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❝A veces uno sabe que se va estrellar y acelera❞

La delicada brisa sacudía sus grisáceos cabellos, obligando al omega a acomodarlos para que evitar que esto lo distrajera de su incesante lectura.

Apoyado en un viejo tronco y con la mirada fija en su libro, el omega devoraba página tras página, relamiéndose los labios cuando estos ya estaban secos.

Los libros eran su forma de escapar de su injusta realidad, llegando a identificarse con alguno de los personajes de sus libros, donde estos si tenían libre opinión y oportunidad decidir sobre su futuro.

Pero tan solo eran increíbles historias atrapadas dentro de miles de hojas.

Una lágrima se deslizó por sus tristes ojos, cayendo con pesar en una de las hojas.

Rememorando cada una de las cosas que quisiera cambiar, se sentía tan solo al tener lidiar con todo lo que le pasaba. Donde todos parecían ignorar lo que lo sucedía a su alrededor.

Si solo...

— ¿Jimin?_ el nombrado limpió las lágrimas restantes en su rostro para luego levantar la mirada encontrándose con un alfa que desde el principio le había caído muy bien.

—Hola MinHyuk. — saludó sin molestarse en dirigirse con formalidades hacia el mayor.

Este se sentó al costado del omega mirando junto a él el horizonte bajo los interrogantes ojos de Jimin.

—Llorar esta bien Jiminie. — dijo el mayor regalándole una sonrisa para de alguna forma tranquilizar al omega.

—No estaba llorando. — refunfuñó juntando sus cejas, algo sorprendido por como lo había llamado ese alfa. — Además ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar  en reuniones aburridas?— preguntó el omega, cambiando de tema.

Comentario que solo le causó gracia a MinHyuk sonriendo de lado.

—Tú lo dijiste, debería. — rió el mayor mirando hacia otro lado. — Solo estaba de pasada y cuando te vi decidí hacerte compañía. — explicó encogiéndose de hombros y sentarse al lado del menor con una ingenua sonrisa en los labios.

— No tenías por qué hacerlo. — habló el menor cerrando su libro y desviar la mirada hacia otro punto.

—Lástima, ya estoy aqui. — respondió con simpleza a lo que Jimin rió.

— ¿Hyung, recuerdas que me debías una conversación?— preguntó Jimin resignandose al hecho de que Minhyuk no se fuera, con los ojos aún puestos en su libro cerrado.

Tal vez ahora sabría por qué Min Yoongi reaccionaba tan mal cuando estaba cerca del coronel, tratandose de alguien tan correcto como él.

Podría ser casualidad o cosa suya, mas el interes y curiosidad era mayor, su necesidad por saber más lo ponía ansioso queirendo aaciar con lo que sea aquella sensación, algo tuvo que pasar entre ellos para swntir ese sentimiento de rivalidad al verlos.

Definitivamente esos dos escondían algo.

—¿No sé si sabías que no eres del agrado de algunas personas en el pueblo? —  El castaño pareció pensarlo unos segundos para después contestar.

—Jimin quiero ser sincero y pon atención. En la vida nunca podrás obtener el agrado o la adiración de todos, por muy feo que suene no podremos conseguir caer bien a todo el mundo apesar de lo que hagamos para que sea asi. — respondió pensativo.

Jimin entrecerró los ojos, esa no era la respuesta que esperaba.

—¿Min Yoongi es uno de ellos? — el castaño volteó a ver al menor, sorprendido por aquella pregunta.

MinHyuk hizo una mueca incómodo. — Bueno... solo hubo pequeñas discusiones entre nosotros. — dijo el alfa cabizbajo huyendo de los insistentes ojos del omega de al lado.

Jimin se golpeó mentalmente al percatarse de lo mal que había sonado esa pregunta. Quizás había tocado un tema que el alfa no quería mencionar.

—Lo sien-

—Esta bien Jimin. — interrumpió el mayor. — No eres la primera persona que me pregunta eso. — confesó decaído.

—No era mi intención solo... ¿Qué es lo que vincula tanto con ese alfa?— MinHyuk giró a verlo, Jimin estaba con el ceño levemente fruncido dispuesto a escucharlo, esa expresión en su rostro le demostró el repentino interes.

El castaño soltó una suspiro rendido para luego hablar.

— Yo era parte de la familia Min. — sentenció, Jimin frunció el ceño aún más confundido, ellos ni siquiera comparten el mismo apellido. 

¿Como era posible eso? ¿Eran primos, tíos?

— Cuando yo apenas tenía 4 años, mis padres fallecieron en un accidente, mi madre era la hermana mayor del padre de Yoongi, yo la apreciaba mucho pero el destino me la tuvo que arrebatar y cuando eso pasó el padre de Yoongi no dudó en tratarme como un hijo más, llegando a criarme como uno, algo que en ningún momento le agradó a Yoongi, los celos lo cegaron.— se detuvo un momento para ver a Jimin. —  cuando el sr. Min falleció nos dejó una herencia equitativa a ambos, pero como era de esperarse Yoongi no tomó justo el reparto por que una vez que se convirtió en jefe de la manada de Daegu por ser el hijo legítimo de los Min, no dudó ni un segundo en desterrarme de la manada. — contó con un aire de tristeza en su voz. — Después de algunos días de caminata y con gran esfuerzo logré que me aceptarán en una pequeña manada al norte de Daegu.

Jimin se quedó con la palabra en la boca, atónito a lo que MinHyuk había contado, no podía creer la crueldad de Min Yoongi.

—Pero... ¿Qué fue lo que le obligó a ser tan cruel con usted?

—El rencor. — soltó el coronel sin ninguna expresión en su rostro.

Jimin se sentía sucio de haber sido tocado por una persona como él.

Desde un inicio presentía que Yoongi ocultaba algo, un pasado oscuro que lo perseguía y ahora que por fin sabía lo que el alfa se esmeraba tanto por esconder, solo podía sentir asco y decepción por ese alfa que en algún momento le hizo sentir algo más que solo atracción.

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Jimin subió los escalones con cierta prisa, bajo las curiosas miradas de las sirvientas que se encontraban ahí.

Inquietándose cuando escuchó unos sollozos viniendo de la alcoba de su hermano. Sin esperar ni un minuto más se dirigió donde este, encontrando a Seokjin con los ojos hinchados, llorando frente a un pedazo papel.

— ¡hyung! — llamó, el nombrado levantó la mirada con los ojos llorosos sosteniendo en sus manos lo parecía ser una carta. — ¿Qué sucedió?

El mayor respiró hondo tratando de calmar su respiración.

—Namjoon se regresó a Boseog. — anunció el mayor entre lágrimas. — me mandó esta carta diciendo que lo que él sentía no era correspondido. — el peligris frunció el ceño. ¿A qué se refería? Era obvio que Seokjin también estaba enamorado de él ¿Por qué decía eso?— me dejó, Jimin. Se fue

— ¿Qué? Pero... — susurró sin poder creerlo aún.

— Me equivoqué otra vez. — hablo el menor tan bajo que apenas Jimin logró escucharlo. — No debí ilusionarme y menos con él. — Jimin sin pensarlo mucho se acercó a su hermano estrechándolo en reconfortable abrazo, para transmitirle que jamás estaría solo en esto y que él estaría a su lado cuando más lo necesite.

—Jinnie no vale la pena. — animó dando suaves golpecitos en la espalda del omega. — No malgastes lágrimas en vano.

Se equivocó, sí, pero no se iba a derrumbar en pedazos, no por alguien que estaría completo sin el.

El castaño se reincorporó, limpiando su empapado rostro e intentando calmar sus sollozos.

—Tienes razón Jiminie, no voy a llorar por alguien que nunca quiso algo serio conmigo. — escupió con rabia. — Desde ahora no quiero saber nada que tenga que ver con él, para mí Namjoon está muerto.

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Our Pride ❦ Yoonmin [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora