Capítulo 7

512 46 0
                                    

Otro día en Vancouver… mi mañana fue exactamente igual a la anterior, desayuno fuerte y a la escuela. Solo que esta vez tuve que ir caminando debido a un compromiso laboral de mi padre.
Caminé por la calle principal viendo a las mismas personas que había visto el día anterior mientras iba en el auto de mi padre, incluyendo a aquel chico de mal aspecto y tatuado completamente, solo que esta vez no arrancaba ningún cartel, sino que acariciaba a un hermoso pastor alemán.
Lo miré por un par de segundos, hasta que su mirada chocó con la mía y frunció su ceño -¿Se te perdió algo, enana?- su voz era demasiado ronca
Negué con rapidez, y seguí caminando. Lo que menos necesitaba era problemas con esa clase de persona. ¿Qué tendría que ver con Brenda? ¿Por qué arrancaba los carteles? ¿Tendrá algo que ver con su desaparición? Para, Florencia, que no sos detective.
Al llegar a la escuela la primera persona a la que vi fue a Lucía. Esta se reía con un grupo de chicos ignorando mi presencia para mi suerte. Casi vomito al ver como besaba sin parar a un chico, seguramente su novio. El tal Dani, del cual Jaz me había hablado tan mal.
-No mires al demonio- una voz se hizo presente a mi lado.
Miré asustada pero un suspiro lleno de alivio salió de mis labios al ver quién era.
-¿Te asuste?- dijo Damián apareciendo a mi lado
-Un poco sí, boludo- reí
-Perdón, es que te vi tan concentrada que me tente- confesó risueño
-Que chistosito me saliste, ¿no?-
-¿Qué le voy a hacer?- dijo encogiéndose de hombros.
En ese momento el sonido de una camioneta me hizo mirar hacia la calle, donde tal y como pensaba se encontraba  Jazmín saliendo de su vehículo.
Sonreí al verla. Tan linda y salvaje. Con esos pelos color naranja, y revueltos, y su ropa para nada femenina. Se veía adorable.
Me mordí el labio inconscientemente mientras la veía caminar por el parqueo, pero cuando más concentrada estaba con la imagen que tenía en frente la voz de Damián me hizo volver en mí.
-Ey, ¿qué miras?- dijo curioso
-Nada- mentí apartando mi mirada
-¿Mirabas a Del Río??- dijo arqueando una ceja
-¿Qué?? No, para nada. Ni siquiera sé quién es- mis mejillas estaban tomando un color tomate bastante delatador.
-Flor, mientes fatal- dijo risueño -Ten cuidado. Es una chica brava y con muchos problemas-
-Deja de decir bobadas, Dami- dije caminando hacia el interior de la escuela y perdiendo a Jaz de vista. Obvio que sabía como ella… puede que no la conozca mucho, pero por lo poco que me han contado; JAZMÍN DEL RÍO = PROBLEMAS.
...
La hora de almuerzo llegó sin darme cuenta, y para mi suerte no tuve que pasarla sola. Mi mesa de repente había sido invadida por Damián y Carla, la cual más tarde incorporó a Lolita, al hemo de mi salón de fotografía.
-Creo que el tema de las playas es bonito- dijo Carla aportando para el trabajo
-Muy luminoso- dijo Lolita negativa como siempre
-Ok, ¿y qué tal el bosque?? Hay mucho para trabajar- propuse
-¿Que tal yo? ¿Eh? Si me tiran una foto estoy seguro de que ganaran por lejos- dijo Damián haciéndose el lindo
-No digas tonterías-
-Con vos perderíamos seguro- dijo Carla riendo, pero su risa se detuvo de repente por algo que vio tras mis espaldas.
Me volteé y atrás de mí, a solo unas mesas estaba sentado ese tal Dani acompañado por un grupo de chicos.
Este miraba a Carla de una forma para nada agradable, mientras la chica casi temblaba en esa silla.
-Carla, ¿estás bien?- dije tocando su mano
-Eh... Sí, sí, es solo... Debo irme- dijo sin más parándose de su silla
-¿Qué? ¿A dónde?- dije confundida.
-Tengo... Tarea. Tengo mucha tarea- dijo con la misma cara de espanto
-Carla, quédate. No seas aburrida- dijo Damián a mi lado
-No, de verdad que no puedo- casi iba llorando cuando salió del comedor.
¿Qué le pasaba? No lo sé... Pero creo que este tal Daniel tiene algo que ver.
-¿Qué le pasa?- pregunté una vez salió de mi ángulo de visión.
-Es por esos chicos- dijo Lolita señalando a Dani y a sus amigos quienes ahora reían como tontos
-¿Qué pasa con ellos? He notado que la molestan en clases. ¿Por qué?- dije intrigada. Carla era una chica de bien, no entendía porque la hacían pasar por malos ratos ni mucho menos porque le ponían esos motes.
-Es por un vídeo- dijo Lolita enojada
-¿Un vídeo?-
-¿Siguen con eso?- esta vez fue Damián en que habló
-Sí, no los conoces ya? No paran nunca-
-¿De qué vídeo hablan?- pregunte sintiéndome fuera de la conversación
-Es que... Hace unos meses Carla fue filmada un tanto borracha- dijo Damián con dificultad
-¿Y?- no entendía la gravedad del asunto. Me extrañaba debido a que Carla no tenía la pinta de ser de las que se emborrachaba, pero bueno, cada cual tiene su momento de locura, ¿no?
-Y que la firmaron teniendo sexo con cuatro chicos, Florencia- dijo finalmente Lolita y mis ojos se abrieron como platos -De eso va el vídeo-
-Pero...- No me lo podía creer
-Según Carla alguien la drogó. Por eso hizo esas cosas- dijo Damián con un tono triste
-¿Y por qué no hizo la denuncia?- pregunté alarmada
-Por vergüenza. Su familia es muy católica y si se enteran sería su fin. Para suerte el video no ha salido aún de la escuela- explicó Lolita
-Aún... Pero es solo cuestión de tiempo que el imbécil de Dani y sus amigos lo publiquen en las redes- dijo Damián queriendo matar al chico con la mirada
No me podía creer lo que había pasado con Carla. Con razón andaba como un muerto viviente por los pasillos.
Esos hijos de puta habían jugado con ella de la peor forma posible.

Palabras (Flozmín)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora