Amo a mi padre. Eso es lo primero que hay que saber sobre mí. Es lo primero que hay que decir. Yo amo a mi padre. Mis primeros recuerdos son de él contándome historias o cantándome... Nadie más que yo sabe que mi padre canta, y lo hace genial. Mi padre tenía una hermosa voz de barítono y podía modularla a placer. Creo que durante un tiempo creí que aquel varón de voz cambiante y ojos resplandecientes era la única persona en el mundo, era mi mundo. Después conocí a mi madre. Veamos: también amo a mi madre. Ella es hermosa, y dulce, y lista, y valiente... y amaba a mi padre con locura; pero mi amor por ella siempre fue menos... no, fue más templado. Años más tarde, cuando ella quedó embarazada de nuevo, supe que en realidad, mi madre había quedado muy débil después de mi nacimiento y por eso mi padre se había hecho cargo de mí. También por eso, mis primeros años transcurrieron en Valimar, entre los Vanyar y no entre nuestra gente.
Estaba saliendo de la infancia, con un hermano a cuestas y una hermana en camino cuando mis padres decidieron regresar a Tirion. Pero antes de llegar a esa parte, deberíamos de hacer un poco de historia. Eh... ¿por dónde empezar? Por el principio, supongo. Bueno, no "el principio" con Ilúvatar y los Ainur cantando el mundo, y Melkor tratando de ir a su propio ritmo, y todo haciéndose una porquería incluso antes de empezar... más bien, el principio de esta historia sería con Míriel Þerindë decidiendo largarse a Mandos y dejar a Finwë y a su hijo a su propia suerte. "No me culpes de lo que pueda sobrevenir"... Graciosa. Como si ya en ese momento no supiera la bomba de tiempo que había arrojado al mundo en la forma del más hermoso de los elfos. Permítanme presentarles a mi tío – medio tío, según él aunque nunca logré hacerme a la idea de ser familia de solo la mitad de él: ¿la mitad inferior o la superior, por favor? – Curufinwë Finwion, mejor conocido como Espíritu de Fuego, Fayánaro... Fëanáro... Fëanor, según los archivos redactados en sindarinwa aunque la verdadera traducción debería de haber sido Faenar.
Probablemente la culpa de la mala traducción haya sido de Celegorm y su costumbre de morder las palabras.
En fin, el principio de mi historia está en la decisión de Míriel la Bordadora y en la pena de Finwë. Las canciones cantan que mi abuelo, el venerable Noldóran, penó durante largos años visitando el cuerpo de Míriel en Lórien... hasta que un día, vio a Indis bañada por la luz de Laurelin y vio en sus ojos el amor que hasta entonces había permanecido oculto. Es increíble cómo los bardos se inventan cosas: pregúntenle a Maglor. Si lo encuentran, claro. O sea, Finwë sí permaneció viudo largos años; pero de hecho, fue él el primero en enamorarse de Indis. Si no conocen a mi abuela, no pueden entender lo que estoy diciendo... Solo hay que ver que entre elfos que son llamados "el Hermoso Pueblo", mi abuela es llamada Indis la Bella... y créanme, lo es.
Mi abuela paterna es la clase de hembra que yo habría amado con locura. Es hermosa – eso quedó aclarado ya, ¿no? -, orgullosa, inteligente, dulce, llena de vitalidad... Todos dicen que Galadriel se parece a ella... eh... nop. Galadriel es... Bien, amo a mi prima, incluso flirteamos un poco cuando yo era un joven adulto y ella estaba empezando a seguir a Irissë; pero Galadriel siempre tuvo en ella algo... viril. Bueno, su amilessë es Nerwen: doncella hombre. En realidad, fue Findaráto quien heredó la belleza de Indis. Mi primo sí posee esa... suavidad de acero que de entre los hijos de Indis ninguno heredó: Findis es una estatua de hielo, Lalwen está loca – es mi tía preferida, pero está loca; de muchas maneras – Finarfin... Finarfin es la versión popular de Ingwë y mi padre... mi padre poseía demasiadas máscaras para poder definir su carácter. Indis lo amaba. Pocos lo saben; pero mi padre era su favorito, porque se parecía a su padre y porque era el único que volvía absolutamente loco a Fëanor. Bueno... Fëanor siempre estuvo loco: mi padre solo lo acentuó.
ESTÁS LEYENDO
Hermosos Pecadores V. Atado
FanfictionDesde Valinor hasta la Nirnaeth Arnoediad. Hoy cuentan que allá en Valinor los había unido una profunda amistad; pero, de hecho, Findekáno quería estar lo más lejos posible de su primo. Si tan solo hubiese conseguido alejarse lo suficiente... Los...