Magic

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Cuando Yuan lo vio, sintió que algo en la figura, en los rasgos, en esos ojos mágicos del muchacho de cabellos cortos, era magia.

El chico siempre cargaba un ceño fruncido cuando estaba en esa biblioteca, pero deducía que tenía que ver con el aroma a moho del sitio, tal vez con el hecho de que cada vez que pisaba la madera, esta crujía bajo sus pies, e incluso tal vez tenía que ver con los libros en mal estado del sitio al que iba desde que tenía memoria.

La vez que pudo apreciarlo mejor fue cuando estaba en el sector de la literatura española. El muchacho se acercó al bibliotecario y le preguntó si podía quedarse hasta después del plazo, ¡Incluso prometió barrer la biblioteca y otras cosas!

El dueño le dejó quedarse, incluso le dio la llave, pero no aceptó su ayuda. Dijo que confiaba mucho en él, porque aunque habían bibliotecas mejores, él siempre había preferido aquella lúgubre estructura para estudiar.

El chico más bajo se sonrojó, agradeció, volvió a su sitio, y Yuan no pudo evitar preguntarse por qué el muchacho de nombre desconocido que emitía magia se quedaba a estudiar hasta tan tarde, ¿Tendría problemas en la universidad? ¿Tal vez no podía estudiar en casa?

Y repentinamente se encontró hablando con el bibliotecario sobre el muchacho de flequillo largo, como si no tuviera algo más interesante que hacer, o tal vez ese chico era lo más interesante que le había pasado en años.

-Oh, él es JingYi. —Dijo el bibliotecario, y Yuan se rió por lo sencillo que fue conseguir el nombre. Sonaba casi tan mágico como quien lo portaba, ¿Quizás JingYi era un mago? Porque parecía emitir luz en toda esa obscuridad a la luz de las velas, incluso le hacía creer que la ilusoria luz de la noche emitía un brillo real.

-¿JingYi, me dijo? —Preguntó, degustando la sensación que quedó en sus papilas gustativas después de haber emitido esas sílabas, ¿Qué rayos sucedía con su sentido común? ¡Era ridículo sentir el latido de su corazón acelerarse por haber dicho un nombre!

-Mhm. —Asintió el bibliotecario—, es hijo de los Jiang, pero como son sitios ruidosos, prefiere estudiar acá. Al parecer, le gustan los sitios fríos y oscuros. —El bibliotecario repentinamente lucía con una ternura en los ojos—, es muy estudioso y quejumbroso. Siempre lo oirás pelear consigo mismo, con sus ensayos, con sus exposiciones, pero jamás ha reprobado. Supongo que en casa lo presionan.

Pero Yuan se quedó pensando. ¡Era hijo de los Jiang! ¡Teóricamente se conocerían algún día!

Sentía, sin embargo, que algo no le gustaba de todo ello. Que si quería hablarle, no debía depender de sus conexiones.

"¿Tal vez podría...?" Sin pensar mucho más en el tema, cogió un lápiz del escritorio del bibliotecario, y escribió su nombre y número en el papel. Tal vez podía ser su amigo, si tan sólo fuera más imprudente como su papá, y no hubiese adquirido las habilidades sociales de su padre... Quizás podría ser desvergonzado y darle ese número telefónico, ¡Decirle que estaba interesado en saber más de él! Porque emitía una vibra cálida.

Pero no pudo, y el número telefónico se quedó estancado dos semanas en su bolsillo, como si nunca hubiera existido. Yuan, sin embargo, siguió yendo a la biblioteca, conversando con el encargado. Se enteró de qué estudiaba el más bajo, supo que era alguien de expresiones intensas e incluso muy transparente, y aquello le maravillaba, pero algo se sentía mal, como si fuera...

-Un acosador. —Le dijo su papá cuando le contó su inquietud— ¡Si quieres saber sobre él, dale tu número, dile que te interesa, e invítalo a salir! ¡Sé claro! —Inhaló profundo cuando vio el temor en los ojos de su hijo—, mira A-Yuan, sé que es hijo de Jiang Cheng, que es complicado, ¡Incluso porque soy su hermano no biológico y las cosas son tensas! —Wei Wuxian respiró profundo antes de seguir—, pero que eso no te detenga. Tu papá no es el mejor ejemplo de cómo ligar con alguien, menos tu padre, ¡Pero lo intentamos, y funcionó! Así que le darás tu número, y te disculparás por hablar con el bibliotecario sobre él. —Finalizó.

Sí se sentía algo culpable, pero en su defensa, el bibliotecario adoraba a JingYi, y era natural para él hablar del único chico leal que iba a la biblioteca a diario. Y Yuan no era quien para evitar que el mayor hablara sobre el muchacho.

Aún así, nunca esperó que el arrepentimiento se sintiera tan dulce. Fue un día quince de diciembre, recuerda, y todavía siente que aquello fue un milagro, y le dio una esperanza a su trastornado corazón. Le dio una oportunidad de redención.

Casualmente había querido leer mitología, porque el día anterior su papá le había contado que vio una copia del libro favorito de Yuan en la biblioteca, y Yuan quiso revisarlo otra vez. Prácticamente lo sabía de memoria, porque lo leía desde pequeño, cuando sucedió.

-¿Hola? —Escuchó una dulce voz, y sintió que las letanías angelicales no se podían comparar a esa melodía— Soy JingYi —Y Yuan pensó que ya lo sabía, pero ese nombre sonaba incluso más lindo emitido desde los labios del dueño—, resulta que necesito ese libro para fundamentar la tesis de mi ensayo, ¿podrías prestármelo? —Preguntó educadamente, y Yuan comenzó a dudar de si acaso era el mismo chico que le había dicho el bibliotecario.

Esperaba que su rostro no transmitiera sus nervios, pero sintió su corazón latir en sus orejas, y un sonrojo subir a su rostro.

-Oh. —Fue lo único que escapó de sus labios, sin querer—, lo siento, JingYi. —Reverenció, antes de ponerse en cuclillas y tomar el libro que se le había caído de las manos—, soy Wei Yuan. ¿Necesitas ayuda en tu ensayo?

Sintió que jamás se arrepentiría de esas palabras, y después de semanas, el papel con su número telefónico terminó en manos ajenas, con una sola promesa.

"Te escribiré cuanto antes"

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Aaaaa, 999 palabras again ;; amé esta idea, quisiera desarrollarla más algún día 🤧 ¡Nos leemos mañana!

[Mo Dao Zu Shi] WinterFest 2019 (ZhuiYi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora