Era un nuevo día, la víspera del festival de las estrellas. En el palacio de Konan, uno a uno llegaban al comedor para desayunar. Como de costumbre Tasuki y Miaka eran los últimos. Tasuki entró al comedor bostezando y Miaka estaba llena de energía esa mañana. Se sentaron en los dos asientos que quedaban libres, uno al lado del otro.
-"¡Qué bien! ¡Mañana ya es la noche del festival de las estrellas! Tengo muchas ganas de salir a ver el ambiente. Nunca he salido de noche antes en vuestro mundo." – Miaka estaba entusiasmada.
-"Me alegra verte contenta al fin Miaka, así que después de desayunar iremos al centro de la ciudad a hacer algunas compras para mañana".- comentó Nuriko con una gran sonrisa.
-"¿Algunas compras? ¿Qué hay que comprar?" – preguntó Miaka curiosa con la boca llena.
-"Es una sorpresa, cuando estemos en la ciudad te lo diré" – le contestó Nuriko guiñándole un ojo.
"¡Oh vamos! Dinos qué es, no nos dejes con la intriga"- insistió Tasuki.
-"Son cosas de mujeres". – le dijo Nuriko sacándole la lengua.
-"Ya estás otra vez, con eso. ¡Pero si eres un hombre!" – le dijo Tasuki mientras se metía un bollo en la boca.
-"¡Pero entiendo más de mujeres que tú, ignorante de la vida! tienes mucho que aprender de mí si algún día quieres conquistar a una mujer. Por dios, eres tan bruto!" – Nuriko se cruzaba de brazos mientras le reprendía.
-"¿Conquistar a una mujer? ¡Por favor!" exclamó Tasuki arrogante" –"estás hablando con Genrou, el líder de los bandidos. No hay mujer que se resista a mis encantos. No es que me interese lo más mínimo, pero muchas mujeres han caído a mis pies gracias a mis artes de seducción. Es divertido, aunque no busco nada más lejos que eso." – dijo Tasuki presumiendo con orgullo.
Miaka no podía parar de reír, al igual que sus compañeros. Era muy divertido ver a Tasuki y Nuriko discutir. A Nuriko le encantaba hacerle rabiar, y Tasuki siempre entraba al trapo.
-"¡Tasuki, qué sorpresa!.- exclamó Hotohori queriendo averiguar más- "Siempre dices que odias a las mujeres, pero realmente has intimado con algunas..." – le lanzó un guiño burlón.
-"¿Eeeehhh? Esto... bueno..." – se sonrojó Tasuki – "Son una molestia, solo saben dar problemas, pero a veces hay que darle una alegría al cuerpo, ya me entiendes..., jejeje"- se pasó una mano por detrás de su cabeza escondiendo su incomodidad.
Miaka no perdía detalle de la conversación. ¿Tasuki con una mujer? Bueno, no le sorprendió. Él era muy atractivo, recordó la primera vez que lo conoció, cuando él la secuestró y la cargó al hombro. En ese momento no pudo verle la cara. Solamente veía la parte de atrás de su cabeza, con ese pelo rojo ardiente como las llamas. Sintió su agarre fuerte en sus muslos, con sus manos ásperas. Después escuchó su voz, tan varonil, con ese acento tan suyo. Luego en la cabaña él había sido muy brusco, tirándola de malas maneras al suelo. Y entonces pudo verlo bien. Cuando se quitó la túnica, pudo apreciar que era un chico alto y fuerte, algo más mayor que ella; alzó su vista hasta su cara, descubriendo esos ojos color ámbar que brillaban ante la tenue luz de la habitación con esa mirada de "chico malo". Sus cabellos del color del fuego llamaban la atención como un incendio que no se puede apagar. Por último echó un vistazo a sus joyas,...-"¿joyas?"-se dijo Miaka fascinada por el chico misterioso que la había secuestrado en un abrir y cerrar de ojos. Consideraba las joyas más bien un complemento para mujeres, pero para su sorpresa, los collares y pendientes que llevaba le hacían aún más masculino. Cuando sonrió, un colmillo asomó de su boca dándole a su atractivo un toque especial. Por supuesto intentó besarla. "Supongo que lo hizo para intimidarme, no creo que en realidad lo hubiera hecho, era parte de su juego"- eso creía ella. Sin embargo, no le tuvo ningún miedo y le plantó una bofetada en la cara. Todo lo que pasó después, hizo que ella quisiera ayudarle a recuperar su liderazgo como jefe de los bandidos. En realidad ella quería que él fuese Tasuki, así que cuando se volvieron a encontrar en la aldea de los resucitados, se sintió muy feliz. Además enseguida encajó bien en el grupo. Se llevaba especialmente bien con Nuriko, a pesar de sus disputas (sonrió para sí misma), y con Chichiri; y Chiriko le tenía una gran admiración. Estaba tan contenta de haberlos conocido a todos... su sonrisa se desvaneció en cuanto Tamahone vino a su mente.
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Fushigi Yuugi - Llamas de amor
FanfictionFanfic de Fushigi Yugi. Tamahome ha traicionado a la sacerdotisa y a las estrellas de Suzaku. Miaka tiene el corazón destrozado, pero sus estrellas están ahí para apoyarla, en especial Tasuki que se convierte en alguien muy importante para ella. ¿Po...