Capítulo 30 🌸

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Inseguridad… eso es lo que sentía en estos momentos. Me miraba una y otra vez después de ya casi haberme probado 17 vestidos y nada me daba la confianza suficiente para enfrentarme a Jazmín…
Necesitaba sentirme segura, confiada de mí misma para hacerle frente a aquella a la cual le había hecho daño, y la cual sin darse cuenta también lo había hecho.
-Te ves hermosa, hija.- sentí la voz de mi padre y lo vi apoyado en el marco de mi puerta
-¿En serio?- este asintió
-Me recuerdas a tu madre cuando la conocí… siempre has sido parecido a ella- dijo con un toque de añoranza
-Pues mamá siempre dice que soy idéntica a vos- reí y este hizo lo mismo
-En tu carácter puede ser. Pero en lo físico… sos la viva imagen de ella-
-Gracias…-
-¿Ya nos podemos ir?-
-Eh… ¿En serio me queda bien?- dije mirándome de vuelta. Aquel vestido azul claro no me convencía del todo
-Ella lo va a amar- dijo y lo miré confundida y nerviosa a la vez ¿A qué se refería? ¿Hablaba de…?
-¿Por qué…?-
-No tienes porque ponerte nerviosa, hija. Solo fue un comentario…- dijo risueño –Jazmín va a adorar tu vestido-
Mis mejillas se tornaron de color rosa… ¿Acaso mi padre sabía de…? Dios, que vergüenza… es obvio que sabía… no era difícil no darse cuenta de lo que pasaba entre nosotras… yo babeaba por Jazmín cada vez que la veía…

Mi corazón latía con más velocidad con cada paso que daba hacia la casa Del Río. El hecho de saber que cenaría con Jazmín me ponía realmente nerviosa… y más después de lo que había pasado entre nosotras…
Respira, me decía a mí misma mientras mi padre tocaba el timbre de aquella un tanto deteriorada casa. No pasaron ni dos segundos cuando sentimos movimientos detrás de la puerta… mi corazón se detuvo ¿Será ella?
La puerta se abrió y un suspiro de alivio salió de mis labios al encontrarnos con unos ojos verdes, muy parecidos a los de Jazmín, pero con muchos más años de experiencia.
-Al fin llegaron- dijo Andrea con una cálida sonrisa, mientras dejaba dos besos en la mejilla de mi padre –Vaya, Mario, te has puesto guapo- alagó y mi padre solo asintió torpemente.
-Ah, solo me puse algo sencillo- dijo mi viejo padre provocando que lo mirara sorprendida ¿estaba sonrojado? Esperen un momento… ¿Qué pasa acá? ¿Acaso….? Vaya, creo que la afinidad por los Del Río la heredé de mi padre….
-Y vos- mirándome –Está re linda. Deja que Jaz te vea- ahora era mi turno de sonrojarme –Pero pasen, pasen…- haciéndose a un lado para entrar finalmente a la casa
Mis pasos eran cada vez más cortos… parecía que estaba entrando a una cueva o a una trampa… no tenía miedo… solo que no quería encontrarme con Jazmín sin estar preparada…
-Jazmín está en la cocina. Si quieres te la busco o…-
-Yo voy- me adelanté a decir –¿Si me permite?-
-Obvio, mi niña. Le va a dar mucha alegría verte- sonrió Andrea y yo me dispuse a ir a la puerta que suponía que llevaba a la cocina…
Una vez en el marco de la puerta mi corazón se detuvo de golpe al ver aquella melena colorada. Jazmín se encontraba en los fogones, de espalda a la puerta… parecía concentrada en lo que sea que estuviera haciendo… olía muy bien. No tenía ni idea de que cocinara…
Quería acercarme pero temía asustarla al aparecerme así no más… así que me quedé estática en el lugar, esperando a que sea ella quien descubra mi presencia…
Lo que no sabía era que iba a encontrar un nuevo hobbie… creo que mi favorito hasta ahora… verla cocinar…
Se veía tan  linda moviéndose por la cocina, manipulando con maestría los instrumentos… parecía una chef profesional… ¿Desde cuándo sabe cocina?
Una delicadeza nunca antes vista envolvía cada uno de sus movimientos… era como si estuviera flotando en aquella cocina…
De repente se voltea y sus ojos chocan con los míos… tal y como esperaba se asusta y el sonido de un caldero cayendo al suelo retunda en toda la cocina…
-Mierda- me quejo ante el sonido. Ella solo me mira por unos segundos… bueno, me mira… prácticamente me está haciendo un escáner con esas dos esmeraldas que lleva como ojos…
Me mira sin ningún tipo de pudor de arriba abajo, y al llegar a mis piernas veo como se muerde un poco el labios… Dios, ¿Hace mucho calor acá? ¿O qué…?
Camino hacia ella, y levanta la mirada de vuelta a mi rostro
-Hola- le sonrió y esta imita mi gesto en forma de saludo
Sigo caminando hasta llegar a su lado, y bajo su mirada me agacho a recoger el caldero caído
-Ten- se lo extiendo. Gracias a Dios se encontraba vacío -¿Te ayudo en algo?- esta me mira y niega con rapidez
Veo lo que hace, y me doy cuenta de que ya está todo casi listo… solo le falta por terminar una especie de crema… la cual por cierto huele demasiado bien…
Cierro los ojos y me permito disfrutar del aroma… ella me sonríe mientras lo hago… creo que está orgullosa de lo que ha hecho…
Veo como se voltea hacia la encimera y entre los cajones busca… ¿Qué es? Una cuchara…
Mueve un poco la crema y carga la cuchara, para luego llevarla directamente hacia delante de mi boca… me hace gestos con la cabeza… quiere que la pruebe… no me niego… y atrapo aquel delicioso líquido con mis labios…
Dios… es lo más delicioso que he probado en mi vida… Jazmín debe hacerse chef, eso está decidido… un talento así no se puede desperdiciar…
-¿Te… Te gusta?-  abro mis ojos de golpe al oír aquella voz ronca… ¿Estaba hablando? ¿O soy yo que ya estoy fatal?
La miro sorprendida y noto como sonríe de forma divertida -¿Hablaste?- asiente sin borrar la sonrisa, mientras lanza la cuchara al fregadero.
-A vos… a vos te gusta que… hable- dice y definitivamente ahora sí muero… ¿Está hablando por mí? ¿Por qué a mí me gusta?
Zeus… quiero comérmela a besos en estos momentos, lo haría si no supiera que nuestros padres están del otro lado de la puerta…
-Sí, me encanta- le digo y su sonrisa aumenta –Te extrañé hoy- al leer mis labios, noto como baja la cabeza
-No… no tenía ganas de ir… perdón- su voz sigue siendo difusa, pero cada vez que habla la siento más clara… como si la foto ya fuera tomando sentido.
-Yo… yo soy la que te tiene que pedir perdón a vos- digo y sus ojos se clavan en mí llenos de confusión –Por lo de ayer… por haberme querido irme así…-
A medida que hablo veo como comienza a negar con la cabeza ¿Qué niega?
-La que tiene… que pedir perdón soy yo…- la miro confundida ¿De qué habla? –Perdón si hice… si hice algo que te molestó-
-No, no, Jaz, no- niego con rapidez, y no sé qué es lo que me lleva a sostenerle las manos con fuerza –Vos no tenés la culpa, fui yo que… nada, tonterías mías…-
-Flor, ¿Qué… qué fue lo que te pasó? ¿Por qué te pusiste así?-
-Yo…- Dios, me daba vergüenza. Me daba una terrible vergüenza admitir mis estúpidos celos… No sé cómo se los tomaría –Me sentí fuera de lugar- me mira confundida –Al ver el nombre de Brenda junto al tuyo… sentí que… -
De repente la voz de Andrea se hizo presente, y luego la figura de nuestros dos padres.
-Vamos, nenas, que hay hambre. ¿Flor, vos podés ayudar a Jazmín a poner la mesa?- dice Andrea y yo asiento.
Me muevo con rapidez lejos de la colorada, quien aún me mira confundida… sé que debe estar pensando millones de cosas en estos momentos… pero yo no soy capaz de completar mi frase… el hecho de que sienta celos de Brenda me hace sentir la persona más miserable del mundo.
De esta forma transcurrió gran parte de la cena, yo en silencio y Jazmín tratando de descifrar el embrollo que era mi cabeza con su intensa mirada. ¿Por qué mierda se tuvo que sentar en frente de mí? Aunque en verdad, lo prefiero a que se siente a mi lado… su cercanía en estos momentos sería mortal para mí…
-Esto está delicioso, Andrea. Me tienes que pasar la receta- dice mi padre saboreando aquella deliciosa crema virginia.
-Bueno, no es a mí a la que debes pedirle la receta, sino a la chef principal- dice señalando a Jaz quien se encuentra ajena de todo –Yo solo fui la ayudante de cocina-
-¿Es en serio?- dice mi padre sorprendido mirándola. Jaz hace lo mismo al ver que hablan de ella, pero no tiene ni idea de qué -¿Vos preparaste esta delicia?-
Tras entender sus palabras asiente con una diminuta sonrisa
-Wow, deberías hacerte chef, mi niña. Esto es digno de un prestigioso restaurant- veo como sus mejillas se sonrojan a medida que las palabras de mi padre salen de su boca –Mira a ver si le enseñas algo a Flor, que cocina… guacala- dice mi padre riéndose y Jaz hace lo mismo.
-¡Pa!- protesto. Es cierto que no soy la mejor en la cocina pero tampoco es para tanto ¿No?
Estoy dispuesta a decirle algo más a mi padre por su burla cuando veo la sonrisa de Jaz ante mí, y me derrito… ¿Cómo lo logra? ¿Cómo consigue derrumbar una y cada una de mis defensas con un simple gesto como lo es una sonrisa? Ese debe ser su súper poder o algo por el estilo…
-Jaz siempre ha amado cocinar. Desde pequeña… y esto no es lo mejor que se le da. Deja que pruebes el postre. ¿Por qué no lo traes querida?- esto último Andrea lo dice mirando a su hija, la cual asiente y se levanta de la mesa… no sin antes mirarme ¿Qué quiere?
Mueve la cabeza indicándome que quiere que la ayude… no sé si quiera ir con ella… no quiero terminar mi respuesta de hace un rato…
Pero no tengo más remedio que acceder a su petición y levantarme de mi asiento… no cuando las miradas de todos están clavadas en mí…
Trato de seguirla a la cocina, mientras pienso en otra respuesta alternativa a la que estaba a punto de decir… No sé cómo se tomará realmente mis celos por Brenda… mis miedos en cuanto a su regreso…
Una vez en la cocina abre la nevera y saca una hermosa tarta de chocolate… Dios, ¿Esto lo hizo ella? Se ve extremadamente deliciosa…
-Santa mierda- murmuro y esta sonríe al leer mis labios
-No está tan buena- dice con dificultad y yo no puedo dejar de sonreírle. ¿Hablarme se va a volver costumbre? Dios, muero ahora mismo… no ha dicho una sola palabra en toda la cena… de hecho, llegué a pensar que nuestra conversación de hace un rato solo había quedado en el pasado… pero ahora… una vez sola… vuelve a hacer acto de presencia su voz… me la como a besos.
-Deja de sonreír como una tonta- dijo arqueando una ceja mientras coloca la tarta sobre un plato de cerámica blanca
-¿Por qué?- digo sin borrar mi sonrisa
-Porque me dan ganas de besarte- POOM, definitivamente muerta… ¿Cómo me dice esas cosas? No son buenas para el corazón… me quiero acercar y comerle la boca de una buena vez como llevo deseando desde que la vi, pero me contengo… lo menos que quiero es que nuestros padres nos pillen en el acto.
Sonríe de forma pícara y ladea la cabeza, como si supiera exactamente lo que está pasando por mi mente…
-¿Me vas a decir por qué… por qué estabas mal? ¿O… me vas a seguir huyendo?- dice una vez termina de servir la tarta, mientras se coloca a mi lado… sé que quiere su respuesta… y yo… yo no puedo dejar de dársela… por muy mal que quede parada
-Sentí celos de Brenda- digo tan rápido que creo que ella no logra entenderme
Se acerca lentamente, y yo bajo la cabeza. Solo para que en menos de un segundo esta tome mi barbilla y me haga mirarla a los ojos… No, sus ojos no… son como mi criptonita…
-Flor…-  corrección, mi criptonita es su voz –Tienes que hablar más lento- sé a lo que se refiere, no debió haber entendido ni una sola palabra de las que acaban de salir de mi boca.
Respiro profundo tratando de encontrar la fuerza para enfrentarla… me muero de vergüenza… por favor, que no se lo tome mal…
-Sentí celos- solté de una y sus ojos se abrieron sorprendidos ante mis palabras –Al ver sus nombres en aquella pared me di cuenta de la existencia de tu pasado… de ella… y sentí celos… celos de aquel pasado al cual yo nunca le llegaría ni a los pies…- su mano toca mi mejilla y me permito sentir su caricia… -Solo… no quiero ser un parche para voz, Jazmín-
Siento como aquel nudo lleno de miedo pasa rasgando mi garganta, mientras ella solo me sigue acariciando… dime algo, dime tonta, aléjate… ¡Pero algo!
-No… no eres un parche- dice  y yo niego…
-Me sentí así- confieso y sus manos evitan que me aleje. Me sostiene con fuerza por mis mejillas, y hace que mi cuerpo se acerque un poco más al mío
-Flor, yo… yo…- le cuesta trabajo seguir hablando. Pero no sé si es por el hecho mismo de que no está acostumbrada a hacerlo, o por el peso que puedan tener sus palabras…
Quiero averiguarlo… pero el sonido de unos platos rompiéndose en el suelo de la cocina, me hace darme cuenta de que no tendré la respuesta a mi incógnita en esos momentos…
Ante el ruido me alejo de Jazmín asustada, ella apenas se da cuenta de lo que pasa… hasta el momento en que sigue mi mirada y ambas nos topamos con una confusa Andrea…
-No… No puede ser- murmura la señora completamente pálida… ¿Qué pasa?

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Qué pasará???
Ah, antes de que se me olvide... Se me cumplió un sueño!!!
Después de dos años intentando llegar a ella lo conseguí!! Jula me notó!!
Ella compartió un video que hice sobre ella y Adrian en el Host. Está en su cuenta principal de twitter. Mi cuenta es @Ñañi108...
Le gusto mi video!!!
Se q a lo mejor para algunas poca cosa pues hasta la han visto pero yo vivo demasiado lejos de Argentina. Y para mi mala suerte nunca podré ir... asi que, esto es lo más cerca q puedo estar se verla...

Palabras (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora