Capítulo 35

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Los novios estaban parados en la puerta viendo la habitación de huéspedes, era una cama doble con lámparas en mesitas a cada costa de la cama.

—Gracias Drake, puedes irte —dijo Allen cerrando la puerta dejándola con seguro.

Jack seguía observando la habitación y su vista se detuvo en la cama, se veía muy suave.

El mayor volteó y agarró la cintura del menor, lo giró para que ambos se vieran, Allen se acercó lentamente a la boca de su novio, chocando con sus respiraciones plasmó sus labios en los del asmático.

Se besaron con lentitud, sus lenguas bailaban a un ritmo lento. En unos segundos más adelante aceleraron aquel ritmo dando una batalla de lenguas por ver quién dominaría.

Las manos del pequeño se dirigían al cuello del contrario, se separaron por falta de aire. Se vieron y Allen no pudo retener las ganas de volver a sentir aquellos labios que tanto amaba.

La excitación se había aproximado rápidamente así que la ropa ya era un estorbo y rápidamente se deshicieron de ella.

Ambos se encontraban ahora semidesnudos en la cama besándose, el beso había aumentado las ganas, era brusco en busca de más contacto.

El mayor se puso de pie dejando al asmático confundido.

—Déjame ver... Algo —dijo entrando al baño en busca del condón.

El pequeño estaba sentado en la cama y sonrió mordiéndose el labio inferior al ver que su novio salía un condón a la mano.

—Allen... —llamó el menor.

—Dime —contestó acercándose peligrosamente.

—Siéntate y recuestate boca arriba de la cama —ordenó con una voz seria pero muy seductora que hacía que le erizara la piel al azabache.

El mayor sin pensarlo dos veces obedeció, tuvo que admitir que le encantaba y le excitaba que su novio tuviera la iniciativa y con esa voz.

Estando ya sentado, el pecoso sonrió mientras se acercaba lenta y peligrosamente a su ya erecto miembro que podía ver a través de la fina tela del calzoncillo se sentó en su entrepierna poniendo sus piernas a sus costados.

Jack tomó entre sus manos el rostro de su amante, empezando a besarlo nuevamente, pero hizo un camino de besos, primero tomó su labio inferior y tiró de él haciendo un sonido que hizo que el azabache se excitara aún más, luego siguió hasta su cuello dejando un poco de saliva mientras escuchaba los suspiros que eran inútilmente callados por Allen, al llegar a la entrepierna dio unas mordidas y unos suaves besos a su pene a través de la tela que cada vez se estaba quedando húmeda ya sea por los ocasionales besos de Jack o la esencia que empezaba a salir del azabache, quería dejar en claro que Allen era sólo suyo y que sólo él podía hacerlo sentir así de bien.

El menor ya no se podía resistir más pero aún quería hacer sufrir un poco más a su novio, así que se acercó más a él, sentándose encima, empezó a hacer fricción contra la entrepierna del azabache haciendo que este diera gemidos mientras que ponía sus manos en su cadera simulando embestidas.

Se detuvo y continuó nuevamente para dar otro camino de besos y mordiscos, mientras acariciaba con deseo su pecho blanco y pálido hasta su ombligo, sentía como se erizaba Allen al sentir aquella lengua, mientras que él sólo ponía sus manos en su cintura que lentamente subían a su espalda. Ambos se deseaban y querían más del otro, se necesitaban mutuamente... estar más cerca.... más unidos de lo que sentían.

Puso su vista en el bóxer del azabache, perdiéndose en él quedando completamente hipnotizado podía observar perfectamente que su erección pedía a gritos ser liberado por la tela, necesitaba verlo más de cerca, sentirlo, tocarlo, posó su mirada en el rostro el mayor y este estaba viéndolo mordiendo su labio inferior, esperando a que hiciera su próximo movimiento, pidiendo con la mirada que lo liberara de aquel tormento en el que estaba.

Melancholy Blues ✤ || GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora