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❝Tú tan fuego y yo tan decidido a quemarme❞
La compuerta se abrió lentamente, al mismo tiempo que un chillido del metal oxidado de la puerta de escuchó.
El olor a humedad estaba en cada esquina de aquel calabozo, el alfa pelinegro observó el panorama con minuciosidad, buscando a una sola persona de esta.
—¿Dónde está? — preguntó el pálido.
El alfa de hebras naranjas apuntó a uno de los últimos calabozos, donde un hombre de cabellera negra y tez morena estaba aprisionado en la estrecha prisión, mostrando sus colmillos al sentirse amenazado inesperadamente por los recién llegados.
Yoongi se aproximó hacia el calabozo a pasos lentos sin perder de vista al hombre arrodillado y con los brazos esposados a pocos metros de distancia de ellos, pudiendo notar a través de las rejas como las muñecas de este estaban lastimadas al intentar zafarse de los fuertes metales que lo mantenían inmóvil.
El hombre levantó la mirada escaneando los movimientos más mínimos de ambos alfas, esperando a que alguno de ellos dijese algo.
—Será mejor para ti si comienzas a hablar. — ordenó Yoongi con un gesto inexpresivo.
El alfa contrario suspiró con pesadez.—¿Por qué debería hacerlo? No es como si eso me salvará del castigo que tendré que recibir. — respondió receloso sin dejar que el aura de Yoongi lo intimidará.
—No tienes opción. — dijo con simpleza. El moreno rezongó fastidiado. — Además ahora estás en mi territorio alfa. — Por lo tanto debes respetarme y obedecer.
El alfa soltó una risa burlesca. — ¿Respetarte? No eres más que un inexperto lobo jugando a ser poderoso.
—Te conviene hablar, en este lugar yo mando y en este momento tú eres inferior a mi. Dí cuales son sus intenciones, ¡Ahora! — vociferó Yoongi harto de las palabras de ese alfa.
—¡No diré nada! Los Min solo merecen morir y nuestra venganza está más cerca de lo que ustedes creen. Y tú no podrás hacer nada para evitarlo.
—¡Silencio alfa! _ Ordenó Hoseok que hasta el momento se había mantenido en silencio, observando desde un lado todo lo que infiltrado hacía.
—Mátenme si eso lo que van a hacer pero de mi boca no saldrá ni una sola palabra. — espetó dispuesto a cumplir con lo que había dicho.
Yoongi frunció el ceño cansado de tanto insistir y no conseguir nada.
—Vienes de parte de MinHyuk ¿verdad? — preguntó.
Pero el alfa frente no respondió
—Prepárense para el final, para tu final y del reinado de los Min sobre Daegu. — respondió embozando una sonrisa triunfante en su rostro.
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La situación iba de mal en peor, habían pasado varios días desde intentaron sacarle la verdad al infiltrado, pero no lograron nada, se había resistido tanto que incluso pidió su muerte.