Capítulo 32 🌸

951 55 8
                                    

Una vez frente a su puerta un extraño miedo se apodera de mí… ¿Y si no quiere verme? De seguro se encuentra afectada… aunque aún no sé bien el por qué… ¿Por qué se enojo por la reacción de su madre?
Trago en seco y sacando fuerzas de donde no las tengo abro la puerta… mierda, que oscuridad…
Aquella habitación está completamente en la penumbra… solo la luz de la luna que atraviesa la ventana me da un poco de visión… ¿Dónde está ella?
Trato de buscarla con la mirada pero no la encuentro ¿Se habrá ido? Me acerco a la cama, y no está… ¿Dónde…?
Un sonido me hace mirar hacia la ventana ¿Pero qué…? Es música… ¿Una guitarra? ¿Será ella?
Con mi ceño fruncido y mi corazón acelerado me voy acercando a la ventana, mientras que las notas musicales se escuchan cada vez más fuerte… reconozco la canción… es ¨No te pude retener¨ de Vanesa Martín… creo que es esa.
Me sigo acercando hasta que finalmente llego a ella ¿Dónde está?
Asomo mi cabeza con cuidado, debido a que soy un poco miedosa con las alturas, y casi pego un grito al ver donde se encontraba mi colorada favorita… ¡¿Está loca?! ¡Se va a matar!
Se encuentra sentada en el límite de su tejado, con sus piernas colgando al vació y lo que parece ser una guitarra sobre su regazo… ¿Qué hace ahí? ¿No se da cuenta de que puede ser peligroso? ¡Se puede caer y quedar en el cuento!
-Jaz…- susurro, aunque sé que es inútil.
¿Cómo hago para llegar a ella? Bueno, supongo que no hay manera…
-Ah, Diosito, no dejes que me carga- murmuro mientras coloco un pie fuera de la casa. Si muero acá por su culpa, juro que reapareceré para atormentarla….
Este techo es de tejas… es totalmente inseguro… con un solo paso en falso puedo caer y… Mierda, ¿Qué hago?
¡Estúpido corazón que me hace hacer cosas como estás!
Ya estoy cerca de ella, aunque no lo suficiente, pero mi cuerpo parece no querer avanzar más… gracias a Dios, en ese momento se voltea y sus ojos se topan con mi cuerpo. ¿Me notó de alguna forma o fue solo coincidencia?
Sus ojos se abren sorprendidos al verme, pero muy pronto cambian a estar fruncidos demostrando preocupación… sé que debo estar pálida como un papel en estos momentos… no me gustan nadas las alturas…
-¿Qué haces?- dice y la maldigo. No, no es un buen momento para que hables ahora. ¿No se da cuenta de que su voz me debilita?
-Te salvo- digo como puedo y ríe. Será cabrona…
-Creo que la que… que necesita ser salvada sos vos- me vacila –Estás pálida-
-No soy muy fan a las alturas- confieso y juro que me estoy comenzando a marear
-Estamos en un segundo piso, Flor- se levanta y casi muero. No quiero que le suceda nada.
Pero al parecer esto ya es algo que está acostumbrada a hacer, pues se mueve con maestría y cuelga la guitarra en su hombro. Comienza a caminar hacia mí…
Una vez está frente a frente me sonríe de esa forma que solo ella sabe hacer…
-Al parecer la rescatadora se ha convertido en la rescatada- rió haciendo que ella haga lo mismo.
Ladea la cabeza y se acerca más… cuando me vengo a dar cuenta sus manos ya envuelven mi cuerpo, y me abraza…
Dios, esto es lo que necesito… con un abrazo como este se me van todos mis miedos… bueno, más o menos…
Suspira en mi cuello, y se aleja, lo suficiente para apoyar su frente contra  la mía…
-Gracias- murmura
-¿Por qué?- pregunto una vez sus ojos se posan en mis labios
-Por la causante de mi alegría-  confiesa. Y juro que ahora sí caigo.
De no ser porque sus manos siguen envueltas en mi cuerpo ya me encontraría desmayada en el césped de su jardín delantero… ¿Cómo me dice estas cosas? ¿De dónde salió? ¿De una peli? ¿De un libro? Es la única explicación… personas tan especiales como ellas no existen en el mundo real.
Muerdo mi labio inferior, tratando de controlar la tonta sonrisa que se muere por formarse. Pero en el momento en el que lo hago sus labios lo evitan…
Captura mi boca en un inesperado beso. No es desesperado, pero tampoco es lento… está lleno de pasión… de sentimientos… Dios, como extrañaba sentir su boca en la mía…
Sé que no soy una experta en besos, pero estoy segura de que nadie en el mundo me besará mejor que esta chica… Jaz no solo besa mis labios… besa mi alma…
Aprieto sus cabellos en el momento en el que siento algo muy parecido a un gemido salir de su boca… mierda… nunca pensé que sentiría algo tan sexy como su gemido vibrar en mis labios…
Quiero más… quiero sentirla por completo… y por causa de esto olvido por unos segundos donde realmente estamos… doy un paso hacia adelante… y mierda… caemos…
No, no, no, no quiero morir. Pienso en esa milésima de segundos en la que nuestros cuerpos unidos descienden por aquel endemoniado tejado… mira que se lo dije… vamos a morir acá…
Me aferro con fuerza a su camisa, mientras siento mis muslos arder… de seguro me hice daño… pero no pienso en eso, solo pienso en lo doloroso que será caer al suelo desde esa altura…
-Flor…- oigo su voz y abro mis ojos… esperen un momento… ya no nos movemos…
La miro y su respiración está agitada… me sostiene con fuerza, con tanta fuerza que creo que mañana tendré moretones en la piel que ella sostiene… miro hacia abajo y noto como sus piernas están aferradas en el borde del tejado… nos sostiene… ella ha sido la que ha detenido la caía… afianzando sus piernas como frenos en aquel pequeño muro que nos separa del vació… Dios, quiero besarla…
De hecho… lo hago… llena de alivio me lanzo a sus labios y los beso lleno de euforia… me salvó… ella me salvó…
Ríe en medio del beso… sé que debe pensar que soy una exagerada, pero me da igual… para mí me ha salvado de una muerte segura, aunque nuestra caída sinceramente no hubiera pasado de un par de huesos rotos…
Se separa de mi eufórico beso y me sonríe sosteniendo mi mejilla…
-Te dije que era tu súper héroe- me dice con esa voz que amo, y no puedo evitar reír…
Tiene razón… la primera vez que nos vimos, después de haberme salvado de las maldades de Lucía ella me había dicho esto en forma de broma… ahora más que nunca me doy cuenta de que tenía razón
-Mi súper heroína- murmuro atrapando su boca en un pequeño e inocente beso.
-Será mejor que entremos- sugiere y yo no podría estar más de acuerdo.
Sin soltarme de la mano, me dirige de vuelta hacia la ventana que lleva hacia su habitación. Me ayuda a pasarla, pero en el momento en el que su mano roza mi muslo me quejo… duele…
Sé que debo tener esa zona realmente afectada, debido a que no me ha dejado de arder… esta siente mi molestia y me mira… yo solo niego con la cabeza haciéndole saber que no es nada.
Pero Jaz no se conforma con esto. Camina por su habitación, y lanza su guitarra en la cama, para luego llegar hacia el interruptor de la luz…
Una vez esta está encendida, se gira a mirarme… y sus ojos se abren aterrados al verme…
-Flor…-
Mierda… pienso cuando miro hacia abajo y veo que tan grave fue la caída para mí…
Mi vestido está completamente rasgado, y la zona de mi muslo está cubierta de un enorme rasponazo… estoy sangrando… joder, no me gusta la sangre…
Siento el cuerpo de Jaz moverse hasta mí casi corriendo… sé que debe estar preocupada… yo también lo estoy pero no por el rasponazo… sino por el hecho a que debido a las rasgadura de mi vestido, se ve casi toda mi ropa interior… gracias a Dios que no me puse las bragas de patitos…
Se agacha a la altura de mi muslo y lo examina… sé que se ve bastante feo…
-Debemos llevarte a un médico-  me mira esperando una respuesta por mi parte, pero yo niego con la cabeza… no quiero ir a un médico… -Flor, esa herida debe ser desinfectada-
-Hazlo tú- murmuro y ella me mira molesta. Quiere que vaya a un médico, lo sé. Pero simplemente no quiero irme… no ahora por una tonta rasgadura en mi muslo…
-No soy…-
-Es solo darle agua y jabón… y ya…- le digo con simpleza y veo como mira hacia el baño. Debe estar analizando toda la situación.
Por fa, di que sí…
Se levanta y camina hacia su cuarto de baño ¿Qué hace? Siento como está buscando cosas, supongo que el botiquín ¿No?
Segundos después se asoma y me llama con la mirada… camino hacia ella con dificultad.  Y al llegar a su lado veo como ha preparado todo en el baño… tiene todo un kits de profesional apoyado en el muro de su bañadera
-Siéntate- ordena apuntado hacia la esquina de su bañadera.
Asiento y cumplo su orden, colocando mis pies dentro de aquella gran bañadera vacía. Me mira mientras me acomodo, y una vez cree que estoy lista se inclina para tomar el jabón y abrir la llave del agua… me va a limpiar ella misma… Dios, espero poder aguantar…
Veo atenta como toma el jabón en sus manos y lo pasa por debajo del agua. Luego crea espuma con este y sus manos, y sus ojos se topan con los míos unos segundos antes de tocar mi piel con el jabón…
Ah… doy un respingo ante el pequeño ardor que este contacto me causa…. La herida no había sido grande pero aún así dolía bastante…
-Lo siento- dice mientras continua pasando en el jabón… , toma agua entre sus manos como si fueran una copa y moja mi pierna… continua haciendo este proceso hasta que el jabón desaparece por completo… de repente mi cuerpo se tensa… esta vez no de dolor…
Ella se encuentra acariciando mi muslo… sé que solo trata de quitar toda la suciedad que ahí pueda encontrar pero aún así mi cuerpo reacciona de esta forma… el tacto de sus dedos sobre mi muslo quema…
Respiro profundo tratando de mantener la compostura… gracias a Dios esta aún no se ha dado cuenta de lo que me está causando…
Sus dedos suben más de lo debido y esta vez no puedo aguantar el gemido que sale de mis labios… lo siente… no sé cómo pero lo hace…
Lo sé por la forma en que me mira… parece un león mirando a su presa… y eso me encanta… quiero ser su presa… quiero ser devorada por ella… ¿Pero qué digo? Dios, las hormonas me están volviendo loca…
Sus ojos cada vez son más oscuros y no detiene sus caricias… esta vez ya no está tocando la zona afectada… acaricia más allá de lo que debería…sus dedos vagan por el sitio donde el vestido yace rasgado… muy cerca de mi zona prohibida… dios, no quiero que se detenga… sé que no debo desear esto… pero no puedo pensar en otra cosa que no sean sus dedos colonizando cada parte de mi cuerpo… tocando cada vez un poco más…
Cierro mis ojos y jadeo un poco, cosa que hace que afiance su toque en mi piel…
Mi respiración se detiene en el momento en que sus dedos se enredan en la tela del elástico de mis bragas… Mierda… estoy terriblemente mojada… por primera vez en mi vida, puedo decir que estoy terriblemente mojada… esto es maravilloso… ella es maravillosa… abro mis ojos y me la encuentro observando cada una de mis acciones, mientras que su labio inferior es retenido entre sus dientes…
La siento tratar de bajar la tela de mis bragas más de lo debido cuando…
¨Sé te nota en la mirada eh…¨ Mierda… ¿Ahora?
Mi tonto tono de llamada comienza a sonar haciéndome pegar un brinco en mi lugar y arruinando el momento… ella me mira confundida… sé que no debe saber qué acaba de suceder…
-Mi… mi móvil…- es a mí esta vez la que le cuesta un trabajo inmenso hablar
Asiente y se levanta para alcanzar mi dichoso teléfono… ¿Por qué mierda tuvo que sonar justo ahora?
Lo tomo de sus manos, y bajo su mirada leo el nuevo mensaje que acaba de llegar… era de mi padre.

Palabras (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora