«Esto no es Amor.»

Capitulo 21; El amor de Alemania.

Nota

Este es un capítulo un tanto aparte de lo de Rusi y Méx. Pasa al mismo tiempo cuando estos dos están juntos, pero quiero darle algo de drama a los antagonistas y para que se vaya formando bien la trama de la historia principal, espero y no les moleste uwu <3

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Alemania.

Un país con mucha historia, es -era- reconocido por su mala fama pero si ahora lo mencionas es un país de primer mundo, buena calidad de vida, economía estable, parte de la Unión Europea entre otras cosas buenas a lo largo de los años desde la muerte y las deudas que dejaron sus difuntos familiares.

Todos dirían que Alemania tarde o temprano sería el culpable si es que en un futuro hubiera una tercera guerra mundial. Pero realmente, ODIABA que lo compararán con Reich o Reichtangle. Él no era ellos, en el fondo de su corazón le quemaba y destrozaba que dijeran eso, después de todas las cosas que hizo por ellos. Alemania realmente era todo lo contrario a ello, era cuidadoso, preocupados responsable, dedicado, alguien con quién podrías confiar no importará que, y cuatro de sus amigos podrían comprobarlo. Japón, Italia, Austria y Rusia.
No hace falta mencionar a los dos primeros, son amigos desde la infancia por sus padres. Austria era aparte, el padre de este conocía a su abuelo y cuando murió el hijo quedó a cuidado de Reich. Rusia también lo conoció cuando URSS y su padre se llevaban bien. Perdieron comunicación cuando Third Reich decidió atacar al soviético. Cuando esté murió quedó a cargo de USA mientras URSS…
Bueno, esa es otra historia que será después.

Años más tarde Alemania era lo suficientemente consciente y mayor para hacer lo de su vida lo que le plazca. Fue así cuando decidió seguir el camino del bien. Tiene fuertes lazos con USA pero no lo suficientes como para llamarlo “amigo”. Era solo un compañero de trabajo más.
Pero dejando el historial de su vida un poco al lado… Ahora iríamos con lo amoroso.

No sabía si realmente era de familia o solo un simple fetiche, pero oh por Dios.

Ama a Polonia.

El chico trata de hacer todo lo posible para tener una mínima chance con ella, demostrarle que no es un ser de pura maldad como sus familiares, pero realmente es algo complicado confiar en algo así si ya te pasó dos veces con la misma generación de alemanes. Aún así el chico no perdía las esperanzas, ni siquiera un poquito.
¿Y saben por qué no perdía las esperanzas? Porque sabía que en el fondo del corazón de la polaca había misericordia para él.

Alemania terminaba de hacer unos cuantos trabajos que le había pedido uno de los jefes de gobierno. Regularmente solía tardarse todo el día, pero esta vez termino más temprano de lo usual. El chico de gafas tenía libre la tardé de partir en adelante, ¿Qué podía hacer en lo que restaba antes de que cayera la noche? No quería llegar a casa y terminar lo que tenía pendiente, se merecía un buen descanso a pesar de que no fuera mucho.

Salió de las oficinas de gobierno, fue a una plaza cercana a comprar un ramo de flores, margaritas para ser exactos. El alemán era todo un caballero dirían algunos, lo era, pero si ponemos un punto y aparte a este le gustaban mucho las flores, era una debilidad, cada que tenía tiempo practicaba de la jardinería (más allá de la pintura, claro).
Después de eso tomó el transporte, quería hacerle una visita a la chica de sus sueños, tenía suerte de que estuvieran “pegados” el uno al otro, así que no se le era tan complicado llegar. Sacó su teléfono de sus bolsillos para verse por la cámara frontal. Se acomodo la corbata, camiseta y limpió un poco su rostro. Sonrío después de eso dejando mostrar sus dientes tan afilados, esos dientes heredados de su padre… Quitó la sonrisa en cara, ¿Sería buena idea sonreírle a la chica así? No, creo que por el momento no era una buena idea, así que la descarto, no quería asustarla, incomodarla o algo peor. A veces esas cosas le hacían creer que realmente era un monstruo.