RECUPERAR SUS RECUERDOS
– ¿Me recuerdas? – Pregunté algo aturdida y sofocada, encima del cuerpo de Harry, por Dios, nunca nos habíamos besado en medio de la carretera. Él agitó la cabeza en señal de negación y di un suspiro de resignación. Era obvio que no iba a recordarme, habían borrado su memoria, por mí culpa.
– No. Sé que te llamaba así, cielo, porque encontré millones de mensajes en mi teléfono, nada más, no recuerdo ni una mierda, y nadie quiere decirme que sucede – Harry se levantó y yo a su vez lo seguí, nos paramos sin decir nada, sólo se escuchaba el silencio de fondo y la culpa creciente me carcomía viva. Pero no quería decirle todo así de esa manera, debía actuar con cuidado, de todas maneras, Harry ni siquiera recordaba el uno por ciento de lo que habíamos vivido.
– Sí... Me llamabas así – Afirmé con el sentimientos de nostalgia plagando mi cuerpo, él se sonrió y posó sus ojos en los míos, firmemente.
– ¿Sabes que sucede? No puedo soportar esto un día más, lo último que recuerdo es haber ido a Black and White con Will, me mejor amigo, y luego me despierto y él está muerto, y ha pasado un año, Ángel´Soul, un bar a donde siempre voy me dijeron que te conocían, que yo iba contigo allí, Anastasia me dijo que los Arcángeles no quieren verme contigo, por que eres humana, y que por eso tuvimos que separarnos, pero nadie me explica sobre mi pérdida de memoria, nadie me explica por qué puedo sentirte, quiero entender, demonios... – Harry se pasó las manos por el cabello frustradamente, mientras su respiración se hacía cada vez más superficial y él comenzaba a ponerse nervioso.
– Tal vez Anastasia pueda contarte algo – Dije completamente incapaz de ser yo la que confesara, él dirigió sus ojos a los míos, mirándome con sarcasmo.
– No quiere hablarme de ti, ella te odia – Farfulló perdiendo la paciencia, inmediatamente cambié de tema, no quería seguir viéndolo así de confundido por mí culpa, aunque era lo que me merecía por haber tomado esa estúpida decisión y en cuanto a Anastasia, sabía perfectamente que me odiaba, nunca escondía ese maravilloso sentimientos hacia mí.
– Annie. Debemos llegar al hospital rápido – Comenté tomando su mano en la mía, en un fuerte apretón, él me dedicó una de sus miradas esmeralda y subimos a la motocicleta, una vez más él se había quedado sin respuestas, pero muy dentro mío, sabía que tarde o temprano tenía que confesar todo.
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– Ella se encuentra estable, está sedada a causa de los medicamentos que le dimos para que ingiera, eso le ayudará con el dolor, vendamos su torso, tiene tres costillas rotas, pero más allá de eso, no hay contusiones o derrames internos, todo estará bien, y ella podrá irse a casa a sólo dos o tres días, tiene suerte de que su novio la encontrara en ese momento – Comentó el doctor Johnson posando sus ojos en Harry, con una mirada de gentileza que te llegaba al alma.
– No soy su novio, soy su... su amigo – Dijo frunciendo el ceño, el doctor asintió en forma de disculpas.
– Bueno, yo diría que eres su Ángel Guardián... si no hubieras llegado a tiempo... – El doctor estaba en lo cierto, Harry frunció los labios, y luego el hombre de uniforme blanco, pulcro y sin una arruga salió para seguir con sus pacientes restantes en la sala de emergencias.
–Gracia a Dios que esta bien – Solté sentándome en una de las incómodas sillas de hospital y tiré mi cabeza hacia atrás, respirando acompasadamente, como si ello fuera a calmarme o a mejorar la situación.
– Tampoco sé por qué tengo que cuidar a Annie, siendo un Caído, tampoco sé por qué me desligaron de mi grupo de Cazadores de Vampiros, "The Fallen", nada en mi vida tiene sentido – Soltó Harry caminando frente a mi en el corredor – Iré a verla, ahora vuelvo – Asentí y lo ví caminar hasta la habitación 069. No iba a responderle, por que no sabía si era bueno para él saber todas las cosas de una sola vez, sospechaba que no.
