° 05 °

490 50 8
                                    

Con el pasar del tiempo, seguí trabajando estrictamente con mi restricción de comidas. Durante las mañanas comía solo una manzana, me saltaba los almuerzo y las cenas, viviendo a base prácticamente de alimentos bajos en grasas, vegetales, verduras y abundante agua, me ejercitaba con mayor frecuencia y evitaba salir con amigos o incluirme en alguna actividad porque era fijo que las salidas tendrían snacks de por medio así que por mi bienestar siempre les colocaba excusas para evitar salir.

Aunque a pesar de esto, aún sentía ese terrible agujero gracias a que cuando llegaba a la balanza mi perdida de peso resultaba ser mínima pues había veces en que tenía uno o dos kilos menos u otras que seguía pesando igual, me odiaba porque no sabía la causa de fallar, me esforzaba al máximo y el pronóstico era el mismo, lloraba en mi habitación durante las noches y nadie se enteraba. Mi periodo desapareció sin previo aviso, sentía náuseas sin motivos, tenía constante perdida de cabello y padecía estreñimiento y dolores abdominales.

Mi cuerpo era un caos, lo admito, me miraba en el espejo con pequeños resultados pero hasta que no me desamayara o me agravara por alguna enfermedad yo no pararía, continuaría con mi objetivo hasta que lograra alcanzar mi meta.

—Younmin, estamos bajo la calefacción ¿Y aún así sientes frío? —El chico sonrisas se encontraba sentado a mi lado mientras mirábamos una película en mi sala.

Mi padre se encontraba en un viaje de trabajo y mi hermana se había ido de vacaciones donde una de nuestras tías. Al principio, la idea de acompañarla me pareció genial pero luego me retracté cuando me di cuenta de que si aceptaba eso significaría una semana entera rodeada de comida, yo quería mi paz mental por un momento, por lo tanto, justifiqué mi ausencia diciendo que tenía que asistir a un evento con mi mejor amiga, cosa que fue suficiente para hacer a mi padre acceder.

Y si explicó el porqué Hoseok estaba en mi sala, eso era debido a que él y yo nos habíamos vuelto más cercanos desde ese día que nos encontramos en la farmacia, él venía a visitarme cada que podía y se quedaba conmigo hasta tarde, disfrutábamos de diversas actividades juntos y mi padre y mi hermana se sentían totalmente confiados de que pasara tiempo conmigo pues él fue al único chico que le permití acercarse a mí con mayor profundidad, conociéndonos mejor y entablando una interesante amistad.

—Sabes que soy intolerante al frío —añadí en respuesta, abrazándome a mí misma buscando calor. Tal vez si estuviera en la sana condición de Hoseok lo entendería pero él ni siquiera tenía idea de cómo anhelaba estar en verano. Las bajas temperaturas nunca fueron problema para mí, en cambio ahora, una simple corriente me calaba los huesos por la extrema helada que me recorría.

—Ya, ven aquí —sus firmes brazos me rodearon y de inmediato pude sentir su calor através de ese cálido abrazo. Relajada, coloqué mi cabeza en su pecho y nos quedamos en esa posición hasta que la película que mirábamos terminó.

Esos cortos momentos que pasaba con él eran dignos de ser apreciados. En un pequeño lapso de tiempo, de ser alguien que creí de lo más extraño ese chico se convirtió en alguien que me gustaba mantener cerca, su agradable compañía me distraía de mis pensamientos y su personalidad me contagiaba de buenas vibras que incluso me hacía olvidar mi principal problema y sanaba por instantes mis heridas. La chica que aceptara salir con Jung Hoseok se había ganado el cielo al tener a un ángel tan bueno a su lado.

—Vamos, pequeña Min, es hora de cenar —dijo, viendo en dirección al reloj de pared en la sala. Estábamos armando un rompecabezas cuando sus palabras me cayeron como balde de agua fría. Estaba inmensamente agradecida de que él prefiriera pasar su día conmigo pero si me tocaba el tema de la comida, mi margen se tornaba de un tono más gris ya que ese chico también era otra víctima de mis mentiras.

—No, no tengo hambre —le sonreí para suavizar mi teatro y sin embargo su seria expresión me hizo sentirme culpable.

—¿Cómo que no? Hoy no tomaste tu almuerzo por que estabas estudiando para tus clases de chino —recordó, sonando igual que mi hermana y ese era el porqué a veces deseaba que guardara su distancia.

—No lo sé, simplemente no se me apetece nada —argumenté, tratando de llevarle la contraria de una forma irritada y es que en las últimas semanas si discutían ese tema conmigo o me decían cualquier cosa, adquiría una irritabilidad increíble.

—Younmin, he estado estudiando tu comportamiento y tú no estás bien —aquella dulce mirada que estaba presente cuando hablábamos se había esfumado. Su rostro reflejaba aflicción y sus palabras se escuchaban débiles, siendo un filoso cuchillo el hecho de que sostuviera mis manos aparentemente fijándose en algo.

—Yo siempre he estado bien —aparté mis manos de las suyas y subí a mi habitación con un nudo en la garganta.

Hoseok no podía enterarse de lo que me estaba pasando.

Atypical❁[JHS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora