QUEDAR EN EL OLVIDO
Louis y yo estuvimos devuelta en casa a las ocho de la noche, luego de quedarnos junto a Annie para explicarle como procederíamos en la mañana del próximo día. Ella había entendido muy bien, y para mi sorpresa estaba bastante emocionada por toda la situación. Annie parecía una chica egoísta y prejuiciosa si la veías a simple vista, pero en realidad su apariencia escondía a una chica dulce y bondadosa, me sentí bastante avergonzada por haber sentido rechazo hacía ella sin aún conocerla, pero ahora que había estado más de dos horas junto a ella tenía otra idea acerca de sus sentimientos con Harry, aunque claro, mi naturaleza celosa nunca iba a dejarla en paz.
Al bajar del auto, sentí una oleada terrible de alivio que me llenó el cuerpo, al menos Annie hablaría, ese era el primer paso, y estaba completo, el segundo, era el más difícil, pero no mucho más que el tercero. Los Arcángeles tenían que decidir en base a lo que Annie declarase si él era perdonado una vez más. Mi esperanza pedía a gritos que sí, pero sólo quedaría en manos de esos infelices. El tercer paso... era el más desbastador, el que rompía mi corazón en pedazos cada vez que lo repasaba en mi mente. Pero debía hacerlo, por el bien de Harry. Esta noche armaría mis valijas, no podía arriesgarme, arriesgarlo otra vez. No.
Papá y Niall estaban sentados en el sofá frente a la televisión, con un pote de queso y nachos como dos vacas gordas, nos miraron en cuando traspasamos la puerta y entonces su expresiones cambiaron volviéndose serias y preocupadas. Nos sentamos en la mesa de la cocina los cuatro, para que podamos hablar y organizar las cosas.
– ¿Cómo está Harry?
– Nada. Me quedé con él un largo rato, pero ni siquiera se ha movido, hay que esperar... – Dijo Niall negando sutilmente con la cabeza, fruncí los labios y asentí. Tiempo.
– ¿Cómo les fue con Annie Jones? – Preguntó papá luego de unos segundos de silencio.
– Bien, fue bastante curioso, ella es acusada de la muerte de sus padres, pero lo que en realidad pasó fue que sus padres fueron atacados por "animales", ella explicó sus mordeduras en el cuello, seguramente fueron Vampiros, más que seguro, desde entonces ella siempre creyó que algo andaba mal, cuando Harry se acercó a ella, investigó sobre su marca, la llave en su muñeca, allí encontró su clan de Ángeles Caídos, "The Fallen", cazadores, desde entonces, ella supo todo, bueno... no lo supo, pero si lo intuyó, Louis y yo confirmamos sus dudas, y entonces ella decidió ayudarnos, es una chica agradable después de todo – Comenté seriamente, el sueño había comenzado a aparecer, y sentía que mis parpados caían de vez en cuando, involuntariamente.
– Bien, entonces... ¿Mañana debemos llevarla allí? – Preguntó Niall.
– Ella tiene que ir sola Niall, yo no puedo llevarla, si no los Arcángeles se darán cuenta de que Harry sigue conmigo, aunque creo que ya lo saben, no puedo arriesgarlo así, papá tampoco puede hacerlo, y tú y Louis serán carnada, tiene que ir sola, aunque tampoco me parece buena idea, es lo que tenemos – Murmuré mientras servía a todos un vaso de agua.
– ¿No hay nadie que Harry conozca?, ella es una simple humana, no puede ir allí sola – Soltó Louis con molestia en su voz, suspiré y rodé los ojos, él tenía razón ¿Pero quien?....
– Mi primera opción es Anastasia, sin embargo no planeo que ella quiera ayudarme, ni en un millón de años, no es....
– Tal vez lo haga por Harry... – Niall se aclaró la garganta, mirándome por encima de su vaso de agua. Claro que ella lo haría por Harry. Vieja.
– Veré que puedo hacer, tal vez pueda hablar con ella, tal vez acepte – Contesté de mala gana. Lo que era cierto era que Anastasia haría cualquier cosa por Harry, sin dudar, ella sentía algo por él, y aunque eso era lo que más me molestaba, viéndolo estratégicamente, me servía.