Capítulo 25

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Todo lo que hicieron Allen y Jack fue seguir adelante.

El pequeño al despertar, sin querer levantarse teniendo su mirada al techo con las sábanas en cubriendo su cuerpo desnudo pensaba.

Jack siempre fui el chico nuevo y nunca el chico "cool".

Todo lo que siempre quizo fue enamorarse, solo ser amado.

Pero sus piernas estaban temblando, sus manos estaban buscándolo en la suave sábana de la cama y simplemente la perdió... Su inocencia.

Y no lo podía creer.

Mentiría al decir que no tenía miedo, entregar el tesoro que apreció algo que había tendido y jamás había usado hasta que llegó Allen.

Sabía que sólo tenía 16, pero el amor lo tenía cegado y no se quejaba, sonrió al pensar que Allen tuvo el privilegio que nadie pudo tener.

Por otro lado, el azabache estaba abrazándolo de la cintura cerrando los ojos pensando en lo que había hecho en la noche anterior con el amor de su vida.

La excitación se vuelve incandescente y pierdes el control de tus labios, manos y cuerpo, por fin Allen lo había confirmado.

Jack era virgen cuando se desnudó frente al de lentes y su desnudo era un temblor que los labios sedientos de Allen viajaron en su anatomía.
El menor era la geografía que descubrió el azabache entre lo erótico y moral.

Sin duda, fue increíble para ambos.

El menor bostezó y decidió despertar a su novio.

—Amor... Ya levántate, es tarde —susurró Jack sonriendo tocando los hombros de su contrario.

—Mmmmns... No —negó.

—Allen, es tarde y necesito irme a casa —mencionó el pequeño.

—Bien bien, ya estoy despierto —se volteó mirando a su novio y volvió a cerrar para dormir nuevamente.

—¡Allen! —regañó.

El susodicho hizo un puchero y rendido abrió sus ojos.

—Ya levántate —ordenó el asmático mientras se incorporaba y se levantaba de la cama con un dolor horrible en el cuerpo.

—Bien —sonrió.

—¿Dónde estuviste tía? —preguntó Allen ayudando a la mujer a sentarse al sillón

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—¿Dónde estuviste tía? —preguntó Allen ayudando a la mujer a sentarse al sillón.

—Fui con unas amigas, cariño —mintió.

—Estaba preocupado —confesó.

—Pero ya estoy aquí, amor —soltó un suspiro y miró nuevamente a su sobrino cambiado y arreglado—. ¿Ya te vas tan temprano? —preguntó.

—Hoy tengo que reunirme con mis amigos —dijo dándole un beso en la frente.

—Con cuidado, cariño.

Melancholy Blues ✤ || GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora