La chica que detesto estuvo abrazandose mucho con el chico rubio últimamente.
Parecieran conversar más que antes.
Y eso sólo me desespera.
Siempre le gustaron los mismos chicos que a mí.
Y siempre los consiguió.
Pero esta vez no será así.
Lo sé.
Estoy hablando con el chico rubio.
Él me confiesa que jamás dió su primer beso.
Si quiera un pequeño pico.
Abro los ojos bien grandes.
Yo si di un pico.
Hace varios años.
Aunque no uno de esos besos de verdad.
Le digo que ya llegará la chica adecuada.
Y él me susurra que desearía que yo fuera esa chica.
Me sonrojo.
Y sonrío.
Y le contesto "yo también quisiera eso".
Ahora tenemos Construcción de la Ciudadnía.
La materia trata sobre problemas sociales, política y cosas por el estilo.
Ninguno está con cara larga durante estas horas.
Principalmente por el profesor que nos tocó.
Siempre vemos películas.
Y la próxima semana pintaremos un mural.
Yo seré la que dibuja.
Porque todos dicen que dibujo bien.
Y porque a mí no me molesta en lo absoluto.
Estiro mis piernas, apoyándolas en el caño del escritorio.
Estoy junto al chico rubio.
Estamos hablando sobre esta "nueva moda" que surgió entre los adolescentes.
Cortarse las venas.
Y alguien mencionó a la chica que va a la tarde.
Varias compañeras comenzaron a murmurar que ella es una mentirosa.
Que sólo lo dice para llamar la atención.
Que se tapa las muñecas sólo para hacer creer que ahí debajo hay tajos.
Que si en verdad se cortara, no lo andaría contando por las redes sociales.
Y demás cosas.
Pero yo defiendo a la chica.
Y varias se ponen en mi contra.
Y también el chico rubio empieza a discutir a favor de la chica.
No dejan de gritarme.
Me siento indignada.
Aprieto mis puños.
Decido no opinar más sobre el tema.
Me cruzo de brazos.
Y miro hacia al frente.
Mientras me trago las inmensas ganas de golpearlos a todos.
