Personajes inspirados en Eddie y Richie dea novela IT de Stephen King.
Jack conoce por primera vez el amor en todos los aspectos y el cariño de hay en una amistad, sentimientos nunca antes encontrados por su pasado oscuro.
❝El amor sí puede llegar...
—¿Cómo vamos, mi niño? —sonrió aquella mujer, que para Jack era la mamá que siempre quiso tener.
—Supongo que bien —el pequeño respondió mirando el suelo sin ninguna expresión.
—Todo estará bien, lo prometo —lo miró pero no logra conectar con sus pequeños ojos.
—La escuela no ha de ser tan grave... —pensándolo bien, un chico como él, sí sería difícil y el arrepentimiento invadió su cuerpo—Bueno, todo estará bien.
—De acuerdo, ya es hora de dormir ¿no? —preguntó acomodándose en el lugar donde estaba que era su cama.
—En efecto, a dormir que mañana será emocionante —aquella mujer cuyo nombre es Grace.
El pequeño Jack asintió recostado en su almohada, para admitir... La verdad sí tenía mucho miedo y temor "¿Y si no le agrado a nadie?" Esa pregunta andaba en su mente, vueltas y vueltas pero al final se quedó profundamente dormido.
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La rutina cambiaba para Jack, despertando a las 7 de la mañana, con un sueño que abundaba en él, escogiendo unos pantalones vaqueros negros con una playera simple blanco. Pensaba si era la mejor forma de vestirse para su primer día de clases pero le dio igual. Entrando al baño de su habitación, al mirarse frente al espejo se dio cuenta de su rostro, —malditas ojeras de mapache—, pensó Jack. Después de hacer el aseo de su rostro, salió del baño y de su recámara para bajar a desayunar aunque no tenía apetito.
—Buenos días cariño —se acercó al pequeño para darle un beso en la frente y continuar haciendo el desayuno para ambos.
—Buenos días —sonriendo se sentó en la mesa.
Grace sin quitar la sonrisa de su rostro, pone los platos que contenían Hot Cakes, acabado de servir, se sienta en frente de Jack.
—¿Nervioso? —acabó de realizar la pregunta, se lleva a la boca el tener con el bocado de su Hot Cake.
—Completamente —respondió en seco sin querer comer.
—Tienes que comer, no irás a la escuela con el estómago vacío —regañó con un tono divertido.
Jack asintió, llevándose cada bocado a la boca, pero se llenó muy rápido, realmente estaba nervioso, a cada maldito rato veía la hora, los minutos pasaban rápidos y cada vez más se aproximaba las 8.
Y así llegó, ya era de salir de casa para dirigirse a la escuela. Montados en el auto, Jack tenía su mirada en la ventana, ver las casas y carros pasar, tenía la mente en blanco. ¿Qué tenía que decir en su presentación? No tenía la menor idea. Los minutos pasaban y se veía el edificio de su nueva escuela.
—Llegamos —estando estacionados frente de la escuela le dijo a su niño y el chico no respondió.
—Creo... Que... —su voz temblaba, no quería salir.
