Celestial

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La expresión de todos en la enfermería fue de horror, era claro que de ahora en adelante todo sería caos.

-Makarov: ¿Qué se supone que hagamos? –Pregunto muy angustiado.

-Porliushka: Quizá lo mejor sería deshacerse de él mientras duerme.

-Makarov: ¡¿Estás loca?!

La maga se cruzo de brazos y bajó la mirada.

-Porliushka: Sabía que dirías eso. –Levantó la mirada decidida. –Tengo otra opción, no es seguro que funciones pero en el peor de los casos nos dará algo de tiempo, lo único complicado hacerlo entrar en razón. –Dijo mirando a Natsu.

-Makarov: ¿Cuál es esa opción?

-Polyushka: En lo profundo del bosque del este se encuentra una antigua vertiente de agua, dice la leyenda que en ese lugar se bañaban los dragones y quedó impregnada con su magia, por esa razón es buscada por personas capaces de utilizar magia de dragón slayer para curar heridas intratables o cuando están moribundos. Sé de buena fuente que sirve, pero no estoy segura si servirá en ella.

Ciertamente no hora la opción más fiable, pero es la única que tienen, rápidamente todos comenzaron a planear la forma de llevar a Lucy a tal lugar. Pensaron muchas opciones, pero siempre Natsu se volvía el obstáculo, por lo que finalmente decidieron intentar que fuese él mismo quien la llevara.

Cuando el dragón de fuego comenzó a despertar del efecto de la pócima cada uno de los chicos lo tomó por una extremidad, sosteniendo Gajeel y Laxus sus brazos y Sting y Rogue sus piernas.

-Natsu: Lucy... Lucy.

Comenzó a divagar y en cosa de segundos despertó, tratando de liberarse con todas sus fuerzas.

-Natsu: ¡Lucy! ¡¿Dónde está Lucy?! ¡Déjenme verla!

-Makarov: Calmate, ella está aquí, al lado tuyo.

Efectivamente, habían acercado la camilla donde estaba la rubia para así poder tratar de mantenerlo calmado lo más posible.

El chico la vio y pareció calmarse un poco, por lo menos la fuerza con la que intenta liberarse es menor.

-Natsu: Está peor... ¿Qué le han hecho?... ¡¿Qué le hicieron?!

Nuevamente pareció descontrolarse y su fuerza aumentó, pero ahora el maestro se subió sobre su cuerpo para tratar de hablar con él.

-Makarov: ¡Si quieres ayudarla debes calmarte! ¡Escuchame!

La mirada del pelirrosa se clavaron en los del él.

-Makarov: Lucy está muy grave, es probable que no sobreviva.

Los ojos del chico llamearon en rabia, y pese a la fuerza de los cuatro hombres que le sostenían logró pararse.

-Natsu: La matare, la haré añicos como ella lo hizo con mi Lucy, ¡la destrozaré!

A duras penas lograron contenerlo y el maestro se puso en frente de él.

-Makarov: ¡Mierda Natsu escúchame!, Hay una forma de salvarla.

El chico se relajo y sus ojos pasaron de furiosos a curiosos.

-Natsu: ¿Cómo? Su cuerpo ya huele a muerte.

Las lágrimas amenazaban con escapar pero su furia las evapora antes de ser capaces de salir.

-Makarov: Debes llevarla a la fuente de los dragones.

Una sonrisa triste se dibujó en los labios de Natsu y cayó de rodillas, ahora si llorando, las lágrimas caen silenciosas por su rostro.

Las miradas se cruzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora