Aquellos hermosos ojos color miel comenzaron a abrirse lentamente y una sonrisa tonta se dibujó en su rostro al vernos…
Hacía ya dos horas que Carla se había despertado, y tras un ataque de nervios y vergüenza, ahora estaba en calma… ya había hablado todo con sus padres, todo había sido aclarado… y ahora era nuestro reencuentro…
-Hola, dormilona- dije haciéndola sonreír
-Hola a ti- respondió en un susurro
-Menudo sustos nos distes- dijo Lolita acariciando su cabello
-Perdón- dijo Carla y pude ver como se formaban lágrimas en sus ojos –No debí… soy una cobarde-
-No, no digas eso- dijo Damián interviniendo –Sos la persona más valiente que conozco… y vas a salir adelante. Te lo prometo- tocando su mano
-Gracias…-
-Necesitas descansar mucho ahora- dije
-Vacaciones- aportó Lolita
-Mis padres… ellos ya saben todo…- dijo Carla mirándome
-Lo sé, se enteraron con todo el alboroto-
-No me rechazaron- sonrió
-Te lo dije… te aman… nunca harían algo como rechazarte-
-Ellos… ellos hicieron la denuncia… la policía debe estar investigando-
-Atraparán a quien te hizo el maldito video. Te lo aseguro- dijo Damián serio
-Eso espero…-
…
Una hora más tarde, tuvimos que volver a la escuela por órdenes del director. Cosa que nos incomodó bastante… queríamos seguir con Carla…
Las clases transcurrieron gracias a Dios de forma rápida, y cuando menos esperábamos ya nos estábamos yendo de la escuela
-¿Vas a ir al hospital?- me preguntó Lolita, quien caminaba a mi lado por la salida de la escuela
-Yo sí- dijo Damián apareciendo
-Ya lo sabía- dijo Lolita sonriéndole –Estás loco por ella-
-Sí, lo estoy. No lo oculto- dijo orgulloso el chico
-Yo no puedo ir. Tengo que pasar por casa- informé y ellos asintieron
-Ahí está tu príncipe azul- dijo Lolita asintiendo hacia adelante, señalando con su cabeza hacia Jazmín, quien irónicamente llevaba una camisa azul y se encontraba sentada en el capo de su auto esperándome
Jaz me sonrió de medio lado al verme, y caminó hacia nosotros
-Hola- dijo sorprendiéndonos a los tres. No era común que ella hablara en público, y menos delante de mis amigos.
Damián y Lolita la miraban como si fuera un ser de otro mundo, cosa que hizo sonreír a Jaz para mi alivio
-¿Vos no eras muda?- soltó Lolita sin filtro
-Sorda. Soy sorda- aclaró Jaz sonriéndole
-Y sí que puede hablar- dije agarrándola del brazo –Tiene una voz hermosa- besando su mejilla, y haciéndola aumentar su sonrisa
-Nunca te había oído hablar-
-No le gusta mucho hablar en público- me apresuré a decir
-Pero… pero eso va a cambiar- dijo mirándome con esos ojos que tanto amo. ¿De verdad comenzaría a hablar? Dios, la amo. Y amo su voz.
Sonreí como una tonta antes de besar sus labios, no nos separamos hasta oír la voz de Lolita
-¿Y eso?- dijo mi amiga viendo fuera de la escuela
Todos miramos hacia allá, para toparnos con la imagen de una patrulla, a la cual escoltaban esposados a Mariano y a Federico ¿Qué pasaba?
Los chicos protestaban tratando de forcejear con los policías… pero no podían con ellos, y terminaron entrando en la patrulla. Jaz tocó mi hombro indicando que mirara hacia la puerta de la escuela, donde Lucía estaba estática mirando la escena…
Terror era lo que reinaba en su mirada… sus ojos coincidieron por una fracción de segundo con los míos, antes de que se echara a correr en dirección contraria a la patrulla ¿Qué demonios pasaba? ¿En qué se habían metido?
No debió llegar lejos, pues en menos de un minuto estaba siendo escoltada fuera de la escuela junto con Daniel por dos policías…
-Esto es una equivocación- decía alterada, mientras que Daniel permanecía mirando al suelo…
-Florencia- una voz sonó tras nuestras espaldas haciéndonos brincar asustados… todos miramos para toparnos con nuestro profesor- policía- agente del FBI, Manuel Izaguirre –Jazmín- miró a Jaz -¿Puedo hablar con ustedes a solas?-
Ambas nos miramos confundidas antes de asentir y caminar junto a él. Lo seguimos en silencio confundidas hasta llegar al campus de la escuela ¿Qué pasaba? ¿De qué quería hablar?
No sé porqué pero esto no me huele a nada bueno…
Una vez solos este se dispuso a hablar…
-Chicas, yo… yo les tengo que dar una mala noticia-
