Ahora tenemos Ciencias Naturales.
Suelto un largo bufido.
Y me arrastro por la silla.
Recostando mi cabeza en ella.
Me paso las palmas de las manos por todo el rostro.
Un chico entra al aula con movimientos llamativos.
"Hola chicos", lo oigo decir, mientras finje ser abalado por millones de fans.
Tiene una voz muy ronca y potente.
Nunca lo había visto antes.
Todo el curso suelta una carcajada.
La profesora le llama la atención.
Y él abre grandes sus ojos y dice un largo "profe".
Ella ríe.
Muchos reímos.
Él camina hasta el escritorio vacío.
La profesora pone una hoja en frente suyo.
Y aclara "él viene a rendir una evaluación que le quedó pendiente".
Sulto internamente un profundo "oh".
Cada dos segundos el chico se da vuelta.
Y exclama con potencia algún chiste.
Y no paro de soltar carcajadas.
Y la profesora tampoco puede evitar sonreírse.
Y giro mi cabeza.
Y veo al chico rubio reírse.
Y muerdo mi labio.
Para luego volver a mirar al frente.
Estoy chateando con él por Whatsapp.
Me está mandando muchos emoticones.
Y yo como galletitas.
Hace un rato le monté una escena de celos.
Porque mi sangre comienza a hervir al ver a la chica que detesto colgada de su cuello.
Y él parece enfadarse y a la vez sentirse culpable por ello.
Sé que no tengo que reclamarle nada.
Pero mis dedos parecieran escribir sólos.
Le doy un mordisco a la comida.
Él dice que la otra vez habló con la chica de la tarde, la que se corta.
Y que ahora tiene su Whatsapp.
Y que últiamente estuvieron hablando un poco.
Me atraganto por un segundo.
Y me mantengo inmóvil.
Y respondo con un " :) ".
Aunque, definitivamente, ese no es mi gesto en estos momentos.
