Notas a la noche

Carta a ti, querido anónimo

Querido anónimo:
Escribo esta no porque la leerás, porque nunca llegara a ti mi querido anónimo y es un hecho. Quiero agradecerte por cada palabra de amor divulgada, por cada consuelo a las tres de la madrugada y por miles de cosas mas pero creo que seria demasiada larga esta nota. Perdona mi egoísmo el cual sin querer te daño a pesar de que no deseaba aquello para ti, quizás fue un error el aparecer en tu vida mi querido anónimo pero para mi nunca serás un error. Además, extraño cada caricia que me llevaba al cielo y me traía nuevamente a tierra pero se que jamás volveré a sentirlas porque ya no estas aquí, ¿Acaso nuestras promesas seguirán inconclusas? ¿No volverás?, ay que dolor por ello pero aun así no puedo obligar a tu corazón a que sea el mismo, te he dañado y eso jamás se reparara ya que siempre quedaran las cicatrices.
Extraño tus motes cariñosos como también tus regaños, extraño esos momentos en que solo éramos tu y yo mientras que el tiempo no importaba; el cariño que me entregaste me hizo sentir especial pero también presionaba, desee ser la persona perfecta para ti como tú lo eras para mi pero siempre me ganabas, siempre estabas un paso delante mía mi querido anónimo. Quizás si siguiera esta nota jamás terminaría, por ello la acabare aquí mismo con un te amo y un adiós porque los “hasta luego” caducaron hace bastante. “Siempre habrá un mismo cielo que nos una” era lo que mas decías y te adelantaste, descansa en mi regazo mi querido anónimo que yo custodiare tu descanso eterno, solo espérame ahí como lo prometimos aquella noche a las 3 de la madrugada sentados frente a un lago viendo aquel cielo estrellado de nuestros sueños.