Retorcido

El precipicio

Disclaimer: Los personajes de Harry Potter no son míos, son propiedad de J.K. Rowling. La historia tampoco me pertenece, es de MrBenzedrine y fue beteada por AndyGrangerWeasley.

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Las semanas posteriores a esa primera cita se han pasado sin pena ni gloria. Paso mis días en la oficina, pero el espejo mágico en mi puerta compensa todo. Cuando trabajo, puedo verla. Ahora que ella tiene conocimiento sobre mis sentimientos por ella, «sentimientos es una palabra tan absurda», ocasionalmente la he atrapado mirando hacia la puerta de vidrio opaco que la separa de mí. A veces, me regala una débil sonrisa, otras veces ella simplemente se apoya en un escritorio mientras habla con un compañero de trabajo, riéndose de alguna tontería. No creo estar imaginando que sus camisas se volvieran más ajustadas y sus faldas estén más cortas. Sigue luciendo recatada, pero yo la veo a diario y he notado los pequeños cambios.

Por la noche, mantengo un delicado equilibrio entre las salidas casuales con la bruja y rascar la maldita picazón dentro de mi cabeza.

En las noches que estoy con ella, me siento libre, seguro y cada noche supera mis expectativas. Me gustaría decir que solo he tenido ojos para Granger y que deje de lado a las putas que prácticamente se lanzan sobre mí, pero para ser sincero, soy un hombre, un hombre con necesidades. Y hasta ahora, lo más cerca que he estado de las bragas de Granger fue hace dos fines de semana cuando se sentó en mi regazo mientras escuchábamos jazz en su departamento. La frustración sexual me está matando y no soy lo suficientemente fuerte como para contenerme. Así que he tenido encuentros con mujeres extrañas para mantener mi cama caliente, después de mis citas con ella. Cada extraña posee una cierta cualidad de la bruja que es dueña de mi corazón y que he llegado a adorar, algunas tienen el cabello rizado, otras ojos marrones, otras actitud de saberlo todo, pero todas comparten una cosa en común: no son ella y eso está empezando a afectarme.

En las noches que paso solo, que son la mayoría, debo agregar, he necesitado mantenerme ocupado y las mujeres, aunque son agradables, simplemente no son suficientes. Me encuentro mirando a mi libro de registros, viendo los nombres garabateados que he agregado con los años. Cada vida que he tomado. Un recordatorio de cómo el nombre de Hermione Granger nunca estará en este libro.

Nostálgico, me muevo al primer nombre. "Irma Leopold", la primera vida que apagué. Fue un accidente, un crimen pasional según los tribunales. No había sabido, del poder abrumador de mis manos. Pensé que se usaban para escribir, montar una escoba y complacer a una amante. No tenía idea de que mis manos pudieran hacer mucho más. Estrangular. Romper. Poner miedo en los ojos de mi víctima.

No sabía lo que estaba haciendo en ese entonces, pero no tengo excusas, sé quién será mi víctima antes de salir por la puerta, con la varita en un bolsillo y mi cuchillo en el otro. Si debo tener esta irritante necesidad de ser malo, me aseguraré de solo hacer sufrir a los que lo merecen.

Esto es lo que soy. Esto es lo que seré. Los dioses ayuden a Hermione Granger, porque está atrapada en la parte posterior de mi cerebro como un gusano que infesta el cuerpo de su anfitrión. Ella es parte de mí ahora y como tal, será parte de la locura que caerá esta noche, incluso si no tiene ni idea. Ella es mi inspiración. Ella es mi musa.

Los Dioses ayuden a Hermione Granger.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Toc, Toc.

—Adelante.

Hermione me sonríe cuando se acerca, con un montón de libros de contabilidad en sus brazos. Cierra la puerta detrás de ella y entra en mi oficina, más contenta de lo que la he visto desde que comenzó ese insoportable programa S.P.E.W. cuando estábamos en Hogwarts. Coloca los libros de contabilidad en la silla frente a mi escritorio y golpea sus manos.