Capítulo 14: Calores y emociones en Sairo
El sol se alzaba por el horizonte en lo que parecía ser otro caluroso día. Las estrellas de Suzaku se habían alojado en casa de un comerciante que habían encontrado al pie de la Montaña Negra. Les había llevado en la parte trasera de su carromato hasta su aldea y allí los acogió ofreciéndoles comida y una habitación donde dormir.
Miaka, que se despertó antes que nadie esa mañana, salió fuera de la pequeña casa. Allí habían unos troncos dispuestos a modo de banco donde se sentó a contemplar el amanecer. Eran unas tierras vastas y áridas, pero el cielo estaba limpio y azul. La vista era hermosa. Alzó los brazos y se estiró para espabilarse un poco. Aunque un poco apretados, todos durmieron a pierna suelta. Los ronquidos de Tasuki despertaron a Miaka alguna que otra vez, pero en vez de enfadarse, ella lo contempló durante un rato hasta que el sueño la abrazó de nuevo. Le hacia gracia su forma de dormir, siempre boca arriba, con las piernas abiertas, tan despreocupado como él era. De vez en cuando, si había poco espacio, amanecía con una pierna encima del que se encontrara junto a él. Eso le pasó a Nuriko en varias ocasiones durante su viaje. Él siempre le regañaba gritándole y Tasuki se despertaba sobresaltado. Empezaban a discutir y Nuriko terminaba empotrándolo contra la pared. Miaka sonrió al recordarlo. Echaba tanto en falta a Nuriko, era como si tuviera un gran vacío en su interior y nada pudiera llenarlo. Ni siquiera la vuelta de Tamahome. Él había estado muy encima de ella tras su regreso. En tiempos pasados eso nunca la molestó, pero ahora se sentía un poco incómoda. Sobre todo teniendo en cuenta que no había podido hablar con él de sus sentimientos. Pero, ¿qué podría decirle? "¡Oh Tamahome! ¡Qué bien que hayas vuelto, volvamos a ser novios como antes!" Pensó sarcásticamente. Para ella no era tan fácil volver a lo de antes. No después de todo lo que había vivido. Su intento de suicidio, la noche de pasión con Tasuki, la muerte de Nuriko,... demasiado peso en su joven corazón. Pensó en lo que hubiese hecho las últimas semanas en su mundo. Ir al instituto y al salir, ir a tomar un helado con Yui y sus amigas al café donde trabajaba aquel chico tan guapo; estudiar para los exámenes de ingreso,... una vida normal y cómoda. Aquello parecía tan lejando ahora mismo.
Tamahome despertó completamente descansado. Hacía tiempo que no dormía tan bien, a pesar de la falta de espacio. El hecho de tener a Miaka durmiendo a su lado lo tranquilizaba y se sentía mucho más relajado. Sin embargo se sintió decepcionado de no verla junto a él durmiendo por la mañana. Al parecer ella había madrugado y había salido a tomar el aire. Le hubiese gustado despertarse junto a ella y verla dormir. Aunque cuando echó un vistazo alrededor y vió a Tasuki despatarrado y roncando, su imagen romántica se desvaneció por completo. Enseguida se levantó, y en silencio y sorteando a sus compañeros para no despertarlos, salió de la estancia. Se dirigió rápidamente hacia el exterior no queriendo desaprovechar la oportunidad de estar un rato a solas con Miaka.
Esos momentos completamente sola con sus pensamientos le hicieron mucho bien a Miaka. Pocas veces podía disfrutar de la soledad desde que salieron de viaje. Siempre estaban obligados a permanecer juntos, y el peligro casi siempre los acechaba.
Un ruido detrás de sí, la sacó de su burbuja. Al girarse vió a Tamahome acercarse. Se sintió algo molesta por haber interrumpido su momento de paz, pero finalmente le dedicó una sonrisa.
-"Buenos días. Puedo sentarme contigo?"- preguntó.
-"¡Claro! Adelante"- contestó ella haciéndole un hueco.
-"Vaya, es precioso"- comentó Tamahome mirando el horizonte.
-"Sí lo es. Se agradecen estos momentos de paz después de tanto ajetreo."
Mientras charlaban sobre banalidades, Miaka pudo ver a Chichiri hablando con el comerciante que les había acogido. Mitsukake también apareció y observó el pequeño huerto de plantas medicinales que se encontraba a un lado de la casa; Chiriko se le unió poco tiempo después, conversando sobre condiciones meteorológicas que favorecían a ciertas plantas de la región. Parecía que poco a poco, todos iban despertando.
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Fushigi Yuugi - Llamas de amor
FanfictionFanfic de Fushigi Yugi. Tamahome ha traicionado a la sacerdotisa y a las estrellas de Suzaku. Miaka tiene el corazón destrozado, pero sus estrellas están ahí para apoyarla, en especial Tasuki que se convierte en alguien muy importante para ella. ¿Po...