Z Nation 2 (10k y tú)

Capítulo 20

-Los visitantes vienen para salvarnos del apocalipsis- eso hizo reír a Zeta de una forma descomunal.

-Perdona que me ría pero es que...- y empezó a reír de nuevo.

-Bernadette está en contacto con ellos

-¿Bernadette?- pregunta Warren.

-Todos nosotros les hemos visto, pero solo se comunican con ella- Zeta dejó de reír.

-Y Roy, los aliens con los que os comunicáis...¿No utilizarán por casualidad una radio?- pregunta Addy.

-La radio es algo muy primitivo para ellos, se comunican telepáticamente

-Por fin, están aquí- dice una mujer rubia vestida de blanco apareciendo detrás de Roy, a Zeta le empezó a dar vueltas todo y empezó a encontrarse mal- Está pasando justo como dijeron, han llegado los extraños- dice oliendo a Doc- Entre ellos está ese, al que los visitantes desean

-¿Cómo?- pregunta Zeta.

-Aquí está, el emisario- dice abrazando a Murphy, todos estaban pendientes de lo que la mujer hacía, los demás empezaron a aplaudir.

Y así fue como Zeta se desmayó, el golpe contra el suelo fue el que llamó la atención de todos.

-Tranquilos, tenemos equipo médico, dejarnos a nosotros, estará en buenas manos- dice Roy, pero 10k se adelantó antes de que unos hombres la cogieran.

-Yo la llevo- se ofrece.

-Vale, pero no podrás entrar en la sala médica- advierte Roy, la llevó hasta una puerta y allí los dos hombres de antes la cogieron para meterla ahí dentro, 10k le contó a Warren su inquietuz.

-No me dan buena espina, ¿y si la pasa algo?

-No te preocupes, tenemos balas suficientes para todos- susurra Warren.

Cuando Zeta abrió los ojos se encontraba en una sala con iluminación roja, atada a una camilla de ruedas y con la boca tapada. Se intentaba mover, pero no era capaz de hacerlo, igual que si gritaba.

Mientras los demás hablaban con un tal Dan Scully.

-Vosotros tampoco os tragáis esta mierda de los alienígenas, ¿verdad?- les dice sentándose con ellos en la mesa.

-Pues no- responde Murphy.

-Yo que vosotros tendría cuidado, la mayoría de la gente de aquí no sabe lo que en realidad pasa. He oído que reclutan a gente para experimentos para los alienígenas, gente de aquí y gente de fuera. Esperemos que no seáis los siguentes, tendría cuidado con vuestra amiga la del lobo- dice mirando a Moon, esta no paraba de mirar hacia donde se había ido Roy.

-Moon, ¿qué ocurre?- pregunta Addy acariciando al animal.

-Seguro que solo está mirando por donde se han llevado a Zeta- responde Vázquez.

-Hagáis lo que hagáis, no escuchéis a Bernadette, pero si yo fuera vosotros saldría pitando de aquí- dice Dan antes de salir de la tienda, dejó entrar a 10k y luego se fue.

-Bueno, pues tenemos que salir pitando de aquí- dice Murphy.

-¿Qué ocurre?- pregunta 10k.

-El hombre ese acaba de decirnos que no nos creamos nada de lo que dice Bernadette, que ha escuchado que reclutan a gente para experimentos alienígenas y que estemos pendiente de Zeta, pero sobretodo nos ha dicho que salgamos de aquí mientras tengamos la oportunidad- dice Addy- Y Moon no deja de mirar a esa puerta

10k miró para donde se había ido Roy.

-Roy- grita Warren levantándose, el nombrado pronto apareció.

-¿Sí?

-Queremos ver a Zeta, ahora- ordena 10k.

-Vuestra amiga sigue desmayada, están haciéndole algunas pruebas para ver qué le ha causado el desmayo. No podéis pasar hasta que terminen

-Tenía un mal presentimiento, lo sé, estoy seguro de que eso le ha hecho que se desmaye, tenemos que encontrarla- dice 10k.

-No nos van a dejar entrar- dice Addy.

-Primero averigüemos qué era la cosa voladora que vimos, puede que nos sirva para salir de aquí. Luego vamos a buscar a Zeta y nos piramos de aquí, en eso último Moon nos puede ayudar- dice Warren.

-¿Cómo lo hacemos jefa?- pregunta Doc.

-Yo puedo ayudaros- dice Bernadette apareciendo de la nada, Vázquez le apuntó con la pistola.

-¿Cuánto llevas ahí?- pregunta Murphy.

-Un rato

Mientras ellos viajaban a una base abandonada, Zeta luchaba por hacer que las cuerdas a las que estaba atadas se desataran.

-Tranquila, no vamos a hacerte daño- un hombre llevaba una aguja, entre él y otro más le sacaron bastante sangre de su cuerpo, estaban haciendo pruebas, decían que los aliens se lo habían pedido a Bernadette y los demás habían empezado a hacer pruebas con las personas de allí y las que llegaban nuevas.

Zeta ya no tenía fuerzas para gritar, ni para moverse.

Mientras el grupo había descubierto que los aliens no eran verdad, que Dan había estado pilotando la nave pero que había muerto, que quería llevar a Murphy y a Bernadette a Zona, un lugar donde no había zombis.

-Ahora que sabemos la verdad...tenéis que ir a por vuestra amiga, corre grave peligro- les advierte Bernadette, todos se miraron entre todos y corrieron de nuevo a la tienda. Entraron con las armas en alto, haciendo que todos levantaran las manos para protgerse.

-Moon, busca a tu dueña- ordena Warren al animal, empezaron a seguir al lobo, 10k iba el primero seguido de los demás. Moon se paró en una puerta y empezó a ladrar y aullar, pero esa puerta estaba vigilada por dos hombres.

-Quitaros de ahí si no queréis acabar muertos- dice 10k.

-Me temo que no podemos- con las palabras de uno de los hombres empezaron a pelear, les mataron y pudieron entrar, los médicos que estaban allí levantaron las manos para que no pudieran hacerles nada.

-¿Dónde está?- pregunta Warren.

-Tranquilos, no tenéis que hacer más pruebas, lo de los aliens era mentira, Dan estaba detrás de todo esto, devolverle a la chica- dice Bernadette entrando en la sala, unos hombres señalaron a la camilla donde estaba Zeta, con los ojos casi cerrados.

-¡Zeta!- grita 10k bajando su arma y corriendo hacia ella, después fueron los demás- ¿Qué te ha pasado? ¿Qué te han hecho?

-Sangre...sangre...y más sangre...- murmura débil.

-¿Te han sacado mucha sangre?- pregunta Warren, ella asintió.

-No ha sido tanta, solamente le ha afectado porque nunca antes le habían sacado sangre- nos informa un hombre.

-¿Cuánto le habéis sacado?

-Únicamente dos bolsas

-¿Dos bolsas?- pregunta Warren alarmada.

-Sí, pero le ha afectado por lo que he dicho antes

-Dános las bolsas y algo con que poder metérsela de nuevo. ¡Ya!- ordena Warren, el hombre le dio lo que necesitaban y salieron pitando de allí. Con el paso de los días Zeta se recuperó, por suerte no habían hecho nada con su sangre y por suerte no se había muerto.