Capitulo 14

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DEMONIOS

Harry y yo bajamos de la motocicleta en el estacionamiento propio del Hospital General, en donde se encontraba Annie. Cargaba el oso de peluche gigante que Niall le había obsequiado, y en mi otra mano sujetaba la de Harry. En cuanto llegamos a la recepción del Hospital, preguntamos si la habían trasladado a las salas de internación, y nos dijeron: "Piso dos, primer corredor, segunda puerta a la derecha". De acuerdo, nos dirigimos allí, y en cuanto llegamos, los tíos de Annie estaban esperando afuera, supongo que se habrían enterado, los rumores en el pueblo corrían demasiado rápido. Ellos nos miraron por encima de sus hombros, con aires de grandeza, y luego ni siquiera nos dieron una palabra. Harry se sentó en unos de los asientos alejados a la puerta de Annie y me senté a su lado, al parecer, le estaban cambiando los vendajes y no podíamos entrar. 

– Espero que se ponga bien pronto... – Murmuré apoyando mi cabeza en el hombro de Harry, quien asintió y besó mi cabello para tranquilizarme – Quisiera que Niall pueda venir a verla, él la quiere...

– En el tiempo que llevo siendo el cuidando de Annie, nunca sospeché que salía con un Vampiro, no soy tan bueno después de todo... – Dijo sonriéndome, arrugué mi frente y le dí la razón.

– ¿Qué crees que Louis haya querido decir con eso? – Pregunté luego de unos segundos, Harry me miró fijamente a los ojos, sin decir nada.

– ¿Tú que piensas? – Me preguntó, abrí los ojos en sorpresa, ya que usualmente era yo quién le preguntaba eso todo el tiempo.

– No lo sé, estuve pensando en eso en el camino, creo que... – Harry se acomodó en el asiento mirándome como si yo hubiese estado a punto de contar una super historia, rodé los ojos y suspiré para seguir con mi idea – Se me ocurrió que tal vez...digo... los únicos que pueden matar Caídos son los Demonios, o la Daga, pero sólo hay una, y no creo que una sola pueda con un ejército de Caídos, y los Demonios sólo pueden pasar a nuestra vida si son desencadenados ¿Verdad?, no creo que alguien tan estúpido pueda hacerlo...

– Alguien tan estúpido como Bástian o Noa, no, no lo creo amor... – Comentó Harry sarcásticamente, arrugué la frente al darme cuenta que sí existía alguien tan estúpido, y no sólo un estúpido, si no dos.

– Pero Noa es un Nephilim ¿Verdad?, él no puede estar con los Vampiros, no son su raza.

– Su raza poco a poco se extingue, no quedan muchos, los Vampiros los aniquilaron años atrás, y desde ese momento no han vuelto a resurgir, Noa fue el primer Nephilim, por lo tanto es el líder de su raza, tú eras una de él también, antes de la Profecía de Sangre, que te volvió completamente humana, supongo que se siente sólo y ha decidido salir a jugar con Vampiros ¿Todavía tienes la pluma que te dí, verdad? 

– Sí – Asentí y la saqué de mi bolsillo para mostrársela y luego volverla a guardar.

– Él tiene mis alas, si quemas esa pluma él se irá al infiero, supongo que habrá estado buscándola... – Soltó seriamente. Entonces fue ahí que recordé aquella noche, en que alguien parecía estar viéndome por mi ventana, él ha estado buscándola, el chico aquel era Noa.

– Pero... ¿Si quemo esta pluma, que pasa contigo? – Pregunté algo confundida, él suspiró, lo que no era una buena señal.

– No lo sé, supongo que lo mismo, me iré con él, o no, se verá en el momento Luci... – Soltó mirándome fijo.

– ¡¿Se verá en el momento!? – Grité olvidando que estábamos en el Hospital, Harry rodó los ojos y una enfermera que pasó por allí me chistó para que bajara la voz – ¿Se verá en el momento? – Volví a preguntar más bajo – No puedes decirme eso Harry ¿Qué es lo que estás planeando, matar a Noa con esta pluma? No te dejaré, es arriesgado, y si es necesario la esconderé bajo tierra para que no la uses Harry, estás demente, puedes matar a Noa tú sólo, lo sabes, sin necesidad de la pluma.

El Ángel Caído: La Profecía del HumanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora