México poco a poco abría sus ojos, su cuerpo se sentía pesado, tenía la horrible sensación de que su cráneo se reventaría en cualquier momento, sintió varias agruras venir pero evitó a toda costa no vomitar. Mientras trataba de reponerse algo se lo impedía, ahí fue cuando fijó su vista en el abdomen de su compañero, palideció al instante, era cierto, Rusia estaba ahí, no fue un sueño. Las botellas de alcohol estaban aún tiradas por todo el suelo.
El latino tricolor sintió su corazón latir a mil por hora, de nuevo las náuseas habían vuelto, le estaba costando procesar todo lo de anoche, presentía que cuando Rusia despertara estaría molesto, aunque prácticamente no haya Sido su culpa, pero de alguna u otra forma recaía en él.Con todo el cuidado del mundo trato de safarse de sus brazos que aún lo seguían rodeándo, era un trabajo un tanto complicado pero no imposible. Primero quitó el izquierdo y después el derecho, se deslizó suavemente por su cuerpo hasta poder poner sus manos sobre la alfombra y de ahí pararse, pero fue mala idea, la cabeza empezaba a retumbarle aún más, rápidamente, tropenzandose levemente con sus propios pies, logró llegar a la cocina para buscar en su alacena un bote de medicamentos. De ella, sacó una Aspirina, que, antes de ingerir, tomó un vaso y del refrigerador sacó algo de jugo de naranja, ahí fue cuando y sin problemas la tragó. Aunque sabía que eso no evitaría el dolor momentáneo se dispuso a hacer el desayuno con sus pocas fuerzas, pero no hay nada que un buen desayuno no baje la resaca.
De su cocina sacaba un paquete de tortillas y del refrigerador algo de salsa de jitomate que ya había preparado hace días, en eso sacaba una cazuela, prendía la estufa y ponía algo de aceite mientras hacía trozos las tortillas para por último vertir la salsa sobre estás.
México en lo que dejaba que se cocinara bien, tomaba una bolsa para la basura y volvía a la sala de estar para recoger todas las botellas. Al menos el ruso parecía seguir dormido, una sonrisa se poso en el rostro del mexicano, al menos podía estar tranquilo. Al lado de este ya hacia uno de los envases de vodquila, su sonrisa se borró al instante. Se agachó y la tomo para verla con desprecio;-Así no me imaginaba mi primer beso con tripalosky... -Murmuró algo molesto para después poner la botella junto con las otras.
Suspiró con frustración mientras seguía recogiendo botellas, en eso, el ruso se estaba levantando del suelo.
—Мексика?
El mencionado se quedó estático por unos segundos hasta que se volteó a verlo, rezando por dentro para que no haya escuchado lo que dijo anteriormente.
—¡Ru-Rusia! —Soltó la bolsa con la botella mientras se ponía a su altura y con todas sus fuerzas trataba de ayudarlo a levantarse.
—Qué... ¿Qué pasó? ¿Por qué me duele la cabeza?
—Tomamos mucho anoche, uh, te lo explico enseguida.
Ambos se levantaron y fueron directo al comedor donde ahí México dejo a Rusia y tomara asiento mientras tomaba su cabeza con la palma de su mano derecha, México regresó a la cocina para apagar el desayuno que justo eran unos chilaquiles exquisitos. Sacó el bote de crema con el queso y también tomó la cazuela para llevarla al comedor. Al llegar dejo todo a la mano, los platos ya estaban en la mesa, solo era cuestión de servirse.
—Oh, México, no debiste... —El tricolor con colores blanco, azul y rojo se lamentó, empezaba a sentirse mal consigo mismo.
—Nada de disculpas, eres mi invitado. Ahora a comer —Respondio mientras le servía un poco.
Rusia no dijo nada y tomó un tenedor mientras empezaba a comer. Poco a poco estaba recordando todo lo que sucedió anoche antes de llegar con el mexicano. ¿Cómo pudo dejar a su compañero ahí? Se sentía una basura.
Mientras, México solo veía al eslavo con cara larga y se servía de igual manera algo de comida, empezaba a preocuparse de que supiera lo del beso y su reacción al respecto. Se arriesgaría a preguntar.—¿Te pasa algo? Desde que llegaste te noto algo... Decaído.
—Tuve una pelea con Alemania —Soltó al aire sin más.
México se sintió algo aliviado, al menos no era algo relacionado con el beso.
—¿Puedo preguntar qué ocurrió?
—Y-yo... Yo... —Su voz empezaba a quebrarse poco a poco, no aguanto más y dejó caer su cabeza mientras se cubría con sus brazos sobre la mesa.
El sello de águila se asustó y fue directo con él a consolarlo.
—Tranquilo, ya... Ya pasó.
—Soy un as-asco de persona —Comentó entre hipidos y jadeos.
—¡No! Rus, mírame, —el latino tomo suavemente el mentón del otro obligándolo a verlo frente a frente.
Y ahí estaban de nuevo, viéndose fijamente sin dirigirse la palabra, pero con la diferencia de que ahora estaban sobrios.
—No eres un asco... Sea lo que haya pasado con Alemania deberías pedirle disculpas.
El eslavo pasó su brazo por su rostro tratando de quitar sus lágrimas —No quiere verme ahora, y lo entiendo —Comentó más sereno mientras desviaba su mirada triste.
—Bueno... Pero no siempre estará enojado. Aún así trata de pedirle disculpas.
—Temo a quedarme sin amigos, ¿Sabes?
México rió leve —Yo aún estoy acá.
El ruso le sonrió mientras lo abrazaba con rudeza, al mexicano sentía que le faltaba el aire pero no quería arruinar ese momento.
—México, cuando estoy contigo no me siento sólo.
—Yo... Digo lo mismo —respondió el de franjas verdes, blanco y rojo acariciando su cabeza.
Que bonito era todo, pero al parecer Rusia no recordaba el beso, y México no quería mencionarlo, porque sabía que si lo hacía las cosas se alterarían más.
Era mejor tenerlo en secreto.
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¡Hola! ¡Es un gusto estar acá con ustedes de nuevo!💖Perdonen por no haber actualizado por casi tres meses, decidí darme un tiempo de Wattpad, pues muchas cosas pasaron a mi alrededor que me quitaron las ganas.
Pero ya estoy aquí, no prometo ser tan constante como antes pero planeo terminar este fic cueste lo que me cueste, porque así lo quiero.
Espero y estén bien, nos leemos después y gracias por seguir aquí ❤️
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«Esto no es Amor.»
FanficSuele ser extraño cuando convives con tu crush "de lejitos." Ya sabes, ese crush al que conoces pero nunca te has atrevido a hablarte por pena, miedo, etcétera. Pero imagínate que realmente le hablas y le agradas. Un México desesperado por un amor q...