Impulsos

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 Wendy se encontraba a las afueras del gremio esperando a que Cana llegará, mientras, le daba una y mil vueltas a lo que habían hablado el día anterior. Le contó todos los detalles de su relación, como en más de una ocasión intentó tomar ventaja y avanzar, también le contó cómo fue rechazada de inmediato. La maga de la fortuna le tranquilizo y le dijo que haría que Rogue no se le pudiera resistir aunque la peliazul no estaba muy segura de lo que tenía planeado su amiga.

Cana apareció a su lado sin casi ser percibida por la maga.

-Cana: Bueno Wendy, ahora mismo comenzaremos con mi plan y para eso ¡iremos de compras!

No espero respuesta, simplemente la arrastró con ella en dirección al centro de magnolia.

Entraron a una tienda de ropa juvenil, de las favoritas de Cana y Wendy se le quedo viendo.

-Wendy: ¿Qué tiene de malo mi ropa?

Cana hizo una mueca y se acercó a la chica, la guió hasta uno de los grandes espejos de la tienda y se poso tras ella.

-Cana: Este es el problema.

Tomo el vestido azul de Wendy por los lados y lo estiro un poco, luego tiró de la tela hacia atrás marcando los pechos de la chica, luego hizo lo mismo en la zona de la cintura y de la cadera.

-Cana: Con esta ropa solo ocultas tu cuerpo, que por cierto está bastante desarrollado.

Tomo la cintura de la chica con sus manos y luego subió rápidamente para atrapar y dar un apretón a sus pechos, provocando un respingo de parte de Wendy.

No tuvo que hacer nada más, pues la chica accedió a probarse todas las prendas que Cana le pasaba, primero no se sentía muy cómoda, pero rápidamente comenzó a tomarle el gusto a probarse tanta ropa, probaron con faldas, vestidos, jeans, shorts, poleras, blusas y muchas cosas más. Finalmente y tras mucho rato de probar y probar ambas coincidieron en que lo que mejor se le daba eran los shorts y las blusas de tela ligera, no son apretadas, pero por la tela semitransparente se veía increíblemente bien y sexi, excepto por un detalle.

Compraron muchas prendas para así deshacerse de la vieja ropa de la chica y Cana nuevamente la guio a una tienda, esta vez a una de lencería.

-Cana: Esta es una parte fundamental de tu cambio, tu ropa interior es bonita, o igual tengo ropa parecida, pero lo que necesitas ahora es esto. –Dijo tomando un conjunto de encaje azul oscuro.

-Wendy: Cana no estoy muy segura de esto, digo, ¿Será necesario?

-Cana: Claro que es necesario, es una parte muy importante de todo.

-Wendy: Está bien, además, hace tiempo que quería comprar algo como esto, pero no me daba el valor.

-Cana: Pues así me gusta, ahora si compraras y te verás estupenda.

La chica se probó el primer conjunto, el mismo que Cana le había mostrado primero y sintió algo brotar dentro de ella, toda su confianza pareció desbordar, se sentía linda, hermosa, sexi. Con eso sin duda alguna dejaría en el pasado a la niña que la perseguía.

Comprar más de los que hubiera pensado pero las compras no pararon ahí, un paso por la perfumería, zapatos nuevos, peluquería y por supuesto la farmacia, lo que Cana disfruto con especialidad pues aunque lo hizo parecer muy normal el rostro de Wendy se torno de todos los colores cuando pidió condones.

-Cana: Ahora iremos a mi casa y terminaremos de preparar todo para esta noche, hoy querida, nacerá la nueva Wendy.

La chica sonrió nerviosa, Cana tenía razón, desde esa noche ya nadie la continuaría tratando como a una niña.

Las miradas se cruzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora