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Era una noche tranquila para Shinichi que acaba de terminar un caso, cuando se empieza a sacar la ropa con el cansancio notandose, cuando ve llegar a Ai con una de sus camisas, que prácticamente le quedaba como un vestido.

—¿Por que estas así? —preguntó divertido Shinichi, al ver la chica agarrar la camisa para caminar bien.

— Agasa intento lavar la ropa. —dijo sin mucho interés pero enfatizando la palabra Intento.

—Oh... —respondió el oji-azul al entender esas palabras.

—Por cierto hoy llegas mas tarde de lo habitual. —dijo acercandose más al muchacho, volviendo a agarrar de una mejor forma su "vestido".

—Si, Takagi tuvo unos problemas. —dijo con la mirada perdida, recordando los problemas que tuvo con solo querer regresar a su casa.

Cuando Ai llego por fin a él, no dudo en tomarla entre sus brazos y ponerla en sus piernas, viéndola fijamente.

—¿Que? —preguntó con un ligero sonrojo, avergonzada por la mirada del chico.

—No estuviste trabajando todo el día o ¿si? —dijo la pregunta diaria, al ver que ella nunca oía sus consejos sobre descansar y tomar el sol.

—¡Cl-claro que no! —afirmó nerviosa al sentir la mano del chico acariciar su cabello.

—Mmmm que bien  —habló en un tono dulce y empalagoso, antes de acercarse a ella para darle un dulce y tierno beso.

Lo cuál no duro mucho cuando escucho un carrasqueo y la voz de un hombre, el único hombre aparte de Shinichi en la casa.

—¡Les recuerdo que así es ilegal —afirmó el hombre, los involucrados escucharon la voz a lo lejos, dejando a dos lindo tomaticos.

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