Capítulo 33

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Cinco sentidos… todos los humanos gozamos de poseer cinco sentidos… sentidos que utilizamos cada día para poder sobrevivir en esta jungla que es la vida… pero que a la vez no nos paramos a disfrutarlos…
Tengo 18 años y obvio que he usado mis sentidos, pero nunca como esa mañana…
Esa mañana cuando los primeros rayos de Sol dieron contra mi cara… mis cinco sentidos se activaron como nunca….
Olfato… fue el primero en despertar ante aquel delicioso aroma a vainilla que mi compañera desprendía…
Audición… fue el segundo, ante aquel pequeño quejido que hizo al despertarse de a poco…
Tacto… al sentir sus manos aferrarse cada vez más a mi cuerpo, halándome contra el suyo en un fuerte y necesitado abrazo….
Visión… al abrir de a poco mis ojos y toparme con los suyos… tan lindos… tan llenos de vida…
Y finalmente… el gusto… este se despertó para sentir el sabor más delicioso de mi vida… el suyo… el que me daba sus labios…
No era un beso intenso, ni pasional… no era de esos que sabes que siempre esperan algo más… no, era lento, delicado… cariñoso… me besaba solo porque quería hacerlo… porque amaba tanto como yo sentir nuestros labios juntos…
-Buen día, linda- murmuró con esa voz ronca que me dejaba sin armaduras…
-Buen día, hermosa- dije moviendo su flequillo lejos de sus ojos –Te ves linda por las mañanas- y no mentía. Jazmín recién despertada es quizás la imagen más sexy y adorable que he visto en mucho tiempo….
-Lo sé- Ahí estaba la chulería que tanto amaba -¿Dormiste bien?-
-Sí, excelente- contesté acariciando su barbilla
-Yo… yo no recuerdo haber… haber dormido tan bien en mi vida- en el momento en que las palabras salieron de su boca, mi corazón comenzó a dar brinquitos de alegría… ¿Era en serio?
Tal y como si leyera mis pensamientos, o más bien a mi corazón, se acercó un poco más a mi rostro si es que era posible… y con suma delicadeza acarició mi nariz con la suya, para seguido de esto atrapar mis labios en otro delicioso beso… ella me quería matar sin duda… pero si muero así… no me quejo…
Sus labios parecía conocer a los míos de toda la vida, debido a la magnífica sincronización que llevábamos… nunca me voy a cansar de besarla… eso lo tengo claro…
Lentamente sus labios se fueron alejando, provocando un hermoso sonido al hacerlo… una sonrisa fue mi respuesta ante esta maravilla de sonido…
Su frente se topó con la mía, y aún con sus ojos cerrados y la respiración jadeante… volvió a hablar…
-Lo… lo que te dije ayer… fue cierto- mordí mi labio inferior al oírla. No sé cómo lo hace, pero siempre dice lo correcto para hacer a mi cuerpo vibrar de emoción… -Te quiero… y mucho….-
-Lo sé. Yo también te quiero…. Un montón.- robándole un pequeño beso
-Flor, yo…- pero sus palabras fueron interrumpidas por mi brinco al oír sonar mi móvil en toda la habitación
-Mierda- murmuré llevándome la mano al pecho –Mi móvil suena- le informé y ella solo rodó los ojos
-Estoy empezando a odiar mucho a tu móvil- dijo reincorporándose en la cama y cruzando sus piernas, mientras yo caminaba por la habitación buscando el dichoso aparato
Al fin lo encontré entre mis cosas en la mesilla de noche… al tomarlo en mi mano mi ceño se frunció al ver quien era… ¿Damián? ¿A esta hora? ¿Qué quería?
-Deja eso y ven- dijo mi pelirroja desde la cama ¿Y quién soy yo para contradecirla?
Regresé a mi antiguo lugar, solo que esta vez en lugar de acomodarme a su lado, lo hice entre sus piernas, quedando atrapada completamente en ella, con mi espalda presionándose a sus pechos… Dios, podría estar así toda la vida…
Jaz tomó mis manos y las entrelazó con las suyas, para luego llevarlas hacia su boca y dejar leves besos ahí… estoy en el puto paraíso…
-Deberíamos quedarnos acá todo el día- dijo mientras jugaba con mis manos… no era una mala idea, pero por mucho que quisiera no podía faltar a clase… algo en mí me lo impedía. Digamos que soy un poco polilla de biblioteca en ese sentido… muy al contrario de ella.
Me volteé para que leyera mis labios –Si hago eso mi padre me mata-  ella rió y ladeó la cabeza
-No creo que sea tan así- seguía riendo –Pero tranquila, que si iremos a la escuela… solo quiero estar un ratito más… así… contigo-
Me aferré en sus delicados brazos, los cuales rodeaban casi todo mi cuerpo… me tenía atrapada, pero sin duda no podía quejarme…
Acaricié su blanca piel y comencé a contar sus múltiples lunares… era hermosa… la miré y sonreí
-¿Sabes una cosa? Mi abuela decía que mientras más lunares tengas más años de vida vas a tener- dije haciéndola sonreír
-¿Ah sí?- dijo arqueando una ceja, yo asentí –Pues yo ahora tengo más lunares que hace dos años-
-Eso es porque has hecho cosas buenas y el Universo te lo está recompensando con más años de vida-  dije acariciando los lunares que tenía en su hombro desnudo
-Lo dudo- murmuró y fruncí el ceño. No me gusta que piense de esa forma de sí misma. ¿Cómo no puede darse cuenta de que es la persona más maravillosa del mundo?
-Pues entonces es para que te tenga más tiempo para mí- dije aferrándome a ella y dejando múltiples besos en su cara
-Eso sí me lo creo- rió mientras seguía dejando besos por sus mejillas
Fue ahí que me dejé llevar y de mi boca salieron las dos únicas dos palabras que no sabía si estaba lista para decir…
-Te amo- en el momento en el que lo dije mi cuerpo se tensó y el de ella también… me tomó por los hombros y me hizo mirarla de frente.
No estoy segura de que me haya ¨oído¨, pero su reacción me decía otra cosa…
-¿Qué dijiste?- dijo sujetando mis hombros e impidiéndome alejarme
-Nada- mentí. Tenía miedo de no ser correspondida… es mi primer te amo. Sería doloroso que ella no sintiera lo mismo
-Flor…- insistió –Sé que dijiste algo… sentí la vibración acá- tocó su mejilla indicando el lugar
-No dije nada, en serio-
Ante mis nuevas palabras ella frunció su ceño fingiendo enojo, y sin borrar esa expresión de su cara hizo un par de gestos con sus manos… sé que me habla en señas… será tramposa
-¿Qué significa eso?-
-No hasta que me digas que dijiste hace un rato- Tramposa
-No dije nada- volví a mentir, aunque sabía que era un tanto inútil
-Pues yo tampoco-  contraatacó cruzándose de brazos. Con que esas tenemos, ¿No?
-Bien- refunfuñé parándome de la cama y yendo al baño
Será tramposa… aunque bueno, yo fui la que comencé con todo ¿No? Me da igual quería saber qué me había querido decir con esos gestos… a lo mejor era una tontería pero… joder.
Mi cuerpo se tensó en el momento en el que llegué al baño y me topé de frente con el espejo… ¿Qué era eso?
Ahí frente a mí… en aquel cristal estaban escritas con pinta labios, las palabras más lindas que me habían dedicado en mi vida….

¨¿Quieres ser mi novia?¨

Creo que mi corazón en ese momento tomó una especie de estimulante o droga, pues comenzó a latir a unas velocidades las cuales no debían ser consideradas como normales. ¿Esto estaba pasando en realidad? ¿Ella lo había escrito? ¿Para mí?
Llevé las manos a mi boca para evitar que un pequeño grito lleno de emoción saliera de ella. Me sentía como una nena de cinco años en Navidad al ver los regalos… Porque sí, la oportunidad de ser su novia era el regalo más grande que pudieran darme en estos momentos.
Sé que ya prácticamente somos novias, quiero decir, nos besamos y eso, pero el hecho de ¨ser su novia¨ en sí, era realmente importante para mí. Jazmín sería mi primera novia, cosa comprensible, debido a que también era mi primer beso y mi primer amor….
-¿Qué dices, pequeña?- su ronca y confusa voz sonó tras mis espaldas, haciéndome pegar un brinco y darme la vuelta -¿Ahora sí me dirás lo que dijiste hace un rato en la cama?-
Allí estaba ella, con esa sonrisa llena de chulería y esos ojos pícaros que tanto adoraba. Sus manos estaban cruzadas debajo de sus hermosos pechos, y su cabeza semi inclinada para apoyarse en el marco de la puerta. ¿Lo había planeado todo? ¿En qué momento había escrito esto?
Mis mejillas se pusieron rojas al oír sus últimas palabras, estaba claro que ella sabía del ´Te Amo¨ que se me había escapado hacía un rato… supongo que no tengo más remedio que decirlo una vez más… Dios, qué vergüenza.
Se acercó a mí sin despegar su mirada de la mía, es como si supiera el efecto que tienen esos grandes ojos verdes en mí… una vez frente a frente a mi cuerpo, una mano acarició mi mejilla con delicadeza, consiguiendo derretirme en el momento
-Te amo, Flor- en el momento en que sus palabras salieron de su boca, mis ojos se pusieron redondos como platos. ¿Ella había dicho eso que creo que dijo? No puede ser, la vida no puede estar sonriéndome de esta manera…. Nunca lo ha hecho. Pero al parecer mi suerte estaba cambiando, lo supe en la sonrisa tonta que se dibujaba en sus labios ¿Jazmín me ama? ¿A mí? -¿Quieres ser mi novia?- y listo, ya morí. Definitivamente esta chica había nacido para matarme una y otra vez con sus palabras…
Su mirada expectante me daba un poco de gracia, supongo que mi silencio le estaba causando nervios. Y no era para menos, después de todo no podía olvidar que Jaz era una chica dura, una que al parecer antes no se había enamorado… y ¿ahora? Ahora todo parecía estar cambiando… se estaba abriendo a mí… me estaba proponiendo ser su novia… ¿En serio pensaba que mi respuesta iba a ser otra que un enorme ¨Sí¨?
Su boca temblorosa se abrió dispuesta a decir algo  más, pero mi lado alocado se apoderó de mi mente, y sin más me lancé a sus labios. Dios, nunca me cansaría de besarla.
Supongo que mi beso fue un tanto sorpresa para ella, debido a que tardó unos segundos en reaccionar, pero luego de su sorpresa volvió a tomar el control de la situación como ya estaba acostumbrada. Sus labios se movieron sobre los míos con fuerza, colonizándolos, marcándolos para siempre… poco a poco su lengua fue haciéndose presente y entró en mi boca para saludar a su homóloga…
Apreté mis manos en su nuca, arañando e incluso halando un poco su pálida piel, mientras ella se aferraba con fuerza a mi cintura…
Una vez la acción de respirar se nos hizo difícil nos separamos un poco, pero cuando ya estaba recompuesta quise volver a besarla… solo que esta me lo impidió…
Se alejó un poco de mí, lo suficiente como para mirarme a los ojos… podía ver lo difícil que era para ella respirar debido a la excitación…
-¿Eso es… es un sí?- preguntó con dificultad ¿En serio aún lo dudaba?
-¿Qué tú crees?- pregunté arqueando una ceja. Era evidente que era un súper sí, pero algo en sus ojos me decía que necesitaba ¨oírlo¨ de mi boca
Me alejé un poco más y la miré a los ojos, asegurándome que los suyos se centraran en mis labios
-Sí, Jaz. Lo que más quiero en mi vida es ser tu novia- en el momento en que la última palabra salió de mis labios, su cuerpo se lanzó al mío.
Sus manos se aferraron a mi cintura y cuando pude darme cuenta ya me encontraba dando vueltas en el aire aferrada a su diminuto pero fuerte cuerpo.
-Te amo, te amo, te amo, te amo- comenzó a decir como loca mientras yo no podía contener la risa.
Solo paramos cuando nuestros labios se encontraron una vez más en esa mañana…. A cual sin duda, era la mejor mañana de mi vida.

Palabras (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora