El chico rubio va a ayudar a la profesora.
Para poder conectar la computadora.
Yo lo observo caminar hasta allí.
Él parece concentrado.
Yo miro hacia el suelo, perdida en mis pensamientos.
Varias compañeras conversan en una esquina y se ponen de acuerdo con que él les parece lindo a todas.
Mis manos se aferran con firmeza al caño de la silla.
Él le sonríe a la profesora.
Y se coloca justo al lado de la salida.
Ellas ríen.
Y le gritan a él que su cabello es perfecto.
Que lo aman.
Que es muy hermoso.
Yo aprieto mis dientes con mucha fuerza.
Él les da una rápida mirada.
Y alza su pulgar en forma de afirmación repetidas veces.
Ellas le lanzan besos.
Él se los devuelve con algo de cansancio.
Mi sangre hierve.
Ellas insisten.
Estoy enfadada.
Y mi cara lo demuestra.
Él parece fastidiado.
Ellas siguen gritando.
Me levanto y voy al fondo del aula.
Recostandome en la pared.
Controlo mi ira.
Lo observo.
Él me está mirando.
Me tira un beso burlonamente.
Y se ríe.
Desvío la mirada.
Sonrío.