Mi humor se había puesto pésimo, estaba con mi familia pero parecía que mi cabeza se encontraba divagando en otra dimensión. Pasaba frente a cualquier objeto que me mostrara mi reflejo y en cada imagen que veía solo hallaba defectos, sentía que mi parado de perfil y mi vista de frente lucían espantosos, veía como aún seguía habiendo piel en lugares que se supone que con todo el ejercicio y mi alimentación debieron haberse ido.
Comencé a sentir fobia porque la gente me viera comer, podía hacerlo cómodamente con mi familia pero si alguien más me miraba, una sensación de que me criticaban con sus pensamientos me atacaba, causando que comiera de forma lenta y también que inventara temas de conversación para evitar darle demás a mi estómago. Además, los pensamientos negativos se impregnaron en mi mente aún más, es decir, si yo ya actuaba de forma sádica y depresiva, el estar expuesta a no conseguir mi meta me estaba afectando a gran escala.
—Vamos Yunmin, tienes que terminar tu plato sino no iremos a comprar ese álbum que tanto querías —Hoseok señaló la comida que aún me faltaba ya que yo ni siquiera llevaba la mitad. Estaba deseosa por sostener ese álbum de Got7 en mis manos que con un gran sacrificio cedí a que ese chico me hiciera comer. Intentaba lo más que podía que la comida me pasara pero cada bocado lástimaba mi garganta como un filoso cuchillo por estar consciente que estaba consumiendo alrededor de 1500 calorías.
—Contigo aquí, no conseguirás sacarme paso, necesito mi tiempo para procesar y disfrutar las verduras —me excusé tras haber picado un trozo de zanahoria.
—Bien, entonces te seguiré esperando, no me moveré de aquí hasta asegurarme que hayas comido todo.
Se acomodó mejor en la silla de madera frente a mi comedor y me prestaba atención mientras él terminaba de degustar la última porción de su plato de Kimchi. Desde el día que discutimos en la sala, Hoseok se volvió demasiado insistente con mis horarios de comidas, él preguntaba a mi hermana si desayunaba y ella le decía que sí ya que yo la engañaba tomando lo que cocinaba para luego tirarlo a la basura. En los almuerzos, mentía diciendo que iba a comer con amigos o que almorzaba antes de entrar a mis clases de chino, cosa que se creían como ventaja que aquél chico no pasara 24/7 conmigo y si hablaba de la cena, las tomaba día de por medio simplemente para despistar.
Sin embargo, cuando Hoseok tenía la oportunidad me obligaba a comer bajo su supervisión y me hacía sufrir durante la semana cuando estaba presente al medio día, en las tardes y en las noches.
—¿Feliz? —expresé incrédula, dejando solo una pequeña parte de lo que estaba servido y es que la verdad mi estómago ya no daba para más.
—Eso es correcto —sonrió orgulloso, retirando nuestros platos para llevárselos a la cocina, haciéndome cruzar los brazos y dar un pesado suspiro por la incómoda situación. Si continuaba actuando de ese modo las cosas no iban a resultar bien para mí.
Abonamos mi hogar y fijamos nuestro rumbo hacia la tienda de música. Recorríamos la cuidad en autobús y el entusiasmo golpeaba mi pecho por saber que pronto escucharía a todo volumen el álbum en físico de MAD y que también reproduciría la canción de If You Do hasta llorar. Tarareaba el ritmo de esa obra de arte y Hoseok cuidaba de que estuviésemos próximos a nuestra parada, miraba por la ventana y veía a todas esas personas alegres caminando por la acera, envolviéndome con la nostalgia pues hace un largo tiempo que no sentía ese tipo de emoción.
Técnicamente, mi estado de ánimo era indiferente, era más como si estuviera muerta, desconocía lo que era vivir con emociones auténticas y mis sonrisas se habían convertido en un gesto involuntario más que una genuina muestra de felicidad. Bueno, aunque eso solo me sucedía en presencia de los demás puesto a que si estaba en compañía del chico castaño a mi lado, no tenía miedo y me mostraba tal cual era, una débil e indefensa chica con problemas que fue arrastrada a los estereotipos de la oscura sociedad.
—Llegamos —avisó Hoseok, sosteniendo mi mano para bajarnos del autobús. Sentir su tacto fue tan repentino que mis mejillas se ruborizaron, caminamos unas cuantas calles sin soltarnos y yo estaba bajo su espacial efecto. Admiré su perfecto perfil y no me di cuenta hasta ese instante que se veía realmente lindo con su frente descubierta y los lentes de sol puestos en su rebelde cabello.
Ignoraba mi entorno pero una blanca mariposa captó mi atención, ocasionando que me percatara de un detalle. Él y yo íbamos en una dirección muy diferente a la tienda de música, deshice el agarre en nuestras manos y me detuve a sus espaldas ya que más o menos sabía a donde me estaba llevando.
—No estamos yendo a la tienda de música, ¿cierto? —le recriminé algo molesta porque me había mentido pues ese camino nos dirigía a una clínica muy reconocida.
—Te has dado cuenta —se giró para mirarme y sus palabras sonaron bastante planas.
—¿Por qué no me dijiste la verdad?
—Porque sabía que ibas a negarte si te lo decía —se defendió y jamás le había dado la razón hasta ese momento.
—Odio las mentiras, Hoseok, de verdad que las odio —sentencié herida, negando con mi cabeza y apreciando ese color marrón en sus ojos que reflejaban culpa pero al mismo tiempo un esperanzado deseo de ayudarme.
Entendía su noble posición al querer hacerlo, sin embargo, él me había decepcionado. Yo estaba clara en mis objetivos y si estar en su compañía se volvía un obstáculo, lo mejor era distanciarnos.
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Atypical❁[JHS]
Fanfiction¿Quién dijo que la anorexia es solamente mostrar un peso más bajo de lo normal? Mi nombre es Gwon Yunmin y fui diagnósticada con anorexia nerviosa atípica. No hay ni un solo día en que no odie mi cuerpo y mi estúpido estado mental. ❝ ─Tú eres perfec...