Pequeño gatito, ya deja de tirar de aquellos hilos rojos solo por diversión; no es el ovillo que se te regalo aunque es entendible, también era rojo.
Jugando con los hilos del destino con inocencia iba dañando a quien se encontraban lejos de su mirar, quien diría que un inocente minino iba a enredar los hilos del destino aun mas para así dejar a los amantes un doloroso camino que parecía infinito.
El extenso cordel de vez en cuando se contraía llenando de esperanzas para luego ser alejados sin remediarlo, era un gato bastante irritante.
¿Cuándo llegaría su momento?
Lamentablemente o por su bien, su destino estaba en las patas traviesas de un gato irritante que confundía aquel hilo con el ovillo de lana para su diversión.
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Notas a la noche
RandomAquí se encuentran aquellas alegrías, tristezas, miedos, seguridades e inseguridades, insomnio, dolor, amores, imposibles e infinidad de sentimiento y emociones plasmadas en letras llenas de cansancio o de lágrimas junto al tembloroso pulso. Hecho d...