Aquel sastre estaba frustrado, quizás llego el momento de rendirse al intentar arreglar la sonrisa de la porcelana. El sastre de las sonrisas se ahogo en vino y la porcelana mientras tanto, sentada e indiferente acaricio su cabeza en forma de despedida.
“Lo lamento mucho querida muñeca pero no podre sanar tus historias nunca mas porque yo, el sastre de las sonrisas no logro arreglar esa rota mirada junto a la curvatura triste de tu rostro”
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Notas a la noche
RandomAquí se encuentran aquellas alegrías, tristezas, miedos, seguridades e inseguridades, insomnio, dolor, amores, imposibles e infinidad de sentimiento y emociones plasmadas en letras llenas de cansancio o de lágrimas junto al tembloroso pulso. Hecho d...