Capítulo 21

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No quería estar aquí… no quería hacerle frente a lo que tenía para decirme, pero simplemente no me pude negar a montarme en su camioneta.
No sé bien a dónde me lleva, pero no me atrevo a preguntar… por un momento, siento que solo quiero estar al lado de ella, y asegurarme de que no tome esas porquerías.
Ya estamos casi al otro lado de la ciudad, bien lejos de mi casa ¿A dónde me lleva? De repente el auto se detiene y ella aprieta sus manos en el volante ¿Qué le pasa?
La miro confundida mientras abre la puerta y se baja de la camioneta ¿A dónde va? ¿Debo seguirla?
Analizo el paisaje a mí alrededor, nos encontramos en un barrio casi igual al mío, las casas son del mismo estereotipo. Menos una azul y un tanto dañada… a la cual se está dirigiendo Jazmín. ¿Será su casa?
Dudando aún sin seguirla o no, me bajo de la camioneta y hago una carrera hacia ella. Sí, sí es su casa. Su apellido escrito en el buzón me lo confirma.
¿Me trajo a su casa? ¿Para qué?
Me mira de reojo, mientras saca unas llaves de su bolsillo…abre el cerrojo y ante mi aparece el interior de la casa de Los Del Río.
La casa por dentro, es igual de sencilla que afuera. Cosa que no me sorprende, pues por lo que pude escuchar de mi padre, Jaz y su madre viven solas desde hace mucho tiempo. No sé bien qué pasó con su padre, pero tampoco me atrevo a preguntar…
Noto como la mirada de Jaz baja al suelo, luego oscila entre el salón y yo… ¿Qué le pasa?

Jaz: Siento que no sea lo que esperabas

¿De qué habla? ¿De la casa?

Jaz: Mi mamá y yo hacemos lo que podemos.

-Jaz, tu casa es hermosa- digo y no miento. Puede que no sea tan lujosa como la de Carla, ni como la mía, pero dentro de ella se respira algo especial… familia.

Jaz: Estás de joda, ¿no? Mi casa es una mierda.

Flor: A mí me parece linda.

Flor: Sobre todo por quienes viven en ella

Mientras leía mi mensaje me sentí satisfecha de ver como una pequeña sonrisa se alojaba entre sus labios, y sus mejillas tomaban un tono un tanto rosado. Bien hecho,
El interior no se diferenciaba mucho a la fachada. Aunque se notaba como Andrea había puesto todo su esfuerzo en mantenerlo bonito.
Todo limpio y organizado... Pero un tanto pobre de objetos.
En el salón solo había lo indispensable y una pequeña tele era la que reinaba en el centro del lugar.
Tratando de permanecer neutra al mirar el lugar, me dispuse a mirarla a ella. Se le veía más tranquila, aunque aún aquel ceño fruncido permanecía en su rostro.

Jaz: Será mejor que vayamos a mi cuarto.

Leí el mensaje y asentí. Supongo que lo que tiene para decirme es bastante serio…
Caminamos hacia las escaleras, yo siguiéndola a ella. Y en menos de dos segundos estábamos dentro de su habitación…
Es exactamente a cómo me la imaginaba… paredes de un color hueso, decoradas por varios grafitis… Supongo que suyos. La cama sin arreglar, un montón de ropa por el suelo… me da un tanto de gracia notar lo regada que es.
Veo una laptop sobre una mesa de madera, y una… ¿Eso es una guitarra? ¿Jaz toca? Pero… ¿Cómo? No, no, debe ser de su padre…
Camina por delante de mí, mientras examino su habitación con la mirada, hasta finalmente sentarse en su cama. ¿Debo sentarme junto a ella?

Jaz: Pregunta de una vez

Leo su mensaje, y pestañeo confundida

Jaz: Pregunta lo que te mueres por preguntarme desde la playa

Mi cuerpo se tensa… no quiero preguntar pues le temo demasiado a la respuesta.

Jaz: Flor, hazlo. No me pondré brava.

Palabras (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora