«Esto no es Amor.»

Epílogo; Sí señor.

Pasaron unas semanas desde aquella declaración de amor. Todo se había aclarado ya, así que ya no tenían inconvenientes o dudas sueltas.
Los amigos del mexicano celebraron como nunca, los hermanos del ruso se sorprendieron, aunque no era así del todo, de hecho ellos ya tenían sus sospechas, pero eso no les importaba y lo felicitaron por ello.

México y Rusia prometieron lo que dijeron, no todo lo empezaron desde cero, pero empezaron a hacer más cosas de parejilla. Rusia había mantenido su palabra, estaba siendo sincero con cualquier emoción o pensamiento que tenía al respecto y a eso México le agradaba un montón, se estaba abriendo más de lo que antes hacía y eso significaba que la confianza entre ellos estaba floreciendo como viento en popa.

Así que sí, unas semanas más y decidieron formalizar la relación, lo cual fue yendo de boca en boca de todos.
Era la primera relación formal de Rusia, y la primera de México después de casi 40 años, tenían mucho que aprender, aunque tampoco es como si fuera imposible. Cómo dije, la confianza y el hecho de que hablaran de lo que les preocupara no era problema alguno, así que lo llevarían demasiado bien.
ONU se sorprendió al enterarse de la noticia, por un momento (cuando pasó el alboroto en la fiesta de Estados Unidos) creyó que todo estaba perdido y que los hechos de hace mucho tiempo atrás se repetirían. Pero no fue así.

—Me alegra muchísimo que estén bien ambos —Les dedicó una sonrisa sincera —¡Pero nada de escaparse a media junta para ir a hacer cosas malas!

—¡No mames estás peor que Chile y la bolita de idiotas hostigandome con hacer el delicioso!

—¿Te hostigan a que tengamos sexo? —Rusia arqueó una ceja, Mexico se puso rojo al instante.

—No es nada amorcito, ya sabes cómo son de mamones —rió nervioso, Rusia cambio su expresión a una muy desvergonzada.

—¡Adiós ONU, México y yo olvidamos encendidos los frijoles en casa! —Exclamó mientras se daba media vuelta y tomaba del antebrazo a México.

—¡¿Qué?! ¡Wey, Rusia!

Por otra parte Alemania estaba siendo muy feliz, más allá de que Polonia pareciera estar poco a poco más junto a este, se dió cuenta que su amigo Rusia había cumplido su promesa, era más atento con él y le ayudaba de vez en cuando. En una de las cosas que estaba de acuerdo desde un principio es que haberse juntando con México fue una gran idea.
Estados Unidos seguía algo decaído, pero seguía teniendo de vez en cuando contacto con México, nada fuera de lo normal: "Te voy a anexar un día de estos si sigues mandándome a tu pinche gente, ¿no ves que ya hasta hablo más español que inglés?" Mientras que México se ríe y le dice: "Jaja vete a la verga eso qué tiene que ver con la navidad puto baboso"
Sí, conversaciones sin sentido dándose en la madre, pero eso significa que estaban bien y tenían su pacto de paz.

Por los demás países no había mucho que decir, Canadá seguía apoyando a su hermano y le asesoraba en unas cosas, estaba orgulloso de su avancé a excepción de cuando el de cincuenta estrellas quería ayudarlo como conejillo de indias.
Los latinoamericanos no habían cambiado en nada, seguían con su amigo y hermano Mexico, estaban alegres por su logro.
Los aliados de Rusia la mayoría lo tomó algo mal, pero no podían hacer mucho, bien podrían romper lazos pero no les convenía, al menos no por el momento, la única que parecía apoyarle era su compañera de casi toda la vida, China. Aunque igual tomo su distancia, solo les deseo lo mejor y los bendijo con la palabra del dios Hotei.

Sí, cómo dije, todo parecía haber terminado con un final feliz para todos.

La ahora pareja entro a pasos torpes a la casa del mexicano mientras se seguían besando, y a pesar de que fuera de día, cerraban ventanas, apagaban las pocas luces que hacían prendidas, mientras poco a poco se sentía el ambiente más ardiente entre ellos.

—¿Te... —se separó un momento mientras el latino empezaba a quitarle la camisa al ruso —mentiría si dijera que no estaba esperando a por este momento?

—Demasiado —Rió mientras volvía besarle apasionadamente y lo aventaba al sillón —Eres tan maravilloso, me alegra que podríamos hacer esto cuando sea.

—¿Te imaginas si fuéramos padres? —Volvió a reír nervioso mientras se reincorporaba, le abrazaba y besaba el pecho ya al descubierto del eslavo.

—Oh no digas eso —le besó de nuevo mientras empezaba a pegarse más a este, sus manos se detenían y empezaban a acariciar su cuerpo con delicadeza —¿Estás listo?

El mexicano solo asintió. Rusia lo volvió a recostar mientras esté hacia lo mismo.
Oh bueno, supongo que eso será para otra ocasión, por el momento, dejémoslos disfrutar su momento a solas.
La vida de ambos estaba resuelta, juntos, parecía que nadie los detendría a partir de ahora.

Nunca sabes que puede ocurrir si no te acercas a hablarle a la persona que te gusta, con la que antes tuviste un buen momento pero tuviste que distanciarte, la persona que admiras pero temes a no congeniar, no importa si es un amigo, conocido, etcétera.
Puede terminar mal... O puede terminar bien, sea como termine, nunca debes olvidar que son lecciones de vida y éso te ayuda a crecer como persona, te ayuda a descubrir que es lo que quieres y que es lo que no. Con la gente que quieres cerca y con la cual debes cortar lazos. No importa lo que pase, siempre debes saber que habrá alguien que le encantará tu compañía, que hará lo posible para hacerte feliz, apoyarte, y pedir siempre lo mejor.

El universo estaba conspirando a su favor y eso era lo único que debían de enfocarse por el momento. No por el mañana, ni el futuro, solo ellos dos en la actualidad. Y así sería, solamente los dos como una pareja feliz de novios.

¿Verdad?

Fin.｡*♡