Melancholy Blues ✤ || Gay

Capítulo 5

Allen llevaba en su mano derecha una rosa muy roja y en la izquierda una canasta que desconocía lo que tenía dentro.

El menor se acercó al de lentes con una sonrisa en su rostro.

—¿Y todo esto? —Jack habló viéndole directamente a sus ojos.

—Antes de la pregunta —le acercó la rosa en su rostro—. Una belleza para otra belleza—sonrió coqueto.

Jack sonrojado tomó la flor «—qué bella flor —pensó sin dejar de tener su sonrisa.»

El mayor se acercó al pequeño, demasiado para ser exactos.

—Jacks...

—D-Dime —lo vio con sus ojos muy abiertos. El corazón le palpitaba tanto que tenía temor que se le saliera del pecho.

—¿Por qué eres tan bajito? —con la mano libre le apretó su mejilla.

—No soy bajito, ¡tú eres muy alto! —exclamó.

—Claro, yo y todo Port Hope —Jack hizo un puchero con los brazos cruzados—. Te ves adorable cuando te enojas —el menor no le miró y no emitió ningún sonido —. Estoy de broma Jacks.

«Así bajito me gustas —pensó Allen—Espera ¿qué? —aquel pensamiento había causado un sonrojo del mayor.»

—No me llames Jacks —volvió a mirarle—. Ahora deja guardo la flor —nuevamente entró a su casa pasando a su habitación dejándola en los cajones que se encontraban a los costados de su cama. Después bajó y salió de su casa encontrándose otra vez al de lentes.

—Bueno... —le mostró la canasta—. Sígueme que este nene —con su pulgar se señaló él mismo—. Ya tiene hambre —Jack rió mientras asiente con la cabeza.

—Sígueme —empezó a dar pasos—. Nuevamente.

Comenzaron a recorrer varios lugares, caminaban platicando de cualquier estupidez, con tal de que Allen le hiciera reír a su amigo, era una gran satisfacción.

El menor veía que se aproximaban a una colina, no tan alta pero en ella se podía ver todo Port Hope, tenía una buena vista.

—Aquí es —habló el de lentes deteniéndose admirando la vista que se contemplaba e igual Jack apreciaban el lugar, era hermoso como todos los lugares que su amigo lo había llevado a conocer.

—Me fascina —Jack siguió  admirando mientras al de lentes empieza a sacar las cosas que contenía la canasta.

—Y tú a mí —susurró mientras de la canasta sacó un mantel rojo, se sentó y la extendió en el pasto.

—¿Qué hay de comer? —se percató de lo que hacía el mayor y se acercó a él.

—Un rico pastel de chocolate —mencionó sacando el pastel.

—¿Y quién lo hizo? —preguntó mientras se sienta en el mantel.

—Mi tía —dijo mientras acomoda los cubiertos y platos sacados de su canasta.

—Se ve delicioso —relamió sus labios al ver el pastel de chocolate.

—Tú eres delicioso Jacks —mostró su cara con una expresión pícara.

—Idiota... —dijo con sus mejillas sonrojadas en un tono divertido.

Allen dio una risa mientras agarraba el cuchillo para partir el pastel. El menor solo veía con detenimiento «Por favor que no sea tan torpe y no se corte —pensó.»