, ¡Sigue siendo siete de diciembre! Cómo sea, nos leemos en algunas horas. 💛

[Mo Dao Zu Shi] WinterFest 2019 (ZhuiYi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora