Jasper

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Habia sido una mala noche. Ripley habia sido asesinado por el FBI y ella estaba sola de nuevo. Miro la cadena con el nombre impreso. En un arrebato de irracionalidad, ella supuso que podria compartir su vida con otro ser vivo. Uno que sea incondicional con ella, que nunca la dejara y que pudiera amarla como un buen amigo. Alguien a quien llegar por las noches y con quien pasar los fines de semana. Alguien por quien preocuparse, a quien extrañar durante el dia y a quien amar. Su departamento estaba sumido en la oscuridad pero la luz casual del farol en la calle alumbro con fuerza la medalla en su mano.

Ripley Brennan.

No podia decirse que no lo intento. Incluso se aseguro que sus restos no sean arrojados a la basura, sino que tenga un entierro intimo, cavando su tumba con sus propias manos. Si Booth no la hubiera acompañado, posiblemente todavia estaria en el parque junto a la tumba del que nunca llego a ser su canis lupus familiaris. Acabo una botella de vino esa noche, llorando por el noble animal que habia sido obligado a matar a una persona cuando su objetivo era solo el de complacer a su amo... el muy bastardo que esperaba, se pudriera en la carcel por unos buenos años.

Booth habia sido muy gentil y amable con ella en todo momento y nunca hizo o dijo nada para minimizar o ridiculizar su estado de animo. Ella lo aprecio mas por ese gesto. Estuvo ahi para ayudarla a conseguir el cuerpo, ir al parque, turnarse para cavar la tumba, permanecer a su lado mientras lloraba la perdida de Ripley, sostenerla entre sus brazos mientras la pena se incrustaba en su metaforico corazon... de alguna manera, Ripley le recordaba a Booth. Ambos tenian calidos ojos marrones y eran leales con los que consideraban parte de su familia. La presencia de Booth a lo largo de todo ese doloroso proceso alivio en mucho la perdida que sentia, sin embargo ahora, en la eterna soledad de su departamento, nadie la libraba o salvaba de la realidad.

Estaba sola.

Seguia sola.

Y no sabia si algun dia remediaria ese estado constante de nada a su alrededor.

...

La mañana llego y Temperance Brennan abrio los ojos para cerrarlos de inmediato. Por primera vez en su vida, no iba a ir a trabajar y se quedaria en casa durmiendo... si, buen intento Temperance pero sabes que debes ir al Jeffersonian porque 1. Te pagan para trabajar. 2. Es peor quedarse sola en tu departamento con la soledad riendose en tu cara (bueno eso es metaforico pero mil mililitros de vino en tu sistema pueden hacer eso) 3. Booth mandaria un escuadron SWAT a desmantelar su casa con el mismo a la cabeza, si aparecia por el Jeffersonian y no la encontraba por ningun lado... en fin, solo cerraria los ojos un momento antes de levantarse... solo un minuto mas...

Un sonido no muy familiar llego hasta ella en medio de la bruma del sueño. Eran unos gruñidos leves seguidos de algo humedo presionado en su mejilla... no estaba segura de en que clase de sueño extravagante se habia metido esta vez ya que los ultimos sueños desproporcionados que habia experimentado se referian a ella y un muy apuesto agente del FBI en una playa desierta en medio de una isla perdida en el oceano, con un guion muy sospechosamente parecido a la pelicula La Laguna Azul... definitivamente no debo dejar que Angela vuelva a seleccionar las peliculas en nuestras "noches de chicas"

OINC!

OINC?!

Sus ojos se abrieron de golpe y un pequeño hocico se revelo frente a sus ojos. Un hociquillo rosado que exploraba su cara alegremente. Tomo en sus manos al puerquito y lo levanto hasta quedar cara a cara mirandolo con una expresion de incredulidad impresa en el rostro. Era rosado con pequeñas manchas negras y tenia puesta una ropa de mascota con el lema "Soy el puerquito de Bones" impreso en el frente. El animalito grulia de contento y su cola enrroscada rebotaba como un pequeño resorte mientras Temperance intentaba salir del asombro, cerrar la boca y formar una oracion coherente en su cerebro.

- De donde saliste tu?!

- Oh Bones, buenos dias! Veo que ya conociste a Jasper!

Enfoco mis ojos hasta el dueño de la voz en el pasillo y veo a mi compañero saliendo de mi cocina con dos tazas de cafe. Hay un paquete de donas en la mesa de centro frente a mi. Me habia quedado dormida en el sofa. Booth llega a mi lado y se sienta a la altura de mis caderas, empujando un poco para hacerse espacio. Deja las tazas al lado de los pastelillos y coge al denominado lechon Jasper para rascarle la cabeza. Los chilllidos de gusto de mi nueva mascota y la sonrisa Boothy indican que ambos se sienten a gusto. Un momento... Mi nueva mascota?

- Me compraste un cerdo?

- Lechon, Bones y es tamaño TOY. Crecera un poco mas y podras mantenerlo en tu departamento. Hasta te compre la correa.

Me paso la cadena y un pequeño pinchazo de dolor se alojo en mi pecho al recordar a Ripley. Un cer... lechon y era mio. Miro el nombre en la cadena y volteo a ver a mi socio que le da trozos de dona al pequeño que esta muy ansioso por terminar la caja entera.

- Jasper?

- Si, Jasper Brennan-Booth.

- Te golpeaste la cabeza antes de llegar a mi apartamento?

- Jesus, Bones... uno planificando algo bonito para su compañera y que recibe?

- Bueno, yo recibi un cerdo... compartimos la custodia?

- Vivira contigo pero tengo derechos de visita. Cuando sea mas grande lo llevare a mi casa, si lo permites. Incluso le enseñare a conducir y a cortejar chicas pero nada de bebidas alcoholicas, no hasta los 21.

- Es un mini cerdo no nuestro hijo.

- Nuestro hijo? Oh Temperance, en serio dijiste eso? Un hijo conmigo?

- No, es el alcohol. El alcohol es un poderoso deshinibidor y es por eso que digo tonterias sin sentido en este preciso instante...

Dios, sabia que esto no se iba a quedar asi. La sonrisa Boothy estaba en todo su esplendor y mi pequeño lechon reclamaba atencion... esto solo era el comienzo de la invasion Booth en mi vida...

De algo si estaba segura.

No volveria a estar sola jamas.

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