Retorcido

Visita en la oficina

Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son míos, son propiedad de J.K. Rowling. La historia tampoco me pertenece, es de MrBenzedrine y fue beteada por AndyGrangerWeasley.

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Un nuevo año no significa que hay un nuevo yo. Estoy de vuelta en el trabajo, igual que siempre, aprobando o rechazando proyectos. Sin embargo, lo único bueno de regresar es verla usar esos tacones azules y una falda tubo que no deja ninguna curva a la imaginación. Aún no hemos hablado, pero aún es temprano y en mi pecho se agita un nuevo sentimiento cada vez que pasa por la puerta de mi oficina. Mi oficina está ubicada estratégicamente frente a los cubículos y la puerta funciona como un mágico espejo unidireccional, eso significa que mis empleados no pueden verme, pero yo puedo verlos a ellos. Puse este hechizo recientemente, después del beso para ser exactos, simplemente para poder ver a la señorita Granger ir y venir. Algunos podrían llamarlo "acoso", yo lo llamo mantener un ojo en mi personal.

Cuando ella se acerca a mi oficina, estoy preparado. Muevo unos cuantos papeles en mi escritorio, simulando estar ocupado, ella pasa junto a mi secretaria y cruza la puerta como si fuera la dueña del lugar.

—Malfoy, me gustaría hablar contigo.

Puedo ver a mi secretaria agitada en su escritorio, sorprendida por el arrebato de la joven.

—Por supuesto —hago un gesto hacia la silla frente a mí y la observo cerrar la puerta, ella se percata de los empleados que trabajan en el espejo mágico.

—Eso es... nuevo —inclina la cabeza, casi fascinada—. Muy inmoral.

—Mantener un ojo en mis empleados no es inmoral.

—¿Nos has estado observando toda la mañana?

«Más bien a ti» casi digo, pero elijo otro enfoque.

—Solo un poco, son bastante aburridos. Como mariposas revoloteando alrededor de un jardín.

—Las mariposas son bastante hermosas y apenas aburridas —se da vuelta y se encuentra con mis ojos.

—Lo mismo podría decirse de ti —declaro.

—Lo que... me lleva al tema importante —Hermione Granger se acerca a la silla vacía y toma asiento—. Supongo que nadie puede vernos o escucharnos.

—No —yo sonrió.

—Fantástico —inhala fuertemente y yo gimo por dentro, es un hecho bien conocido que de ninguna manera saldrá algo bueno de esa boca, no cuando ella ha decidido que lo que sea que tenga que decir requerirá de mucho aliento—. Deseo discutir los eventos de la víspera de Año Nuevo, si pudiéramos —me sorprende y agrega a último momento— por favor.

—¿En el horario de trabajo? —mi sonrisa debe ser radiante para que ella me frunza el ceño como lo hace.

—Lo que hicimos va en contra de todos los principios que tú y yo defendemos.

—Por favor ilumíname.

Ella pone una expresión severa y regurgita las mismas tonterías que ya estaba esperando.

—En primer lugar, somos compañeros de trabajo. Lo que hicimos viola al menos tres códigos de la empresa, así como mi propia moral.

—¿La cuál es?

—Nunca te involucres con una serpiente.

—Ooh, está bien. ¿Fue el desgraciado de Weasley quien te enseñó ese lema tan absurdamente tonto?