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❝Y lo peor es tener miedo de perder a alguien que ni siquiera tienes ❞
Yoongi caminaba de un lado a otro por su despacho con el ceño levemente fruncido, evidentemente preocupado.
¿Había hecho mal en contarle a Namjoon sobre las verdaderas intenciones de la familia Park en él?
Él solo lo había hecho por su bien, luego de que partieron había optado por quedarse en la manada de Boseog como un invitado de los Kim pero desde que llegaron Namjoon empezó a actuar muy distinto, estaba casi todos los días con el mismo estado de ánimo, siempre cabizbajo y de muy mal humor, casi ya no salía de su habitación más que para comer y si lo hacía siempre estaba con cara de matar a alguien, algo que por cierto no sucedía muy a menudo.
Tanto así que fue descuidando poco a poco sus labores en su manada por lo que él se tuvo que hacer cargo de algunos asuntos en Boseog.
Empezaba a desconocer a su amigo. Namjoon nunca se ha caracterizado por ser alguien inexpresivo y desanimado, desde que lo conoció siempre fue bastante amable y risueño para ser un alfa.
A decir verdad no podía negar que él se encontraba igual o peor que Namjoon. No podía simplemente juzgarlo porque a él también le afectó que partieran de Busan.
Su lobo arañaba su interior desesperado, a este no le gustaba la simple idea de abandonar a Jimin, luego de que descubriera que definitivamente había empezado a sentir algo por el muchacho después de esa noche en el baile de los Kim.
En un principio no tuvo segundas intenciones con el omega de cabellos grises, le parecía un omega bastante distinto a la mayoría de los de su jerarquía, sin embargo esa noche cuando vio a Jimin bajo los efectos de su celo, estando tan sumiso y vulnerable ante la voz de cualquier alfa, solo provocó que su inquieto lobo gruñera receloso ante la sola idea de que alguien más tocará a Jimin, fue ahí cuando sintió a su lobo muy dispuesto a ayudar a ese omega con su celo, sin importarle mucho que eso solo ayudaría a profundizar sentimientos por ese chico y también traer consigo muchas consecuencias.
Le disgustaba que su lobo se hubiera encariñado con ese omega, aunque él todavía no quería comprender que su parte humana también había caído por el menor.
Todos esos sentimientos se desvanecieron cuando escuchó la conversación de los padres de Jimin. No pudo evitar sentir asco, pena y decepción por lo interesados que habían sido los Park.
Tan ensimismado había estado con Park Jimin y el supuesto futuro matrimonio de Namjoon y Park Seokjin, que había empezado a olvidar la verdadera razón por la que había llegado a parar a Busan y de los asuntos pendientes que aún tenía que resolver ahí, si quería que la paz reinara en su manada.
Unos toques en la puerta lo sobresaltaron, para luego articular un "adelante" en respuesta.
La puerta se abrió de a poco dejando ver a una beta asomarse por el umbral de la puerta.
—Sr. Min, el carruaje está listo. — anunció ella haciendo una reverencia en señal respeto.
El pelinegro solo asintió haciendo que la beta saliera del lugar no sin antes hacer otra inclinación.
Yoongi soltó un suspiro resignado y antes de salir de su oficina sacó el cofre que había adquirido hace unos días en Busan, recordando el rostro de un sola persona.
Park Jimin
Decepcionado salió de su despacho intentando ocultar su estado de ánimo, manteniendo su imponente postura y su expresión neutra en frente los demás. Sus oscuros y gélidos ojos solo reflejaban decepción y algo se tristeza.