Melancholy Blues ✤ || Gay

Capítulo 28

—Llegaste a mi vida sin pena y con prisa, yo cargaba una espada en la espalda, viniste y dijiste "Yo sólo quiero hacerte bien" —habló Allen—. Yo no sabía amar, creí que no debía darlo todo sin antes esperar... Pero me enamoré completamente de ti, me fascina.

—Ahuyentaste con tu boca mi dolor —agregó Jack sonriendo con las mejillas de un tono carmín.

—Joder, en serio te amo demasiado —acostados le dio un abrazo.

—No pude imaginarme la vida estando sin ti —dijo Allen sonriendo mientras veía fijamente a su novio.

—Yo no puedo estar sin ti ni un momento más —susurró—. Y es que no puedo, necesito que todos los días me mires a la cara y que me digas que me ames o yo me muero —pidió Jack.

Allen lo escuchó y no pudo evitarlo así que se lanzó a darle un beso.

Cuando se separaron se vieron con el mismo brillo en sus ojos.

—Si sientes frío... Y hay mucha niebla, si las estrellas enconden su brillo, si mi rey perdió su castillo, jugando en la arena, sólo recuerda que yo voy contigo —el azabache abrazó fuerte a su novio—. Te abrazaré cuando te sientas solo, te enseñaré como cruzar las olas, te cuidaré si estás dormido, te encenderé una luz en la mirada para que nunca te dé miedo nada y vuelvas a soñar... Tranquilo...—susurró Allen mientras que Jack sonreía.

«Te amo demasiado Allen —pensó el pequeño.»

—Eres tú... Sólo tú y eso me fascina demasiado, dibujarte con mis puros recuerdos, en mi mente recordar tus labios estampados con los míos —confesó Jack.

—Te amo con cada una de las piezas de mi alma —el mayor besó la mejilla de su pequeño y este se sonrojó.

—Yo te amo más.

Drake recordaba muy bien a Jack, en específico cuando este estaba en unas malas condiciones.

—Hace 8 años—

Los hermano L&L estaban con Grace en Canadá por visita conociendo por primera vez al pequeño Jack.

Junto a los hermanos estaba su sobrino, Drake.

—Hola —saludó Drake con su voz tierna de niño.

El asmático lo vio pero no saludó ni un gesto.

—Quelía sabel si quieles jugal —el castaño habló aunque no había mejorado tan bien su vocabulario.

—No —negó Jack sentado en el banco del parque.

—Bueno, peldón si te molesto —Drake se encogió de hombros.

Y el contrario seguía sin decir nada, sólo estaba viendo un punto fijo que eran sus zapatos.

—Tlaje un liblo bonito —habló el gordito mostrándole el objeto.

—Bien —susurró Jack.

—¿Quieles leel conmigo? —preguntó y el pecoso asintió.

Juntos decidieron leer cenicienta. Al acabar Jack estaba viendo los dibujos que aparecía en el libro.

—Ta' bonito ¿no? —habló el castaño y el asmático asintió con su cabeza.

Y después de la página donde se encontraban, se vio un beso de la princesa y el príncipe.

—No he dado un beso —rió Drake viendo al pequeño.

—Yo tampoco pero... No es algo que me importe —se encogió de brazos.