Las miradas se cruzan

El juego comienza

Sting cayó de rodillas en un lugar muy distinto al cual se encontraba hace solo unos instantes, nuevamente en un bosque, pero este era muy oscuro, realmente desolador y aterrador, aunque claro a él no le preocupaba eso, sino el olor a sangre en el ambiente y tras de eso, ¡Cana!

Comenzó a correr en dirección a su aroma, avanzaba velozmente pero su mente comenzó a turbarse, a llenarse de pensamientos que normalmente no tendría y de pronto vio a Lector a su lado.

-"Lector": ¿Qué haces? ¿Por qué vas por esa chica?

-Sting: Tengo que ir por ella, ya sabes por lo que paso. –Dijo recordando el episodio en que su padre los había encontrado en la cama.

-"Lector": No es necesario que vallas, ella se las arreglara sola, además es solo otra chica, has estado con muchas y ella no es diferente.

-Sting: No, no lo es... -Su voz se fue apagando.

-"Lector": Bien entonces vamos, no hay problema.

-Sting: Pero huele a sangre, podría estar en problemas.

-"Lecto": Ya Gildarts se encargara de ella.

El rubio asintió algo indeciso y comenzó a caminar tras el pequeño.

Entonces Sting recordó algo, se vino a su mente el aroma de la chica, el modo en el cual había cambiado y como lo había descolocado, aunque claro no había tenido mucho tiempo para pensar pues en cuanto despertó tenía el puño de Gildarts en su boca, ese cambio... ella olía diferente... olía a dragón.

Sting: No, no puede ser, Lector lo dijo he estado con muchas chicas y nunca nada había pasado, entonces ese cambio de aroma... ¡Rayos si solo hubiera podido sentirlo bien!

Observo a su pequeño amigo caminar y vio algo raro en su andar, también sintió como el aroma a sangre se desvanecía y la oscuridad se hacía más densa...

Sting: Espera, ¿Lector caminando hacia la oscuridad y frente a mi?

Definitivamente algo extraño había en él.

-Sting: Lector, ¿Por qué dices que tengo que dejarle Cana a Gildarts?

El exceed ni siquiera volteo para responderle.

-"Lector": Bueno, él es el mago más fuerte del gremio.

El rubio se detuvo en seco, su amigo jamás diría algo como eso, jamás diría que alguien es más fuerte que él.

No dudo un instante y con un rápido movimiento lo golpeo, haciendo que desapareciera en un instante sin dejar rastros, no entendía muy bien lo que pasaba y su corazón se acelero, pero había algo que debía seguir... debía encontrarse con Cana.

Sting: Maldita seas Cana, ahora no solo no puedo sacarte de mi cabeza, si no que también corro como idiota hacia un lugar que huele a sangre por ti... ¡Demonios! Por favor solo que no sea tu sangre la que huelo.

La encontró en medio de un gigantesco agujero y corrientes eléctricas la rodean formando una jaula de corrientes azules que a cada se encontraba un poco por debajo de donde comenzaba el cráter, encerrándola.

Al otro lado Gildarts veía a su hija con terror. Sting intentó moverse pero no pudo y se dio cuenta que el mago del otro lado hacía lo mismo, con tan pocos resultados como él.

Entonces sobre la maga un mensaje apareció.

Amor eléctrico

Dos hombres frente a frente

Demasiado orgullosos para admitir lo que sienten

Ahora ella está en peligro

La corriente eléctrica avanza sin descanso