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❝ Éramos temporales jugando a ser infinitos ❞
Jimin sonrió enternecido al ver a su hermano mayor bastante alegre con aquel alfa, compartiendo miradas, sonrisas y hasta en algun momento caricias fugacez.
Perfecto, habría un razón más para molestarlo, rió entre si. Luego tendría tiempo para buscar un lugar de escape después de todo solo serían pequeños ajustes de cuentas.
La escena era tan nueva que le causo gracia la idea de ver por primera vez a Seokjin enamorado, no había visto nunca ese brillo en sus ojos, ni por los muchos pretendientes que tenía a diario y tal parecía que el sentimiento era mutuo.
Desvió la mirada a otra parte, saltando del susto cuando halló al alfa de cabellos oscuros al lado suyo, mirando en la misma dirección que él.
Jodida coincidencia.
Detestaba la cercanía, solo deseaba huir de ahi y largarse de una sola vez pero no espero que él lo hiciera primero.
Apoyado en el muro de al lado miró a lo que parecía ser el escenario, observando atento a una parejita en especial.
"Jimin quita esa cara de querer matar a alguien." susurró Taehyung.
"No sé de que hablas" contestó cortante.
El peligris dejó de ver a ese alfa que al igual que él permaneció en silencio a un lado de la pista de baile observando aburrido el escenario.
Sacudió la cabeza y trato de concentrarse en otra cosa, pero le era casi imposible tal cosa, no podía simplemente ignorar aquellos inexpresivos pero tan atrayentes ojos negros, esa aura que desprendía un delicioso aroma a robles.
Un alfa bastante atractivo para la desagradable personalidad que poseía.
Bufó irritado cuando se dio cuenta de lo estaba pensando.
El baile terminó y todos volvieron a sus antiguos lugares dando por terminada con una reverencia entre los presentes.
"Por favor dígame su nombre" pidió el rubio.
"Park Seokjin, Sr. Kim"respondió amable.
"No me hable de usted" el castaño sonrió avergonzado por lo dicho.
Para luego dirigirse donde se donde los suyos.
La Sra. Park emocionada abrazó a Seokjin, agradeciendo que el castaño haya conseguido un acercamiento con el Sr. Kim, uno que ellos consideraban "amor" y si ambos estaban de acuerdo pronto estarían celebrando su boda en pocos días.
Después de todo Namjoon le había hecho uno que otro cumplido al omega, para finalmente invitarlo a una tarde con la familia Kim.
Jimin también felicitó a su hermano susurrando algunas cosas que hizo que el castaño riera avergonzado.
Esto estaba saliendo bien ¿no?
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"El Joven Kim es tal como un alfa debe ser amable, apuesto, noble, sencillo..." habló el omega de mechones castaños mientras se servía una taza de té.
"Y no lo olvides, con una fortuna muy grande." replicó cortante el peligris rodando los ojos. "algo que es muy importante para ser digno de un omega ¿no es así?" dijo tratando de molestar al mayor.
"¿Qué me dices de Min Yoongi?" insinuó el mayor levantando las cejas divertido. "¿No es un buen partido?"
Jimin bufó fastidiado, rodando los ojos ante la mención de ese nombre." Que no te engañe esa apariencia reservada y amable, por dentro no es nada más que el típico alfa altanero y orgulloso que solo se preocupa por su adorada reputación.
"Cuidado Jimin, eso suena a resentimiento" canturreó.
"Olvidalo, si con eso te refieres a ¿Qué es un buen partido? Pues sí, lo es, un alfa por el que cualquier omega caería rendida a sus pies.
"¿No me digas, uno como tú?" Seokjin sonrió desde su lugar, pregunta que solo hizo que Jimin juntara las cejas confundido.
"¿Qué te hace pensar eso?"
El mayor rodó los ojos.
¿Enserio estaba preguntando eso? Jimin era demasiado obvio.
"Jimin eres como una tela transparente." dijo el castaño levantando ambas manos con exageración, negando repetidas veces. "podrás ser cerrado en cualquier sentido, pero cuando se trata del amor debes admitir Jimin-ah que no eres muy bueno escondiendo tus expresiones en eso, puedo notar desde lejos que sientes interés por Min Yoongi" respondió el castaño soltando carcajadas al no poder contener su risa.
En realidad, él lo llamaria curiosidad.
"no podrías estar más equivocado, Min Yoongi no es para nada mi tipo ideal"
"Eso ya lo veremos"
"Creo que tanto tiempo de estar bailando te afectó el cerebro." suspiró, no tenía caso ganar en una discusión con Seokjin, de todas formas este siempre buscaba algo con que refutarlo.
"Tal vez hubiera pasado por alto su patético orgullo, si no me hubiera ofendido." el mayor frunció el ceño.
"¿Cómo que te ofendió?" preguntó sorprendido.
"No precisamente, pero eso es lo de menos." respondió restándole importancia "dudó mucho que le vuelva a dirigir la palabra después de lo que sucedió" confesó.
La puerta se abrió dejando ver a un omega de hebras negras entrando en el pequeña sala con algo entre sus manos.
"Jinnie, te llegó una carta." anunció el menor pasándole el recado al castaño quien sorprendido solo se dedicó a abrir el sobre.
Los menores lo miraban curiosos ante lo que podría contener aquella carta esperando ansiosos como su hermano reaccionaría.
"¿y bien?"
"Los Kim..." susurro casi inaudible pero algo que los más bajos pudieron escuchar. "me invitaron a pasar la tarde en su casa." completó sorprendido.
Jimin sonrió ladino viendo como el omega mayor embozaba una tierna sonrisa con un brillo ilusionado en sus ojos.
"¡Mamá, Seokjin ha sido invitado a cenar en la casa de los Kim!" gritó el menor de los tres divertido.
No tardó mucho para que la Sra. Park viniera corriendo desde donde estaba hasta la sala, embozando una sonrisa emocionada.
"¡Bendito sea, una buena noticia¡" exclamó ansiosa, esperando a que alguno de sus hijos le comentará sobre lo que ella acaba de escuchar.
"Suerte hyung, porque la vas a necesitar." rió el castaño saliendo de la sala dejando a Seokjin con la carta en manos y una quisquillosa madre.
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