Capítulo 12: El sabor de la derrota

1.6K 114 9
                                    


POV Robin

Desde que era pequeña lo supe, no era una niña común, mi madre siempre me daba libros, casi nunca estaba en casa y cuando no era así poco tiempo era el que compartíamos, entonces entendí que ella era admirada por las personas, quizás sentía celos de eso...entonces descubrí a la edad de 8 que mi madre era una mujer muy inteligente, la mejor, entonces desde ese...sería superior a ella.

No me complique mucho por la falta de atención, llegaría cuando tuviera éxito, exámenes, libros, materias, premios, todo eso fue resultado de mi mente prodigiosa, nunca me enforcé de más, nada Valia el tiempo que se me daba, es decir, si tenía que aprender algo en 2 meses lo hacía, ni más ni menos.

-Tus resultados son los mejores, continua así hija-

Aquellas palabras fueran las primeras de apreciación que me dio mi madre, mi padre nunca discutió nada de ello, más que nada porque cuando tenía 3 ella había muerto en un accidente, por ello mi madre tomo todo tipo de acciones para tratar de no preguntarle, ya que..." No es tema importante" desde ahí mi vida fue una espiral de cosas que poco a poco me comenzaron a dar aburrimiento.

Clases de piano, la mejor, clases de literatura siempre la mejor, no fallaba en nada, mi madre se presentó a todos mis concursos, sin embargo cuando cumplí 15 años su atención o aprobación ya no era algo que buscara, simplemente ella había perdido el poder de ser la mejor, fue directora de la escuela y cuando entre, ella se retiró, dejándome un puesto abierto en el consejo, el nuevo director no tenía idea de cómo administrar este instituto, entonces tome el control con sugerencias, acepto y dejo a mi disposición la administración de la misma, algunas personas son simplemente incompetentes.

16 años y era presidenta y por bajo la mesa casi directora, entonces llegaron los que considere podían ser mi aliada...o mis enemigos.

Kaya no presento ningún tipo de talento particular más allá de sus buenas calificaciones, sin embargo, aspiraba ser elegida jefa del grupo, tenía ambiciones, era una persona con muchas posibilidades de entrar y pedir ser presidenta.

Lucci entro con promedios buenos inferiores a los de Kaya, pero tenía determinación de salir con los mejores promedios del año.

Hancock era la más bella de todo el curso, llena de ego y una diva en toda su extensión, nadie le ordenaba que hacer o cómo actuar.

Viví era la última entre aquellos, nada particular, sin embargo, su forma de dirigir era superior a la de Kaya, siendo ella una chica sin mucho que destacar individualmente fue a quien tomé de primera mano.

-Debido a tus capacidades, te ofrezco un puesto como secretaria del consejo ¿aceptas? - Ella quedo encantada con aquel puesto, se volvió mi mano derecha, su mente funcionaba bajo órdenes claras y rápidas, su manera de ejecutarlas no tenía precedente, con la guía adecuada podía hacer mucho más...pero no era mi intención hacerlo.

Poco tiempo después Hancock llego exigiendo un lugar, su actitud era desagradable, entonces tuve que ponerle un alto dentro de mi oficina, con llamadas y contactos de mi madre su familia rica quedo en una crisis por medio mes, ella bajo su actitud en ese tiempo, el cual aproveche para dejarle sentir el poder que tenía la gente poderosa, se postro ante mi pidiendo clemencia.

Lucci estuvo presente ese día, condicionando cualquier intento de rebelión, el problema más grande fue Kaya quien un día estaba disfrutando de su desayuno mientras jugaba ajedrez.

- ¿Puedo jugar una partida amistosa? - Le dije con una sonrisa, ella acepto inocentemente, me ofreció el primer movimiento con las piezas blancas.

Una Historia EscolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora